Hayes Microcomputer Products fue EL fabricante de módems. La empresa
conocida por su modelo Smartmodem introdujo un lenguaje de control para
operar las funciones del módem a través de la interfaz serial, en
contraste con el manejo manual.
>Hoy en día, casi todos los módems utilizan una variante del conjunto de
>comandos de Hayes.
Hayes fue una marca importante en el mercado de módems desde la
introducción del Smartmodem original de 300 bit/s en 1981. Siguieron
siendo un proveedor importante durante la década de 1980, introduciendo
periódicamente modelos con mayor rendimiento. Su competencia durante
este período provino principalmente de otros dos proveedores de alta
gama, USRobotics y Telebit, mientras que otras empresas vendían
principalmente en nichos o eran ofertas estrictamente de gama baja.
A principios de la década de 1990, los competidores lanzaron una serie
de módems de alto rendimiento a costos muy atemperados, en particular el
SupraFAXModem de 14.400 baudios, en 1992, que con su precio y
prestaciones reventó el mercado estadounidense en un momento clave.
Hayes nunca pudo responder eficazmente. La introducción generalizada de
ADSL y cablemódems a finales de la década de los 90 impuso dificultades
económicas a la empresa, que terminó por fundise en 1999.
## Antes de Hayes
A mediados de la década de 1970, Dennis C. Hayes abandonó el Instituto
Tecnológico de Georgia para trabajar en una de las primeras empresas de
comunicaciones de datos, la National Data Corporation. Dicha compañía,
entre otras cosas, se dedicaba a la infraestructura computada para
transferencia electrónica de valores, especialmente en el novedoso mundo
del plástico: las tarjetas de crédito. Si bien la NDC se especializaba
en montar sistemas bursátiles y bancarios, el trabajo de Hayes allí
consistía en configurar las conexiones por módem a los mainframes de
valores utilizados por las instituciones crediticias que eran los
clientes estrella de la NDC.
Esto lo llevó también a trabajar en la sede de una de ellas: Financial
Data Sciences. Esta empresa operaba cajeros automáticos para el mercado
de ahorros y préstamos (S&L), y tercerizaba máquinas vendidas por
empresas mayores a grandes bancos, ofreciéndolas como producto de valor
agregado a firmas más pequeñas en cantidades acorde. Su estadía en FDS
le llevó a comprender el valor de vender en nichos de mercado que los
grandes ignoraban.
Hayes era un hacker, y como aficionado a la informática creía que los
módems se volverían muy atractivos para los usuarios de las nuevas
computadoras de 8 bits que pronto comenzarían a industrializarse para el
mercado doméstico. Sin embargo, los módems por entonces existentes en el
mercado eran simplemente demasiado costosos y difíciles de utilizar para
la mayoría de los usuarios. Por lo que había visto en la aplicación de
IBM y otros grandes proveedores de mainframes, consideró que este nicho
de mercado de las telecomunicaciones para microcomputadoras,
probablemente sería ignorado por ellos.
Primeros productos
A finales de los 70s los módems generalmente seguían el protocolo
estadounidense Bell 103 de 300 baudios, y no se vendían para
microcomputadoras, sino para grandes máquinas de cómputo. Estos aparatos
seguían básicamente dos tipologías: la del "acoplador acústico" (un
aparato modulador-demodulador externos), o las plaquetas internas de
conexión directa utilizados por las minicomputadoras o mainframes.
Los acopladores acústicos fueron durante muchísimos años - y a falta de
una puesta mejor - una solución improvisada para transmitir datos con el
teléfono. A tal fin presentaban un funcionamiento comlpetamente manual:
el operador tenía que usar un teléfono (levantaba el tubo, discaba con
el dedo), y luego posaba el auricular en sendas orejeras de goma para el
auricular y el micrófono - en escencia "acoplando" la computadora a la
línea - para transmitir el sonido de la señal modulada. Para colgar la
comunicación hacía lo inverso, también a mano: desligaba el auricular
del acoplador y lo colgaba en la horquilla del teléfono (presionando el
conmutador que ésta tenía integrada cortando la comunicación). Era una
andamio sencillo, y popularizada con aparatos de la serie Novation CAT,
el más popular de su tipo.
