# La calandria de Xerox
La música por computadora ha sido un foco intenso de investigación desde
la década de 1950. Muchas instituciones, como los Estudios de Música
Experimental de la Universidad de Illinois y el Centro de Música
Electrónica de Columbia-Princeton, pudieron visionar el potencial que
tendrían las computadoras en el mundo de la música. Los compositores
estadounidenses Lejaren Hiller y John Cage ciertamente recibieron la
atención del público por sus obras vanguardistas generadas por
computadora. Incluso los antiguos griegos previeron - hace 2.500 años -
ciertos procesos matemáticos para modelar la creación musical, sobre
cuya base se consideró razonable diseñar sistemas de cómputo capacitados
para este mismo menester.
Si bien algunos compositores, como Cage y Hiller, se dispusieron a
utilizar computadoras en las décadas de 1950 y 1960, su uso fue mas bien
limitado, y casi siempre asistido por tecnólogos que operaban el equipo
- bien al uso del cómputo de la época. En particular, no existía ningún
método de entrada que imitara las técnicas naturales utilizadas por los
compositores tradicionales, ya que la misma interacción con las
computadoras resultaba - en ese momento - harto complicado.
Harían falta varios avances significativos en las tecnologías
interactivas para volver a la computadora una verdadera herramienta para
los compositores. Uno de los primeros intentos de crear un sistema de
este tipo fue Mockingbird, desarrollado por Ornstein y Maxwell en el
Centro de Investigación Xerox Palo Alto (PARC).
Conjugando algunos de los pensadores más audaces de la informática bajo
un mismo techo, el PARC resultó el hogar ideal parafinar un proyecto
como Mockingbird. PARC estaba sumergido de lleno en la investigación de
nuevas técnicas de interacción entre el hombre y la máquina, y allí se
desarrollarían finalmente muchas de las tecnologías que llegarían a
definir la computadora personal, tales como el mouse, la interfaz
gráfica de usuario (GUI), gráficos de mapas de bits, redes de área
local, y procesamiento de textos de tipo "WYSIWYG" (representación
visual pura).
El sistema informático Xerox Alto de 1972, que inspiraría tanto a Apple
como a Microsoft en el impulso de sus propias interfaces gráficas,
originó e incorporó todas estas ideas innovadoras estableciendo el
paradigma infomrático que aún utilizamos en la actualidad. Sobre la base
de las características intuitivas de Alto, Ornstein desarrolló a fines
de la década de 1970 el sistema Dorado (conocido internamente como
Proyecto Xerox 1132), una versión actualizada, ciertamente más rápida y
poderosa de Alto más potenciada.
El especial interés de Ornstein por la música se vio iniciado por su
padre, Leo Ornstein, admirado pianista y compositor. (Severo es un gran
pianista). Más tarde combinó su educación musical con la tecnología
mientras investigaba síntesis de sonido con el gigantesco mainframe TX-2
pero "personal" (de usuario único) del MIT, de fines de la década de
1950. Al percibir que la tecnología del momento era incapaz de procesar
el sonido lo suficientemente rápido, Ornstein suspendió sus
exploraciones musicales y cambió su enfoque a otras áreas, como el
desarrollo de LINC (Laboratory Instrument Computer) y la incipiente
ARPANET. Cuando Ornstein se unió a Xerox PARC en 1976, jugó un papel
decisivo en la creación de la interfaz para la primera impresora láser
del mundo, utilizada con el sistema Alto, antes de que le pidieran
dirigir un equipo para desarrollar la Xerox Dorado. El conjunto de
programas de esta estación de trabajo, así como sus capacidades WYSIWYG,
inspiraron a Ornstein a retomar su interés por la música computada.
>Durante muchos años había visto a mi padre esforzarse por escribir sus
>composiciones. Esa fue la génesis de Mockingbird. — Severo Ornstein
Para entonces PARC había atraído a investigadores de todos los estados
de la unión para trabajar en varios proyectos de interacción
humano-computadora, así como en redes. En 1978, el estudiante del MIT
John Maxwell III entró a PARC como pasante, inicialmente como parte del
equipo Smalltalk del investigador Alan Kay. Siempre interesado en la
música, durante su segundo año, Maxwell expresó interés en escribir su
tesis doctoral sobre la música y la computadora.
