La Sociedad Industrial y su Futuro
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Por Ted Kaczynski
Bajo el seudónimo de FC (Freddom Club)

19 de septiembre de 1995


INTRODUCCIÓN

1. La Revolución Industrial y sus consecuencias han sido
un desastre para la raza humana. Ha aumentado enormemente
la expectativa de vida de aquellos de nosotros que
vivimos en paises «avanzados», pero ha desestabilizado
la sociedad, ha hecho la vida imposible, ha sometido a los
seres humanos a indignidades, ha conducido a extender el
sufrimiento psicológico (en el tercer mundo también el
sufrimiento físico) y ha infligido un daño severo en el
mundo natural. El continuo desarrollo de la tecnología
empeorará la situación. Ciertamente someterá a los
seres humanos a grandes indignidades e infligirá gran
daño en el mundo natural, probablemente conducirá a un
gran colapso social y al sufrimiento psicológico, y puede
que conduzca al incremento del sufrimiento físico incluso
en paises «avanzados».

2. El sistema tecnológico-industrial puede sobrevivir o
puede fracasar. Si sobrevive, PUEDE conseguir eventualmente
un nivel bajo de sufrimiento físico y psicológico,
pero sólo después de pasar a través de un periodo de
ajuste largo y muy penoso y sólo con el coste permanente
de reducir al ser humano y a otros muchos organismos
vivos a productos de ingeniería y meros engranajes de la
maquinaria social. Además, si el sistema sobrevive, las
consecuencias serán inevitables: no hay modo de reformar
o modificar el sistema así como prevenirlo de privar a
la gente de libertad y autonomía.

3. Si el sistema fracasa las consecuencias aún serán
muy penosas. Pero cuanto más crezca el sistema más
desastrosos serán los resultados de su fracaso, así
que, si va a fracasar, será mejor que lo haga antes
que después.

4. Por eso nosotros abogamos por una revolución contra
el sistema industrial. Esta revolución puede o no usar
la violencia: puede ser súbita o puede ser un proceso
relativamente gradual abarcando pocas décadas. No podemos
predecir nada de eso. Pero sí delineamos de una forma
general las medidas que aquellos que odian el sistema
industrial deberían tomar para preparar el camino para
una revolución contra esta forma de sociedad. No debe
ser una revolución POLíTICA. Su objeto no será derribar
gobiernos, sino las bases económicas y tecnológicas de
la sociedad actual.

5. En este artículo prestamos atención sólo a algunos
de los acontecimientos negativos que han engordado
demasiado con el sistema tecnológico-industrial. Además,
mencionamos tales acontecimientos sólo brevemente o
los ignoramos en su totalidad. Esto no quiere decir que
observemos estos otros acontecimientos como triviales. Por
razones prácticas, tenemos que limitar nuestras
discusiones a áreas que no han recibido suficiente
atención del público o en las cuales tenemos algo nuevo
que decir. Por ejemplo, desde que están bien reveladas
las tendencias ambientales y desérticas, hemos escrito
muy poco sobre la degradación del medio o la destrucción
de la naturaleza.salvaje, incluso aunque consideremos esto
de gran importancia.




## LA PSICOLOGíA DEL IZQUIERDISMO MODERNO

6. Casi todo el mundo estará de acuerdo en que vivimos
en una sociedad profundamente molesta. Una de las
manifestaciones más extendidas de la locura de nuestro
mundo es el izquierdismo, así que una discusión sobre
la psicología del izquierdismo nos puede servir de
introducción al debate de los problemas de la sociedad
moderna en general.

7. Pero, ¿qué es el izquierdismo? Durante la primera
mitad del siglo XX pudo ser prácticamente identificado
con el socialismo. Hoy el movimiento está fragmentado y
no está claro a quién se le puede llamar propiamente
izquierdista. Cuando en este artículo hablamos de
izquierdistas pensamos principalmente en socialistas,
colectivistas, «políticamente correctos», feministas,
activistas por los homosexuales y los discapacitados,
activistas por los derechos de los animales. Pero no todos
los que están asociados en uno de estos movimientos es un
izquierdista. A lo que intentamos llegar es que no es tanto
un movimiento o una ideología como un tipo psicológico,
o, mejor dicho, una colección de tipos relacionados. Así,
lo que queremos decir con «izquierdista» aparecerá
con más claridad en el curso de la discusión de la
psicología izquierdista. (También, ver párrafos
227-230).

