¿Como edito archivos MIDI en Ubuntu?
En su clásico Conducción Política, un didáctico Juan Perón expone la
teoría de la acción territorial y el contacto poblacional directo para
lograr la mayor influencia política, toda vez que enseña a utilizar
MidiEditor, el potente editor musical en Ubuntu.
(...) "Indudablemente que Conducir es un arte, y como tal tiene su
técnica y tiene su teoría. Y que conociendo estas es mucho más fácil
conducir que ignorándolas.
Para conducir un pueblo, la primera condición que debe reunir un
Condurctor es haber salido del Pueblo, debe sentir y pensara como el
Pueblo. Quien se dedica a la conducción debe ser profundamente
humanista. El Conductor siempre trabaja para los demás, jamás para él.
Sin embargo, no todas las situaciones pueden ser propicias. La
disgregación entre los estamentos medios y altos de la conducción son
excrecencias que obedecen a no representar este principio fundamental
del Arte de la Conducción. En nuestro caso esto es prohibitivo e
imperdonable, pero no podemos evitar notar que se produce en casi todas
las organizaciones mayores, incluso en aquellas que dejan su huella en
la historia. Desde la organización en la tribu, la ciudad y el estado,
estas problemáticas, si bien indeseables, se tornan nominales y forman
parte del quehacer diario. El objetivo a futuro siempre implica
reconocer este problema y resolverlo compartiendo valores. Sólo de esta
forma tanto el Conductor como su pueblo obrarán por natural extensión y
sin requerir de diferenciaciones táctico-estratégicas adhoc o
improvisadas.
Un ejemplo suele explicarlo todo, como decía Napoleón. No se puede
gobernar con Bigdata, instagram, snapchat, o perdiendo el tiempo con el
espejito de color de moda. Las amplias extensiones de nuestro país -
despoblado de por sí - requieren de un avezado Conductor capaz de tejer
alianzas sociales tendientes a lograr el dominio del terreno de la
acción. En esta visión a lo indio, el comando queda en él, pero el
control quedará delegado naturalmente en quienes se llamaban caciques o
capitanejos, y empeñarán su chusma y hombres de lanza para conseguir los
objetivos planteados desde la Conducción. Sin estos prácticos de nivel
medio, en estas condiciones particulares del tiempo y el espacio, es
imposible obrar.
Nuestros adversarios tienen menos calle que Venecia. Nuestro deber
fundamental es hacer pesar la valía del dominio del terreno político,
que nunca se presenta asfaltado, y extender nuestro sistema de comando y
control a través de valores que son nuestros. Una vez logrado el
objetivo de la práctica Conductiva, las realizaciones se tornarán
automáticas, y se habrá resuelto en gran medida los requerimientos de
información técnica en tiempo y forma, permitiéndose así un relevamiento
de los objetivos más veloz y eficiente.
Por ahora, nuestros hombres en el terreno son quienes ejercen un control
humano en la recopilación, extracción de datos georreferenciados, y
permiten que su explotación sea mucho más efectiva por parte del
conductor, que un supuesto esquema de machine-learning ideado por un
lego en la política. En estas cosas no se puede inventar. Puntero mata
web UI y justicialismo mata bigdata. En esto un Conductor oficia de
orquestador y Maestro Director, ofreciendo a su olfato político lo mismo
que un director de orquesta hace a su oído. De esta forma orienta sus
instrumentos políticos en una pieza coherentemente concebida, en la que
la sumatoria de las individualidades políticas ejecutan una idea-fuerza
común que el Conductor lleva a cabo.
Es sabido que en el Software Libre, esta musicalidad se lleva a cabo por
medio de distintos paquetes de software de composición y ejecución: los
secuenciadores MIDI. Este tipo de programas se encargan de utilizar el
lenguaje estandarizado digital para instrumentos digitales, el MIDI.
Este consiste en una secuencia de órdenes que describen notas musicales
y determinados efectos estilísticos, y pueden servirse electrónicamente
a toda una panoplia de instrumentos compatibles con el mismo.
Los cuales pueden ser sintetizadores electrónicos o directamente
sintetizadores virtuales por software . En tanto, los archivos
específicos, los cuales son de muy escaso tamaño, disponen de la
extensión MID.
Ahora bien, en nuestro sistema GNU con Linux contamos con muchos
paquetes orientados a este tipo de manejo orquestal. Uno de los más
logrados por su utilidad, sobre todo para quienes componen MIDI, es
precisamente el MidiEditor.