>Cuando entré al MIT en 1976, esperaba encontrar algún software de
>notación musical que me permitiese componer música, pero no había
>ninguno. Cuando fui a PARC como pasante en 1978 tenía más esperanzas de
>encontrarlo, pero increíblemente a pesar de todos los desarrollos
>impresionantes que tenían, no habían hecho ningún software de notación
>musical. En 1979, Will Crowther, mi asesor interno, envió un correo
>electrónico al CSL [Laboratorio de Ciencias de la Computación] del PARC
>preguntándo en qué trabajaríamos si tuviesen seis meses para hacer lo
>que quisieran. Yo respondí que me gustaría programar un editor de
>notación musical. Resumí las respuestas y las envié. Me encontraba
>sentado en el piso de la oficina de Will cuando entró Severo, todo
>enloquecido, "¿Quién es el que quiere programar un editor de notación
>musical?" Will me señaló, y Severo me miró y dijo: "Ah" (yo apenas era
>pasante). Pero Will le dijo: "¡No, no! Es un buen programador". - John
>Maxell III.
Al igual que Ornstein, Maxwell se había interesado por la música desde
una edad temprana, especialmente por los teclados.
>"En la escuela secundaria desarrollé una pasión ardiente por el piano.
>Me hice un teclado de cartón para practicar. Mis padres sintieron tanta
>pena por mí que compraron una espineta usada para mi cumpleaños.
>Aprendí solo a tocar el piano, pero nunca fui muy bueno. Compuse 10-20
>piezas de música, pero no las escribí". — John Maxwell
Los compositores tradicionalmente usan papel pentagramado, unas hojas
con secciones de cinco renglones (el pentagrama) que permiten dibujar
sobre ellas la notación musical, a menudo mientras están sentados en un
piano para tocar las notas representadas en el pentagrama. Los sistemas
previos desarrollados para la notación musical documental ni siquiera
usaban teclados musicales tradicionales, ni siquiera teclados
alfanuméricos de computadora, sino complicados sistemas de diales,
interruptores y tableros de parches, técnicas que no se adaptan
fácilmente para que las usen usuarios no técnicos. Si se quería hacer
que Mockingbird fuese algo útil para un compositor con poca o ninguna
experiencia tecnológica, tendría que incorporar un sistema de entrada
fácilmente reconocible. En el caso de Mockingbird, se trataba de un
teclado de sintetizador estilo piano.
Para conectar el teclado a Mockingbird, Ornstein y Maxwell idearon un
sistema que enlazaba un sintetizador Yamaha CP-30 al sistema. Esto
permitía a los compositores "tocar" música directamente a través de un
teclado de piano eléctrico de alta gama en la época. El sintetizador
también podía tocar la música, sin requerir ingentes recursos
computacionales para generar audio. Un compositor podía reproducir la
partitura directamente en la computadora en un método natural, y luego
reproducirla en el mismo instrumento.
Conforme se tocaba la partitura, las notas aparecían en el pentagrama de
la pantalla de la computadora. Acto seguido el compositor podía
modificar la partitura usando el mouse. Mockingbird incluso podía ayudar
a identificar irregularidades en la partitura automáticamente. Las
secciones podían resaltar, modificar, copiar o moverse con este método.
Para hacerlo posible se debieron unificar varias tecnologías diferentes.
Mockingbird fue escrito en Mesa, un lenguaje de programación
desarrollado por primera vez para Alto. Se utilizó el programa de
gráficos Cedar para generar las imágenes de página de la partitura
final.
>Al permitir la entrada a través del sintetizador, Mockingbird eliminó
>la transcripción manual.