Los módems internos conservaban la ventaja de usar bus del mainframe,
con lo cual no sólo podían intercambiar información entre la computadora
y el módem, sino también información de operación y status. Esto
permitía controlar todo el ciclo de la conexión durante la llamada (el
discado, y colgar al finalizar). Por entonces estos módems internos
venían como grandes plaquetas instalables en los mainframes, sobre todo
las máquinas utilizadas en las centrales bancarias para recibir las
llamadas diarias de las sucursales con las cuales actualizaban los
estados de cuentas y las transacciones crediticias.
El concepto inicial de Hayes fue ofrecer un producto similares para el
mercado de las microcomputadoras, que se iba consolidando sobre todo con
las máquinas hobbistas que utilizaban el bus S100, así como otros
ordenadores prontos a industrializarse.
En abril de 1977 junto con su amigo y compañero de trabajo Dale
Heatherington, aprovechando el montaje de plaquetas para computadoras
hobbistas, Hayes comenzó a fabricar una plaqueta electrónica especial
que oficiase de modulador-demodulador para microcomputadoras de bus
S-100. El diseño, fabricado en la cocina de su departamento, se trató
del 80-103A, el cual era compatible con la norma de tranmisión
telefónica de datos Bell 103 de 300 baudios. Como por entonces resultaba
ilegal conectar cualquier elemento que no fuese licenciado por Bell a la
red telefónica estadounidense (precisamente, propiedad de Bell Systems),
el 80-103A debió utilizar una conexión por medio de una caja adaptadora
DAA ("Acuerdo de Acceso a Datos"), un conector intermedio que el
operador alquilaba mensualmente a la Bell.
A pesar de esta dificultad, el negocio floreció gracias al interés en el
microcómputo, y para enero de 1978 ambos dejaron sus trabajos en la
National Data formando su propio emprendimiento, D.C. Hayes Associates.
Sin embargo, en 1978 ocurrió un hecho que reverdeció las pasturas. En
1978 la telefónica Bell perdió varias demandas clave encadenadas, que
concernían al despliegue monopólico del sistema telefónico
estadounidense. Entre ellas uno de los planteos litigantes importantes
hacían a la conexión de equipos no licenciados a su red telefónica. La
Corte Suprema estadounidense legalizó conectar cualquier sistema
aprobado por la Comisión Federal de Comunicaciones a la red telefónica.
## Todo para las micro
Esto permitió la introducción de los Hayes Micromodem 100 (para
microcomputadoras CP/M con bus S100), y el Micromodem II (para la
microcomputadora Apple II). Ambos consistían en una plaqueta interna con
un microcontrolador Hayes incorporable a la microcomputadora respectiva,
y una caja externa de conexión - provista de una ficha telefónica
normalizada RJ11, altavoz con regulador de volúmen y microinterruptores
de control - adosadas entre sí por un cable plano. La caja externa
omitía ya el DAA alquilado, lo que en parte simplificaba el diseño,
abaratando el costo del sistema.
>Ambos tuvieron gran éxito, demostrando el interés que existía por estos
>productos no bien las comunidades de hobbistas - dispersas a lo largo
>de todos los EE.UU. - comenzaban a comunicarse vía módem.
Para 1979 la nueva empresa totalizó ventas del órden de los 125.000
dólares (unos 600 mil dólares actuales), que si bien constituia un
mercado hormiga comparado con los de IBM o DEC, no era nada despreciable
en vista de microemprendimiento de microcómputo.
En 1980, la empresa cambió su nombre a Hayes Microcomputer Products.
## El módem inteligente
A medida que los módems se volvieron populares y las nuevas normas
legales lo permitieron, los usuarios de estas microcomputadoras
comenzaron a solicitar modelos que pudiesen responder a sus
computadoras.
Aunque potentes, ante múltiples plataformas incompatibles, los módems
internos siempre resultaron comercialmente imprácticos. No sólo
requerían un software de controlador específico para los sistemas
operativos diferentes (de lo contrario, sólo podrían usarse con un
programa especial, en una serie única de computadoras), sino que tenían
que afrontar modificaciones para poder usarlos en otros modelos de
máquinas, con el consiguiente costo de depuración. En otras palabras,
obligaban al fabricante a realizar un seguimiento experto de modelos y
características de las computadoras a las que quería servir, entre ellas
las Apple II, las microcomputadoras hobbistas S100 y su sistema
operativo CP/M, etc. Todo esto impedía sumar otras con facilidad y costo
contenido, y dejaba fuera a microcomputadoras popularers como las
TRS-80, una de las más utilizadas.