8. Incluso así, nuestra concepción quedará menos
clara de lo que desearíamos, pero no parece haber
ningún remedio para esto. Todo lo que intentamos hacer
es indicar de una manera tosca y aproximada las dos
tendencias psicológicas que creemos son las principales
fuerzas conductoras del izquierdismo moderno. Con esto no
pretendemos estar diciendo TODA la verdad. Además, nuestra
discusión sólo se ciñe al izquierdismo moderno. Dejamos
abierta la pregunta de con qué extensión puede ser
aplicada al izquierdismo del siglo XIX y principios del XX.

9. Las dos tendencias psicológicas que sirven de base
al izquierdismo moderno las llamamos «sentimientos
de inferioridad» y «sobresocialización». Los
sentimientos de inferioridad son característi-cos de todo
izquierdismo, mientras que la sobresocialización es sólo
característica de un determinado segmento del izquierdismo
moderno, pero este segmento es altamente influyente.




## SENTIMIENTOS DE INFERIORIDAD

10. Por «sentimientos de inferioridad» no sólo nos
referimos a los sentimientos de inferioridad en el sentido
estricto, sino a todo el espectro de rasgos relacionados:
baja autoestima, sentimientos de impotencia, tendencias
depresivas, derrotismo, culpa, autoaborrecimiento,
etc. Argumentamos que algunos izquierdistas modernos
tienden a tales sentimientos (más o menos reprimidos)
y que éstos son decisivos en determinar la dirección
del izquierdismo moderno..

11. Cuando alguien interpreta como despectivo casi todo
lo que se dice de él (o acerca de grupos con quienes
se identifica), concluimos que tiene sentimientos de
inferioridad o baja autoestima. Esta tendencia está
pronunciada entre los defensores de los derechos de
las minorías, tanto si pertenecen como si no a la
minoría cuyos derechos defienden. Son hipersensibles
sobre las palabras usadas para designar a éstas. Los
términos «negro», «oriental», «discapacitado»,
«pollito» para un africano, un asiático, una persona
imposibilitada o una mujer originariamente no tenían una
connotación despectiva. «Broad» y «pollito» eran
simplemente los equivalentes femeninos para «tío»,
«caballerete» o «mozo». Las connotaciones negativas
han sido agregadas a estos términos por los propios
activistas. Algunos defensores de los derechos de
los animales han ido tan lejos como para rechazar la
palabra «mascota» e insistir en su reemplazamiento por
«animal de compañía». Antropólogos izquierdistas
llegan demasiado lejos al no querer decir nada acerca
de personas primitivas que pueda ser interpretado como
negativo: quieren reemplazar la palabra «primitivo» por
«iletrado». Parecen casi paranoicos sobre cualquier
cosa que les sugiera que alguna cultura primitiva es
inferior a la nuestra. (No queremos decir que las culturas
primitivas SON inferiores a la nuestra. Solamente apuntamos
la hipersensibilidad de estos antropólogos).

12. Aquellos que son más delicados sobre la terminología
«políticamente correcta» no son los negros medios
habitantes del gueto, inmigrantes asiáticos, mujeres
maltratadas o personas imposibilitadas, sino una minoría
de activistas, muchos de los cuales no pertenecen a
ningún grupo «oprimido», sino que provienen de estratos
sociales privilegiados. La corrección política tiene
su mayor arraigo entre los profesores de universidad, los
cuales tienen empleo seguro con salarios confortables y,
la mayoría de ellos, son varones blancos heterosexuales
de familias de clase media.

13. Muchos izquierdistas tienen una intensa
identificación con los problemas de grupos que tienen
una imagen de débiles (mujeres), derrotados (indios
americanos), repelentes (homosexuales), o por lo que sea
inferiores. Nunca admitirán en su fuero interno que tienen
tales sentimientos, pero es precisamente por su visión de
estos grupos como inferiores por lo que se identifican con
sus problemas. (No sugerimos que las mujeres, los indios,
etc., SON inferiores; sólo estamos haciendo un apunte
sobre la psicología izquierdista).

14. Las feministas están ansiosamente desesperadas por
demostrar que las mujeres son tan fuertes y tan capaces
como los hombres. Ellas están claramente machacadas por
el miedo de que las mujeres puedan NO ser tan fuertes y
capaces como los hombres.

