Del ciberespacio interior al exterior
por Martín Salías


Esta vez hablamos sobre Mona Lisa Acelerada, la tercera y ultima parte
de la trilogía iniciada con Neuromante.

En el número 1 de Virus Report hablamos acerca de Neuromante, la novela
de William Gibson que se convirtió en la referencia obligada de la
literatura (y la cultura) cyberpunk. Gibson, que fue quien acuñó el
término ciberespacio, creó en esta primera novela una trama compleja de
corporaciones, redes de redes computadoras rodeando el mundo para formar
la 'matriz', y una serie de personajes muy cercanos al submundo real de
la informática.

En varios reportajes hechos a Gibson a partir del éxito de sus novelas,
él declaró que los personajes y el paisaje de Neuromante estuvo
inspirado más en los videogames que en el underground de la computación,
que por ese entonces no conocía demasiado. Esto hace más interesante,
entonces, el hecho de que los personajes hayan resultados tan
identificables para los verdaderos hackers.

En el número 11 comentamos también la segunda parte de la saga, Conde
Cero, que no resultaba tan impactante como la primera tal vez porque el
entorno en el que se desarrollaba la historia ya era familiar para el
lector, y las nuevas ideas no eran tantas como en sus antecesora. Aquí
la historia se complicaba con la aparición de una serie de deidades
provenientes del rito vudú que parecían haber dominado la matriz del
ciberespacio, y los personajes de la primer novela eran mencionados como
al pasar, siendo reemplazados por nuevos protagonistas, enlazando ambas
historias con referencias a la intriga general de la primer novela.

En Mona Lisa Overdrive (como es su título original), Gibson reúne a
varios de los personajes de la primera y la segunda parte, y construye
una trama más compleja, más rica en detalles, que además deja más claros
muchos puntos 'misteriosos' de las anteriores.

Esta vez los protagonistas son Kumiko, la hija preadolescente de un
líder de la Yakuza (la maffia japonesa); Mona, una prostituta
adolescente analfabeta y adicta al 'wiz', una droga barata; Slick, un
ex-convicto recluído en una fábrica abandonada donde sobrevive y arma
robots como una forma de catársis artística; y Gentry, el dueño de la
fábrica, una especie de vaquero de consola con ideas bastante místicas
sobre el ciberespacio. A ellos se suman, ya adultos, Bobby Newmark,
alias Conde Cero (quien daba nombre a la segunda parte), y su amiga
Angela Mitchell, con los biochips implantados por su padre en el
cerebro, y cuya función quedaba como un misterio sin develar en el
segundo libro.

Y vuelve a aparecer en escena, y a ganarse el papel más atractivo,
Molly, la samurai callejera de Neuromante, la chica que lleva lentes
espejados implantados directamente sobre las órbitas oculares y ve en la
oscuridad. Todos ellos se ven envueltos en un nuevo movimiento de
intereses donde los humanos son utilizados como títeres por entidades
poderosas que son, o componen, la matriz misma, que ha tomado
conciencia.

En medio de la trama, Gibson nos presenta algunos nuevos chiches, como
el Aleph, una especie de 'morada virtual', donde se recrean micromundos
enteros para reunir estructuras de personalidad de vivos y muertos, para
que estos reposen y reciban visitas.

También aparecen mas artefactos basados en bio-chips, como el que Kumiko
recibe de su padre como una guía de Londres, del tamaño aproximado de
una caja de fósforos, que se activa cuando ella lo toma en la palma de
la mano, y activa a Colin, la representación de un inglesito jocoso que
sabe 'todo' lo que ella necesita saber para andar por Inglaterra, y sólo
ella puede ver o escuchar. Este invento, además, también se convierte en
un personaje casi autónomo, y también esconde su misterio. Y por
supuesto, la matriz misma sigue jugando un papel fundamental en la
historia, cada vez más desarrollada, y ahora con la aparición de un
novedoso método de conexión: los electrodos inalámbricos (parece que a
Gibson dejó de parecerle atractiva la idea del usuario 'cableado' a la
consola).

Mona Lisa Acelerada
Minotauro, 338 páginas
(C) William Gibson, 1988
Título original:
Mona Lisa Overdrive