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"El fascismo del byte" por naked_punck
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El cambio en los términos de uso de Whatsapp originó una
migración masiva de usuarios a Telegram. Hace varios días que mi
"feed" de Telegram recibe unos 3 o 4 usuarios nuevos al día,
cosa improbable antes.
Zuckerberg quiso, creo yo, legalizar algo que de hecho ya hacía:
la triangulación loca de datos entre Instagram, Facebook y
Whatsapp. Un triángulo de información perfecto: las nimiedades
del cotidiano de nuestros chats de Whatsapp, las cosas
superfluas que nos gustan en Instagram y un cumulo inmenso de
información absorbida por Facebook.
Por supuesto que esta reducción simplista y de pretensiones
literarias se queda muy lejos de la realidad de la cuestión.
Facebook maneja mucha plata no solo desde la publicidad interna,
sino también de otros de sus servicios; hoy día hay mucho
streaming que pasa por allí.
Me gustaría sentirme optimista respecto a la migración hacia
Telegram. Pero no puedo. No porque sea un pesimista incurable.
Un poco tal vez si. No es este el caso. Telegram tampoco es una
panacea. Cualquiera que tenga minimos conocimientos del tema, lo
sabe.
La realidad es la siguiente: las empresas y los malvados del
mundo nos han ganado. ¿Por qué digo esto? Cuando en la sociedad
el discurso que impera es del tipo:
"No me importa que me espien, no tengo nada que esconder, además
ni que fuera tan importante, y en última instancia, ya saben
todo de mi."
Significa que la batalla ya se perdió. A nadie le importa,
porque ya se da por hecho que estas empresas se manejen así y es
natural. Fin de la cuestión.
Lo que mas me enerva es el mensaje repetido, casi con orgullo y
en tono de superioridad y el ninguneo constante a quienes nos
paramos a pensar esto desde otra perspectiva. Desde una más
critica. No somos iluminados. Venimos hablando de esto desde
hace 20 años o más.
La sociedad ha cambiado muchisimo en los últimos 15 años. Quizás
más rápido que en los últimos 100. Esto que digo no es nada
nuevo. La aparición de los smartphones cambió radicalmente
nuestro modo de interactuar y relacionarnos. Nunca las
relaciones humanas estuvieron tan mediadas. ¿Alguna vez lo
estuvieron? Si, por supuesto. Los Estados y la cultura son
mediadores en las relaciones humanas. Hoy en día, el mayor
mediador entre mi persona y un futuro interes sexual es Tinder,
Facebook, Instagram. Ellos deciden quien me puede gustar.
Hoy en día si alguien decide no tener celular, lo primero que se
puede pensar de esa persona, es que se trata de un marginal que
no puede adquirir un smartphone. Jamás se lo pensará como un
invididuo que por A o por B decidió NO tener un telefono movil.
Probablemente esa persona no tenga un celular por una decisión
POLITICA.
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A la sociedad todavía le cuesta concebir que la tecnología es un
hecho politico. Por eso, al común de la gente le cuesta
comprender a quienes decidimos no utilizar spotify, descargar la
música y montar nuestro propio spotify pirata. Montar tus
propios servidores es una decisión politica consciente. Usar
cualquier servicio por default y por comodidad es una decisión
politica, la mayoría de las veces, inconsciente. Cuando lo hacen
conscientemente, se vuelve al discurso anterior: "y a quien le
importa mis datos..."
Incluso la orgullosa Europa, que siempre parece estar a la
vanguardia de la protección de datos, poco puede hacer. Porque
al Parlamento Europeo le interesan las leyes y que se cumplan,
pero más le interesa que cuando Facebook o Google no cumplen con
sus normativas, paguen multas. Vueltos minimos para seguir
operando sin cambios.
¿Acaso Europa podra mantenerse fuera de este cambio en los
terminos de uso por mucho más tiempo? Lo dudo. Billetera mata
ley.
Es odioso recurrir al fascismo, pero es el ejemplo más simple
que se me ocurre.
En 1939 Alemania se encaminaba a ser ama absoluta de Europa. Era
fácil ser nazi. No había muchas alternativas, tampoco. Pero
siempre existieron enemigos internos dentro del nazismo y del
fascismo. Incluso en los momentos en que el regimen estaba en su
máximo "esplendor". La resistencia sabía que había perdido la
batalla abierta. Que era imposible ganar.
Que los nazis habían ganado y no se podía hacer más nada, salvo
resistir desde las penumbras. Esperar. Esperar a que las brumas
se disipen para poder salir luego a amasijar nazis.
El nazismo y el fascismo cayeron, aunque sus metodologías
persistieron. No es nada nuevo decir que Google y Facebook son
dignos herederos de aquellos regimenes. Estamos en el momento
más algido de estas mega corporaciones. La batalla ya la
perdimos, colegas. Desde lo cultural, hemos sido vencidos. Han
convencido al mundo entero. Si Goebbels lo hizo utilizando la
radio y la televisión, ¿cómo no lo van a hacer un puñado de
algoritmos y aplicaciones que abosorben datos procesados por las
computadoras más poderosas del planeta?
Si, la batalla la perdimos, colegas.
Pero, como decía el poeta:
No te des por vencido, ni aun vencido.
No te sientas esclavo, ni aun esclavo.
Tenemos de nuestro lado el software libre y su comunidad, que
nos ayudará siempre a luchar contra los malosos de siempre que
nos quieren cagar.