Se trata de un software libre que provee una interfaz gráfica para
editar, grabar y reproducir datos musicales de formato MIDI. El editor
es capaz de abrir archivos MIDI existentes y modificar su contenido.
Podremos con él crear archivos nuevos, o bien podremos realizar una
nueva composición musical desde ser ya sea grabando la información MIDI
a través de un dispositivo MIDI compatible, un controlador MIDI, piano
digital o teclado), y bien manualmente creando nuevas notas u otros
eventos MIDI. Las información grabada podrá ser fácuilmente cuantificada
y editada a través de la simple interfaz coloreada. Esta herramienta
multiplataforma ha sido escritqa en C++ y QT, y está liberada bajo
Licencia GNU GPLv3.
Su instalación es sencilla gracias a la existencia de un paquete
específico. Podremos hacerlo desde la terminal abriendo una consola con
Ctrl+Alt+T e ingresando los siguientes Comandos de Organización:
cd ~/Descargas/ ;
wget
https://github.com/markusschwenk/midieditor/releases/download/3.3.0/midieditor_3.3.0-1-amd64.deb ;
sudo apt install gstreamer1.0-doc gstreamer1.0-tools libglib2.0-doc libgstreamer1.0-dev libpulse-dev libqt5designercomponents5 libqt5webkit5-dev qt5-assistant qtmultimedia5-dev qttools5-dev-tools ;
sudo dpkg -i midieditor_3.3.0-1-amd64.deb ;
Una vez descargada e instalada la paquetería, podremos iniciar el
programa desde Aplicaciones / Sonido y Música / MidiEditor.
Como os he dicho, podremos utilizar instrumentos MIDI conectados a
nuestro equipo, o bien instrumentos virtuales. De entre ellos, uno de
los más extendidos y sencillos es FLUID Synth, capaz de ejecutar
Soundfonts. A tal efecto, podremos ejecutar dicho sintetizador virtual y
emplearlo como dispositivo MIDI de salida (MIDI Output), desde el menú
MIDI / Settings. La interfaz del Editor MIDI se compone de un panel
piano a la derecha, pero principalmente consta de un visualizador
gráfico de eventos tipo pianola que describe con distintos colores las
presiones de las teclas.
En la sección superior contaremos con los botones de los controles de
navegación para la pieza, junto con los de grabación y reproducción,
control de loop y de sección punch-in de grabación.
En la parte derecha podremos programar los canales o las pistas MIDI,
elegir una activa para grabar, verlas o desactivarlas.
Al presionar el botón Grabar podremos utilizar nuestro controlador para
introducir notas o eventos, que quedarán registrados en memoria volátil.
Al finalizar la grabación, se nos presentará un cuadro de diálogo que
describirá cuáles eventos queremos almacenar definitamente (normalmente
serían todos, pero podríamos querer deseleccionar algunos). Estos se
tratan de los eventos de notas on/off, los cambios de controladores,
eventos de rueda de pitch, de pedal, cambios de programa (salto de
parche), y sobre todo la presión de las teclas (velocity). Estos son
importantes si tenemos un teclado con sensibilidad pues podremos afinar
los mismos detalladamente si lo deseamos. Las acciones permiten el
clásico y útil cuantizado o adherir eventos a la rejilla (grid), que nos
permiten acomodar o emparejar las notas al compás preestablecido.
Incluso podremos variar el porcentaje para dejar una reproducción más
humana o hacer una emparejada maquinal, dependiendo de nuestro gusto.
Las herramientas de selección de eventos son poderosas. Podremos elegir
de a un evento o graficando con una caja para armar secciones,
seleccionar antes o a partir de la linea de tiempo. Posteriormente
podremos estirar su duración proporcionalmente o desplazarlos.
En la parte inferior podremos programar la altitud de diferentes
parámetros de control, ya sea en forma parametrizada o a mano alzada.
Estos datos pueden ser el tempo, o mas usualmente la graficación directa
de datos de eventos de control velocity o de pitch bend, entre otros.
El programa es sencillo y al pié, pero potente en sus capacidades de
edición. Como tal es una opción interesante como herramienta inicial de
proceso para la producción de nuestras pistas MIDI, o incluso para hacer
correcciones importantes en su estructuración e instrumentación.
Podremos encontrar el manual de MidiEditor (en inglés) aquí.