La solución técnica de hayes era un módem que resultase una propuesta
imbatible en el mundo de las telecomunicaciones de datos para
microcomputadoras. Se le ocurrió un concepto de módem "inteligente",
compatible con la mayor cantidad de máquinas posibles. En lugar de
diseñar un módem para cada tipo de computadora, eligió abrazar el puerto
de comunicación estándar ya en boga para su control. Para ello debía
evitar recurrir al bus de datos directo, como había hecho con sus
modelos anteriores. Debido a la baja velocidad de las comunicaciones con
módem, la solución podía proveerla el puerto serial de comunicaciones,
ya que la norma Centronics RS-232 que estos tenían sobraba, y además
tenían la ventaja de otorgar cierta capacidad multiplataforma: la
mayoría de las microcomputadoras lo habían adoptado esta norma de
comunicación en alguna variante (ya sea incorporada o bien como
opcional).
El problema era la manera de enviar comandos digitales a través de la
conexión de datos seriales en sí, algo que la caja del Minimodem evitaba
(pues se trataba de aparatos diferenciados). En el caso de un módem
único, debía instrumentarse la manera de indicar que el flujo de
caracteres emitidos por la computadora al módem no eran simplemente
datos adicionales para enviarse por la línea telefónica, sino sino
comandos sobre los que se debía actuar (por ejemplo, para colgar la
comunición).
Hayes y el nuevo director de márketing de la empresa, Glenn Sirkis, se
acercaron a Heatherington con un esquema para un nuevo módem externo
controlado por comandos. Se estudiaron varias soluciones al problema del
control y - inspirado por el procesador de textos Vi del UNIX BSD -
Heatherington decidió que la única solución práctica era hacer contar
con un módem modal. El modem debía contar con un Modo de Datos, en el
cual todo contenido digital enviado por la computadora se modularían y
enviarían a través de la línea telefónica conectada, como cualquier otro
módem. En el otro modo, Modo de Comandos, los datos enviados desde la
computadora deberían intepretarse como órdenes de operación. De esta
manera, la computadora podría indicar al módem realizar ciertas
operaciones (como colgar la línea o discar un número). Por defecto, el
módem iniciaría en el Modo Comando.
La cuestión era definir una forma efectivba para conmutar entre ambos
modos. La opción dictada por la lógica de la especificación RS-232
habría sido emplear un pulso eléctrico como señal de conmutación,
enviándolo a través de de los pines del cable serial. Sin embargo, si
bien el conector de 25 pines del lado del módem tenía pines más que
suficientes para el cometido (incluso algunos destinados específicamente
a ello), estos pines no siempre eran funcionales en todas las
computadoras. No eran pocos los fabricantes que elegían simplificar el
diseño haciendo caso omiso a la mayoría de los 25 contactos, o bien
adaptaban versiones reducidas de 9 contactos. De hecho, exitían muy
pocos pines que garantizaban su funcionamiento en todas las máquinas de
entonces (principalmente se usaban los de entrada y salida de datos, los
indicaciones de "RECIBIDO" que indicaban si el módem o la computadora
estaban operativos y, tal vez, los pines de control de flujo). Esto
significaba que usar algún contaco distinto a estos no hubiese sido
universalmente compatible.
Por esta razón, a Heatherington recurrió a utilizar el contacto de envío
de datos, y enviar a través de ella una secuencia de caracteres especial
que oficiara de semáforo. Como tal cadena de caracteres usaba el par de
contactos utilizados universalmente, se aseguraba que el mecanismo
operase en cualquier computadora. La cadena que decidió usar fue "+++"
(tres signos más). Cuando el módem recibía +++ por parte de la
computadora, conmutaba de Modo.
Por supuesto, era posible que la computadora enviara la secuencia +++
por un motivo distinto a la conmutación de modo: ¡incluso en cualquier
fichero que explique cómo funcionaba el módem! Para filtrar tales
apariciones de +++ "accidentales" en el flujo de transmisión, el diseño
de Heatherington sólo conmutaba de modo si el "+++" era seguido por una
pausa de un segundo (el "tiempo de guardia"). Sólo en tal caso se asumía
con seguridad que la secuencia había sido enviada deliberadamente por el
operador, en lugar de ser un flujo de datos que contenía la cadena
"+++".
