Red de Interconexión Universitaria, septiembre de 1995
Redes y Biología
En estos últimos tiempos se habla, cada vez con mayor frecuencia, del
avance de Internet y de la revolución que significa para las
comunicaciones y para la vida cotidiana en general. Pero, ¿qué cambios
fundamentales aporta para el científico argentino, en especial para
aquel que trabaja en ciencias biológicas?
Un aspecto a tener en cuenta es la posibilidad de una comunicación
eficiente, rápida y barata con cualquier parte del mundo. Para los
investigadores que habitan estas latitudes esto puede revestir una
importancia fundamental, fomentándose la comunicación y la cooperación
entre científicos, tanto del extranjero como del interior del país: la
computación está revolucionando el trabajo de los científicos, no solo
en forma individual, sino en lo que se refiere a su trabajo en conjunto.
Discusiones con colegas que se encuentran mucho más lejos que el
laboratorio vecino pueden realizarse ahora vía correo electrónico,
disminuyendo los problemas y los costos ocasionados por la distancia.
Las comunicaciones persona a persona, antes solo realizadas en casos
especiales y para intercambio de grandes volúmenes de información, son
de esta manera de uso común. Manuscritos, gráficos y grandes cantidades
de material recorren el mundo guiados por herramientas de fácil
utilización, como Mosaic y Gopher. No solo es posible comunicarse con
una persona que se encuentra en un lugar remoto, sino que también
existen grupos de interés sobre determinados temas (1) 2 . Se trata de
foros electrónicos, grupos de discusión y listas de correo electrónico
paralelas para ser utilizados por científicos de todo el mundo. Este
servicio, que tiene como objetivo promover la comunicación entre
profesionales e investigadores de las ciencias biológicas y médicas,
cubre temas tan diversos como oncología, botánica, diagnóstico en
pediatría o la mujer en la biología.
Sin embargo, la reestructuración de la comunicación científica de mayor
alcance de Internet la constituye el acceso instantáneo y, en la mayor
parte de los casos, gratuito, a enormes volúmenes de información
disponible. Esta facilidad de acceso está complementada por una
facilidad similar de creación. Miles de laboratorios y universidades ya
han creado WWW homepages, que proporcionan caminos de navegación hacia
diversos tipos de información; una colección de casi todos los
servidores relacionados con las ciencias biológicas y médicas en el WWW
es mantenida en Harvard 3 , actualizada con una frecuencia aproximada de
dos veces por mes.
Las bases de datos abiertas a todos los miembros de una disciplina
científica ofrecen grandes posibilidades para la explotación científica
de la red. Lleva solo un momento entender por qué: basta con imaginar un
acceso instantáneo a los resultados relevantes producidos por cualquier
laboratorio en el mundo antes de realizar el propio experimento;
asimismo, puede pedirse ayuda a miles de colegas para interpretar un
resultado inexplicable. Por ejemplo, cualquier biólogo molecular puede
hacer uso de GenBank/Entrez 4 , la base de datos del NIH de todas las
secuencias de proteínas y nucleótidos conocidas hasta el momento. Se
incluye, al recibir la información solicitada, referencias
bibliográficas, una concisa descripción de la secuencia, nombre
científico y taxonomía del organismo del que se extrajo el material, y
una tabla de características, regiones codificantes y otros ítems de
interés biológico. En un nivel fundamental, estos recursos de la red son
equivalentes a guardar bases de datos localmente, pero sin consumir
recursos. Además, existen ventajas adicionales: por ejemplo, WWW Entrez
incluye links a imágenes y coordenadas de proteínas cuya estructura ha
sido resuelta; un servidor del NIH 5 puede rotar la estructura de una
proteína cualquiera a una conformación preferencial y enviarla a un
visualizador molecular interactivo en una PC de un usuario. Se engloban
así muchas de las características de bases de datos sofisticadas y
sistemas de análisis de datos.
Por otra parte, el WWW alienta links entre las bases de datos. El
parangón de esta interpelación es el Sequence Retrieval System (SRS) 6 ,
que interconecta alrededor de dos docenas de bases de datos. En esencia,
unió a muchas de las mayores bases de datos del mundo en una única
estructura abarcativa y comprensible.
Otro beneficio adicional del WWW es la facilidad con la que estructuras
de datos complejas, jerárquicas, pueden presentarse de una forma
accesible e inteligible. La posibilidad de separar diferentes niveles de
información hizo posible, por ejemplo, la versión en Internet de FlyBase
(base de datos acerca de Drosophila melanogaster), que virtualmente
reemplaza al Libro Rojo 7 . Asimismo, varias bases de datos de
diferentes modelos animales están disponibles en el WWW 8 .
Alejándonos ya de las bases de datos, la información ofrecida en la red
es muy diversa. Desde publicaciones electrónicas, referencias
bibliográficas 9 o adelantos de abstracts de los artículos publicados
por revistas científicas, hasta información académica sobre cursos,
doctorados, etc., ofrecida por las distintas instituciones, puede
encontrarse material de utilidad para muy diversas disciplinas, tanto
para investigadores, profesionales docentes o estudiantes.
Sin embargo, no hay que olvidar que tanto o más importante que el acceso
al inmenso volumen de información disponible, es la posibilidad de que
esta nueva infraestructura se convierta en una voz para los científicos
argentinos. Se cuenta hoy con la oportunidad de ofrecer al resto del
mundo resultados e información valiosa, de hacer conocer los puntos de
vista, las necesidades, la forma de trabajar, de enseñar y de sobrevivir
de los científicos latinoamericanos.