Además de grabar y manipular partituras, Mockingbird se conectó a una
impresora láser. Si bien ya se habían utilizado mainframes para operar
grandes sistemas de fotocomposición con el fin de producir partituras
impresas en masa, la capacidad del Dorado de imprimirlas a través de la
impresora láser hizo superflio el costoso y lento proceso de
fotocomposición. Esta técnica podría haber hecho de Mockingbird un
entorno rompedor en lo referido a la publicación de partituras, pero en
realidad, el programa tuvo poco uso entre los compositores reales.
>"Lo más cercano que estuvo de un uso serio fue cuando mi padre lo
>utilizó para componer su séptima sonata para piano. Él mismo era
>tecnofóbico, así que al terminar algunas páginas del manuscrito, me las
>envió. Las introducía en Mockingbird y le enviaba una copia impresa
>para que las corrigiera. Me devolvía las páginas corregidas y yo
>editaba las correcciones en la partitura de la máquina. De esta manera
>poco a poco fuimos armando una partitura completa en el Mockingbird.
>Mientras tanto, a medida que la partitura crecía, le envié páginas
>impresas en láser al pianista, quien se preparaba para estrenar la obra
>en un concierto de música contemporánea en San Francisco Contemporary.
>Como proceso fue indirecto; pero funcionó y la partitura está en la
>web". - Ornstein.
>Mockingbird causó un gran revuelo en el mundo de la música por
>computadora. Presenté Mockingbird en la Conferencia Internacional de
>Música por Computadora de Dallas en 1981. Resultó la última
>presentación de la conferencia, pero aun así contó con una gran
>asistencia. La gente en la audiencia se quedó boquiabierta al ver
>Mockingbird retrazar instantáneamente las notas luego de una edición.
>También presenté Mockingbird en una conferencia de música por
>computadora en Zúrich, Suiza. Escribimos sobre Mockingbird para la
>revista Byte, y apareció en la portada de la edición de enero de 1984"
John Maxwell y Ornstein produjeron de hecho un video mostrando el
sistema Mockingbird en gran detalle, desde su método de entrada
utilizando el sintetizador, hasta la manipulación con mouse y la
reproducción. Por muchos años, este video fue el más solicitado entre
los interesados en el Xerox PARC.
=>
https://youtu.be/0dxaEDKoTys Demostración de Mockingbird en la Xerox
Dorado.
## Repercusiones.
Mockingbird tuvo más impacto como demostrador de posibilidades en un
show de la industria de la música que como aplicación real. Nunca
funcionó más allá de las paredes del Xerox PARC en una minicomputadora
Dorado, con una plaqueta especial y con un sintetizador especialmente
modificado. Pero sin duda cobró un gran impacto entre quienes
presenciaron su demostración.
En el curso de diseño de la universidad de Stanford usaban el vodeo de
Mockingbird como modelo de un buen diseño. En Xerox consirearon
reescribirlo para PC para que estuviese disponible para el uso general,
pero la idea nunca prosperó. Severo la utilizó para transcribir unas 20
piezas amateur.
Para mediados de la década de 1980 apareció la interfaz de instrumentos
digitales (MIDI), y revolucionó el empleo de computadoras en la música.
El advenimiento del cómputo personal trajo muchos paquetes de software
que incoporaban funcionalidades que Mockingbird había originado.
Programas como el SynthLAB de la Apple II, ENCORE para la Atari ST, y el
Music Construction Set, o el Cakewalk de Twelve Tone Systems para PC
popularizaron este estilo de softwares, mientras que los sistemas de
alta gama de compañías como Fairlight y New England Digital integraban
sistemas directo a los estudios de grabación más candentes de una década
candente.
Hoy existen docenas de programas de software que permiten incluso a
amateurs sin conocimientos musicales crear música, e incluso plataformas
en línea de composición permiten componer, ejecutar, y compartir.
Prácticamente todos los compositores emplean computadoras ya para
componer con la facilidad que la notación computada imparte a un proceso
anteriormente complejo y tedioso.
Mockingbird fue un movimiento heroico de apertura en lo que ya es una
larga sinfonía de softwares de composición musical.