Hayes añadió un requisito propio: que al encenderlo, el módem fuese
capaz de detectar automáticamente a qué velocidad estaba configurado el
puerto serial de la computadora. Esto no era sencillo a menos que el
módem "supiese" qué datos se estaban enviando inicialmente, para
permitirle cronometrar los bits y dilucidar la velocidad.
Finalmente, Heatherington finalmente sugirió el uso de una secuencia de
caracteres bien conocida para este propósito, recomendando AT (por
"ATención"), prefijo que utilizaría en la sintaxis de todos los
comandos.
Con la idea básica esbozada, Hayes y Sirkis le dieron a Heatherington el
visto bueno para construir un prototipo agregándole un microcontrolador
a una versión ligeramente modificada del hardware de 300 bit/s que ya
comercializaban. Sirkis estaba particularmente interesado en usar
microcontroladores PIC de 1 MHz - disponibles en Malasia a 1 dólar la
unidad. Tras seis meses de intentos, Heatherington se dio por vencido y
termin¿ó sumando a la placa un Zilog Z8 de 8 MHz, de 10 dólares la
unidad.
Sirkis accedió y pronto se completó un prototipo funcional.
Con el esbozo, diseñaron una plaqueta "inteligente" provista de
microcontrolador, conectable a un puerto serial normalizado, y provista
de ficha RJ11, pero además adoptó un inteligente diseño industrial
nacido a partir de una contenedor de aluminio extruido construído por el
mismo a partir de la unión de dos piezas de soporte de zinguería
metálica (adquiridas a un fabricante local de cerramientos).
La nueva y atractiva caja le daba al conjunto un aspecto profesional
utilitario, y permitía un mejor acceso a los interruptores DIP
frontales. La plaqueta se introducía en la caja de aluminio,
deslizándose dentro de manera hermética, y se adosaba con cuatro
tornillos phillips, lo que la hacía muy simple de desarmar.
>Este enfoque de módem "inteligente" con CPU simplificó y automatizó
>drásticamente la operación. El Smartmodem fue el primer módem que
>integraba un control total sobre la línea telefónica, funcionando
>exactamente de la misma manera en cualquier ordenador.
Además, podía apilarse un teléfono encima de ella, terminando un diseño
ampliamente copiado por la mayoría de los fabricantes de módems
posteriores: se anunció en abril de 1981. Se lo conoció simplemente como
Smartmodem. Lo cierto es que Hayes había envisionado grandes cosas para
este form-factor apilable del módem (al cual refirió como "Hayes
Stack"). Su intención era lanzar toda una gama de productos mas o menos
conexos que pudiesen apilarse al lado de la computadora. Finalmente,
sólo terminó produciendo dos dispositivos que no eran módems
precisamente: el Hayes Stack Chronograph (un reloj digital externo), y
el Transet 1000, un buffer de impresora que oficiaba de primitivo buzón
de correo electrónico. Las ventas de estos fueron bastante deprimentes.
>La publicidad inicial se refería al Smartmodem como "Hayes Stack
>Smartmodem", pero esta convención de nomenclatura se abandonó poco
>tiempo después.
##Competencia
El mercado tecnológico de 1978 se había presentado virgen, pues
afrontaba el estancamiento (el costo podia simplificarse como como 50
centavos de dólar por baudio. Hayes no vio la necesidad de ser
diferente: comercializó su módem Hayes original de 300 baudios al por
menor, a 299 dólares, lo que le otorgó pingües ganancias.
>Para 1982, Hayes vendía 140.000 módems anuales, con ventas por 12
>millones de dólares (equivalente a 38 millones de dólares actuales).
>Para 1984, momento en que Heatherington abandonó la empresa, esta
>contaba con una participación del 50% en el mercado del sector.
En 1982, en el Comdex de primavera celebrado en Atlantic City, Hayes
presentó su Smartmodem 1200 de 699 dólares, compatible con Bell 212 (el
primer módem práctico todo en uno compatible con Bell 212 de 1200
baudios). El diseño anterior recibió una nueva nomenclatura, Smartmodem
300.
Por los precios que manejaba, escencialmente Hayes podía fabricar "el
Cadillac de los módems", destinando componentes de alta calidad (con la
carcasa de aluminio y panel frontal acrílico con varios indicadores
LED).
Al momento de su presentación, el mercado de módems era bastante pequeño
y los competidores generalmente ignoraron el Smartmodem. Pero no pasó
mucho tiempo para que surtiera efecto entre los aficionados, quienes se
dieron a usar el Smartmodem con nuevos programas de microcomputadoras,
creando los primeros programas prácticos de BBS, las carteleras
electrónicas. Esto fue generando una creciente demanda en el mercado de
las comunicaciones para microcómputo, que floreció a mediados de la
década de 1980. Merced a sus características, el Smartmodem fue por un
tiempo el único módem verdaderamente "universal", imponiendo el dominio
de la marca sobre el sector.
En la medida que el mercado se expandía a comienzos de los 80s,
comenzaron a aparecer competidores arduos en copiar el conjunto de
comandos de Hayes y - a menudo - incluso su diseño industrial. Para
competirle en precio a Hayes, hubo marcas que recurrieron a montar sus
módems con componentes de costo y confiabilidad inferior. Hayes
rápidamente se hizo con la reputación de la mejor calidad.
Por entonces, Hayes era una de las pocas empresas de módems con el
capital y los medios de ingeniería para desarrollar arquitecturas de
módems completamente novedosas. Sin embargo, esta ventaja competitiva
fue solo temporal, ya que no pasó mucho tiempo antes de que las empresas
que ofrecían "clones" de Hayes introdujeran sus propios modelos
derivados de 1200 bit/s.
La novedad de los 1200 baudios no sobrepasó los dos años: en 1984, el
CCITT introdujo su estándar V.22bis que permitía un funcionamiento
confiable a 2400 baudios.
>Crucialmente, fue esta la primera vez que el estándar del CCITT se
>producía por fuera de la anterioridad de la telefónica Bell - golpeada
>por la desregulación telefónica implementada por la gestión Reagan.
Los competidores comenzaron a apretar el acelerador, aprovechando el
período de introducción de los modelos de 2400 baudios según norma de la
CITT, dando lugar al lanzamiento de varios módems de la norma,
especialmente aquellos dedicados por parte de US Robotics y Telebit, en
busca de satisfacer un mercado que implicaba automáticamente la
reducción a la mitad de los costos telefónicos para satisfacer la
demanda del mercado con productos más rápidos.
Otras empresas más ignotas no dejaron pasar la opertunidad tampoco,
seducidas por el mercado anunciado en las revistas del ramo. Entre las
que incorporaron rápidamente V.22bis a sus líneas de productos se
encontraban competidores fabricantes de clones como Everex, Ven-Tel,
Omnitel y Prometheus Products.
Hayes se sumó recién al año siguiente, presentando en 1985 su esperado
Smartmodem 2400 V.22bis a 549 dólares (el Smartmodem de 1200 baudios
también siguió disponible con un descuento). Sin embargo, la aparición
de competidores erosionó la presentación y la obligó a los pocos días a
ir reduciendo el precio, al que ahora se criticaba: para 1987 no
resultaba extraño encontrar módem clones de Hayes de 2400 baudios por
sólo 250 dólares.
> A partir de 1987 los módems dejaron de convertirse en un producto
> premiun en la inductria del cómputo estadounidense.
## Abogadillos
En junio de 1983, Hayes y otros fabricantes habían recibido demandas de
solicitud de licencias por parte de un ignoto fabricante de módems,
BizComp. Esta había presentado una solicitud de Patente en 1980 que
había estado pendiente hasta 1983. Esta abarcaba el uso de "una
secuencia de escape para conmutar entre modo de órdenes y de datos" (al
igual que el Smartmodem). Para 1980 BizComp ya había implementado tal
sistema en sus módems (un año antes que el Smartmodem llegara al
mercado). La propia Hayes también habían presentado una solicitud de
patente a través del sistema aplicable desde 1981, aunque mencionaba el
sistema de escape y los modos sólo superficialmente. En el litigio
Bizcomp ofrecía una tablita de precios a la cual atenerse: una licencia
absoluta por un costo de 2 millones de dólares, con la oferta de aceptar
sólo 500.000 dólares prorrateando un adicional por unidad ya vendidas.
En consecuencia al standing legal de su competidora y gracias a sus
medios, Hayes respondió negociando la adquisición del licenciamiento
absoluto por 2 millones de dólares (5 millones actuales).
Tras de hacerse con la licencia, reescribieron su propia patente para
incluir una extensa sección declarando la idea distintiva noción del
tiempo de guardia (de la que carecía la patente original de Bizcomp),
recibiendo la Patente 4.549.302 "Módem con secuencia de escape mejorada
por mecanismo de tiempo de guardia", de octubre de 1985.
>Hayes comenzó a enviar demandas de cumplimiento a los demás
>fabricantes, cobrándoles el 2% del precio minorista por módem clon de
>Hayes, incluidos aquellos ya construidos y vendidos. Esto dio lugar a
>que varias empresas iniciaran contrademandas por revisión de patentes,
>alegando que el concepto se había utilizado durante mucho tiempo en la
>industria. A esto siguió una avalancha de demandas y contrademandas,
>todo proceso terminó en 1986.
Algún tiempo después, Hayes recibió permiso para presentar demandas ante
un tribunal federal contra los infractores y presentó una demanda
inicial contra los fabricantes de clones baratos del momento, Everex,
Ven-Tel, Omnitel y Prometheus Products. Los competidores lo denominaron
burlonamente "impuesto moderno", y varios fabricantes se coaligaron tras
la introducción de una secuencia de escape independiente del tiempo -
TIES - (que nunca fue tan sólida como el sistema de Heatherington, y no
logró demasiado éxito).
##Subir la velocidad, o perder la punta
La aparición del nuevo estándar hizo creer a Hayes que podría dar con
una nueva técnica de transmisión superior patentada y licenciable, que
le permitiese exprimir más velocidad a sus módems, sobrepasando a la
comptentencia.
En 1987, Hayes propuso su protocolo Hayes Express 96, que permitía
alcanzar los 9600 baudios gracias a la técnica denominada "Ping-Pong"
(debido a la manera en que los módems que la conformaban podían hacer a
pedido hacer "ping-pong" en un enlace half-duplex de alta velocidad de
alta velocidad entre los dos extremos, de manera análoga a los
protocolos propuestos por US Robotics y Telebit). La mejora clave era la
velocidad con la cual podía alternarse el canal, sin renegociar el
enlace. Sin embargo, el Express 96 tuvo una concepción algo tardía, y
fundamentalmente carecía de corrección de errores, lo que lo volvió
menos atractivo que los protocolos tenuemente establecidos de sus dos
competidoras princiales, US Robotics y Telebit.
La lenta entrada de Hayes en el mercado de alta velocidad también dio
lugar a un cisma en el conjunto de comandos AT. Para aceptar o rechazar
ciertos tipos de conexiones, Hayes había agregado al Smartmodem 2400 una
serie de comandos nuevos con el prefijo "&". Las demás empresas que
ofrecían aparatos de 2400 baudios generalmente se movían por el mismo
mecanismo sintáctico. Cuando Hayes pasó su Smartmodem 9600 de 1987,
extendieron aún más el conjunto de comandos AT, recurriendo a la misma
sintaxis. Sin embargo, para entonces las demás empresas se habían
decantado por una instancia propia; US Robotics decidió emplear un
subconjunto incompatible de comandos que usaban el prefijo "&", Microcom
usó "\" y Telebit se basó en configurar una serie de registros en
memoria. Todos estos sobrevivieron durante algún tiempo hasta principios
de los años noventa.
>En general, todas estas desaveniencias implicaron que para finales de
>los años 80, Hayes comenzara a perder prestigio como líder en diseño y
>fabricación de los módems punteros.
A comienzos de 1988, la CCITT introdujo nuevos estándares de alta
velocidad que superaran los anteriores. El primero de ellos - el V.32 -
ofrecía 9600 baudios full-duplex, superando al protocolo Express 96 que
sólo ofrecía las tasas altas en half-duplex conmutable. En 1990, Hayes
presentó el Smartmodem Ultra 96 (que ofrecía ambos protocolos V.32. y
soporte Express 96), y agregó el nuevo sistema de compresión y
corrección de errores conocido como V.42bis (además de MNP). Pero la
defunción de Express 96 fue confirmada por su escasa aplicación, y para
finales del año, Hayes decidió abandonar su protocolo Express 96 en
favor del V.32 - que junto con el soporte MNP se incorporó al Hayes
Smartmodem 9600 "Serie V", a la friolera de 1.199 dólares.
>Los módems V.32 seguían siendo bastante raros y caros, aunque en 1990
>había módems V.32 de terceros disponibles por aproximadamente 600
>dólares estadounidenses.
###V.32bis
Casi inmediatamente después lanzar V.32, la CCITT comenzó el proceso de
estandarizar una variante ligeramente más rápida, la V.32bis de 14.400
baudios. En las competencias anteriores en el rubro de la velocidad, las
empresas que se había definido como punteras habían sido Hayes y US
Robotics. No volvió a ser este el caso: poco después de la ratificación
de V.32bis en 1991, Rockwell introdujo un conjunto de chips de bajo
costo compatible con el nuevo estándar, junto con versiones similares de
V.32 y V.22bis (2400 baudios), todas las cuales soportaban MNP, V.42bis
y , opcionalmente, capacidades de módem-fax V.29 a 9600 baudios. Este
chip rompedor y competitivo se introdujo comercialmente en el
SupraFAXModem 14400 de la ignota Supra Inc., que se convirtió en un gran
éxito de ventas. Pronto hubo cientos de modelos similares en el mercado,
y los competidores de Rockwell también se apresuraron con sus propios
chipsets similares.
Hayes nunca pudo restablecerse como líder del mercado durante este
período.
En el otoño de 1991, introdujeron el Smartmodem Ultra 144 de 799 dólares
que también admitía Express 96, pero para entonces, Express 96 estaba
desprestigiado frente a las nuevas posibilidades de comunicación por fax
y costos menores de los enlaces de datos.
Hayes dividió entonces su línea de módems en dos, los Accura y los
Optima, ofreciendo Accura como un modelo de bajo costo (aunque realmente
el Optima no era muy distinto). Hayes finalmente compró dos de sus
competidores, Practical Peripherals y Cardinal Technologies,
convirtiéndolas en marcas de bajo costo para competir con una avalancha
de empresas de módems con chipsets propios, en el momento en que se
comenzaba a popularizar la Internet.
>A medida que las velocidades aumentaron con la introducción de V.34 y
>V.90, a principios de la década del 90 Hayes comenzó a perder la punta
>en el desarrollo. Para mediados de la década de 1990, sus módems
>también se basaban en el chipset Rockwell y tenían poco que los
>distinguiera realmente de otros proveedores.
Curiosamente, fue el conjunto de chips Rockwell el que volvió a
congeniar los distintos conjuntos de comandos según el estándar de alta
velocidad introducido por Hayes. Conforme se volvían mas comunes los
módems basados en el chipset Rockwell, otras empresas, como AT&T,
Motorola, VIA, etc. se identificaron con él, con lo cual los comandos AT
volvieron a ser idénticos. Rockwell había basado su conjunto de órdenes
en los del Smartmodem de la serie V, lo que cesó en gran parte el cisma.
##Declive y caída
Con el explosivo crecimiento del uso de Internet con microcomputadoras,
Hayes comenzó a percibir que esto alteraría la manera en la cual se
accedía al uso de datos.
### Todo al RDSI
Ya en 1985 habían dado inicio a sus esfuerzos para producir "módems"
RDSI para el consumidor; la empresa apostaba en que el estándar de redes
de datos de servicios digitales que por entonces estaba en los papeles,
se convertiría en la forma de conectarse a internet en los 90s. A
principios de la década de 1990, este era un foco importante de la
empresa.
Sin embargo, a diferencia de algunos países de de Europa (principalmente
Alemania) o Japón, el RDSI simplemente nunca pudo hacer pie entre las
telefónicas del mundo. Todo este modelo se basaba en enlaces
digitalizados punto a punto, y - por tanto - se concetraba especialmente
para líneas troncales de alta velocidad de larga distancia, con 46 o 64
kiloaudios. La telefónica Bell de Estados Unidos nunca estuvo muy
interesada en implementar ISDN, pues hacerlo rehubiese requerido
instalaciones en las premisas del cliente para que sus teléfonos
convencionales funcionaran, lo que hacía que el sistema no fuera
atractivo para un despliegue masivo.
Además, el auge de Internet a mediados de los años 1990 hizo que las
comunicaciones de datos de larga distancia perdiesen su anterior
relevancia, pues los enlaces se trampolineaban independientemente a
través de servidores distribuidos: Tras discar con el módem telefónico a
su proveedor de servicios de Internet local, el usuario podía recibir
servicio de datos datos desde todo el mundo, y esto eliminaba por lo
general la necesidad de llamadas de datos de larga distancia. Como
resultado de este cambio, no había necesidad real de limitar al usuario
a la velocidad de las líneas de larga distancia, lo que dio a las
empresas telefónicas flexibilidad en términos de qué instalar en
premisas. Esta atención la dirigieron al despliegue de Líneas
Asimétricas de Abonado Digital (ADSL), que utilizaban infraestructura de
tendidos existentes y no ocupaban la línea telefónica. Al usuario final
se le ofrecieron velocidades mucho más altas sin necesidad de abandonar
los teléfonos existentes, con el "beneficio" adicional de ayudar a
vincular al usuario con el propio ISP de la compañía telefónica.
Hayes, tras haber apostado los medios de la empresa a un sistema que
nunca se implementó en masa, careció de nuevos productos para
compensarlo. Al intentar diversificar, en enero de 1991 adquirió la
mayoría de los activos del desarrollador de software de red de área
local Waterloo Microsystems Inc de Waterloo, Ontario, y se abocó -
tardíamente - al mercado de sistemas operativos (SO) en junio de 1991
con LANstep, un sistema operativo de red para oficinas pequeñas, para
abandonarlo posteriormente en 1994 ante la dura competencia,
especialmente de Novell NetWare.
Se inició un esfuerzo para ingresar al mercado de ADSL y cablemódems,
pero esta cruzada le implicaría varios años en solidificar, ante lo cual
fue el período en el cual US Robotics se apoderó de fracciones cada vez
mayores del mercado de módems telefónicos de todas las gamas.
### La masacre de los WinModems
El concepto mismo del módem externo que Hayes había abrazado había sido
engendrado de la semilla de la compatibilidad necesaria para conectar
computadoras diversas. Las microcomputadoras hogareñas de los 80s, junto
con las estaciones de trabajo, y las terminales, todas contaban con un
puerto serial Centronics, de mayor o menor similitud y este permitía
operar al módem.
Sin embargo, para mediados de la década de 1990 la compatibilidad se dio
por la adopción de los clones de la microcomputadora IBM PC con el
sistema Windows de Microsoft como eje preferencial para el cómputo de
las masas. Si bien tenían puertos Centronics, todas estas máquinas
contaban con buses compatible que permitía integrar plaquetas de
expansión de baja velocidad: el bus ISA. Sin embargo, la velocidad de
estas (115,200 baudios) era más que suficiente para integrar un módem en
forma de plaqueta electrónica, una capaz de batir por mucho el precio
con el que se comercializaban los módems externos. Simplemente
utilizarían la CPU de la máquina en la tarea de procesamiento. El
inconveniente de los 80s motivado en la necesidad de contar con
detallado seguimiento de múltiples ambientes de cómputo se demostró
superfluo por la amplia difusión de Windows.
De entre todos los fabricantes, US Robotics fue el que más destacó, con
toda una serie de módems internos con capacidad de Fax, y velocidades
cada vez más veloces. Los escasos tiempos de fabricación de estos, así
como la facilidad de hacerlo, y su reducido costo (unos 100 dólares)
implicó que la serie de WinModems terminó desplazando rápidamente a los
módems externos, que nunca bajaron del doble de esta cifra.
### Bajá la persiana
Previendo todo, Hayes declaró bancarrota a finales del 94, para vender
el 49% de las acciones a la empresa a Nortel y una firma de capital de
riesgo con sede en Singapur, y reinventarse como Hayes Corp. En 1997 se
fusionaron con Access Beyond, fabricante de módems en racks, y
servidores de terminales para proveedores de Internet, cambiando
nuevamente de nombre, esta vez a Hayes Communications.
Con el agua al cuello en un momento donde la intenet crecía a pasos
agigantados y el gobierno estadounidense se lanzaba completo a subsidiar
la instalación de troncales de fibra óptica para la Revolución de la
Internet (junto con la burbuja especulativa que luego sería conocida
como "Punto Com"), Hayes pasó a ser sinónimo de "la banda angosta".
Las acciones comenzaron a desplomarse durante el año siguiente, de
alrededor de 12 dólares a principios de 1998 a meros centavos para
octubre, tras lo cual no menos de seis ejecutivos de la firma cobraron
con sus vidas en un publicitado caso de delirio tecnológico.
Hayes no pudo encontrar nueva financiación y en 1999 se liquidaron los
activos de la empresa. La marca fue comprada y revivida por su antiguo
rival Zoom Telephonics en julio de 1999. Zoom continuó usando el nombre
Hayes en algunos de sus productos de cablemódem.