15. Los izquierdistas odian todo lo que tenga una imagen de
ser fuerte, bueno y exitoso. Ellos odian América, odian
la civilización occidental,.odian a los varones blancos,
odian la racionalidad. Las razones que dan para odiar
occidente, etc. claramente no coinciden con sus motivos
reales. DICEN que odian occidente porque es guerrero,
imperialista, sexista, etnocéntrico, pero cuando las
mismas faltas aparecen en países socialistas o culturas
primitivas, encuentran excusas para ellos o, como mucho,
lo admiten REFUNFUÑANDO, mientras que señalan (y muchas
veces exagerando en exceso) estas faltas cuando aparecen en
civilizaciones occidentales. Así, está claro que estas
faltas no son los motivos reales para odiar América y
occidente: odian América y occidente porque son fuertes
y exitosos.

16. Palabras como «autoconfianza», «seguridad en
uno mismo», «iniciativa», «empresa», «optimismo»,
etc. juegan un papel muy pequeño en el vocabulario liberal
e izquierdista. El izquierdismo es antiindividualista,
es procolectivista. Quieren a la sociedad para resolver
las necesidades de todo el mundo por ellos, para cuidar de
ellos. No es la clase de personas que tienen un sentido
interior de confianza en sus propias habilidades para
resolver sus propios problemas y satisfacer sus propias
necesidades. El izquierdista es antagonista al concepto
de competición porque, interiormente, se siente como
un perdedor.

17. Las formas de arte que apelan a los intelectuales del
izquierdismo moderno tienden a enfocarse en la sordidez,
la derrota y la desesperación o, por otro lado, toman
un tono orgiástico, renunciando al control racional,
como si no hubiera esperanza de lograr nada a través
del cálculo racional y todo lo que ha quedado fuera el
sumergirse en la sensación del momento.

18. Los filósofos izquierdistas modernos tienden a
rechazar la razón, la ciencia, la realidad objetiva e
insisten en que todo es culturalmente relativo. Es cierto
que uno puede hacer preguntas serias sobre los fundamentos
del saber científico y sobre todo cómo el concepto de
realidad objetiva puede ser definido. Pero es obvio que
estos filósofos no son simplemente lógicos de cabeza
fría que sistemáticamente analizan los fundamentos del
conocimiento. Están profundamente envueltos emocionalmente
en su ataque a la verdad y a la realidad. Atacan estos
conceptos por sus necesidades psicológicas. Por una
cosa, su ataque es una salida para la hostilidad, y al
ser exitoso, satisface el impulso por el poder. Más
importante, los izquierdistas odian la ciencia y la
racionalidad porque clasifican ciertas creencias como
verdaderas (es decir, éxito, superior) y otras creencias
como falsas (es decir, fracaso, inferior). Los sentimientos
izquierdistas de inferioridad corren tan profundamente
que no pueden tolerar ningún clasificación de algo
como exitoso o superior y otra cosa como fracasada o
inferior. Esto también subraya el rechazo de muchos
de enfermedad mental y de la utilidad de las pruebas
de inteligencia. Son antagonistas de las explicaciones
genéticas de las habilidades o conductas humanas porque
estas explicaciones tienden a hacer aparecer a algunas
personas como superiores o inferiores a otras. Prefieren
dar a la sociedad el mérito o la culpa para una habilidad
o carencia individual. Así, si una persona es «inferior»
no es su culpa, sino de la sociedad, porque no ha sido
educada correctamente.

19. El izquierdista no es típicamente la clase de persona
de la que sus sentimientos de inferioridad hacen de ella
un bravucón, un egoísta, un valentón, un promotor de
sí mismo, un competidor cruel. Esta clase de persona no
ha perdido totalmente su confianza. Tiene un déficit en
su sentido de poder y en su valor, pero aún se puede
concebir teniendo la capacidad para ser fuerte, y sus
esfuerzos por fortalecerse producen su comportamiento
desagradable. Alegamos que TODOS, o casi todos,
los fanfarrones y los competidores despiadados sufren
sentimientos de inferioridad. Pero el izquierdista está
demasiado lejos para eso. Sus sentimientos de inferioridad
están tan arraigados que no puede concebirse como un
individuo fuerte y valioso. De ahí el colectivismo del
izquierdista: sólo puede sentirse fuerte como miembro de
una organización grande o un movimiento de masas con el
cual identificarse.

20. Atención a la tendencia masoquista de las tácticas
izquierdistas. Protestan tumbándose ante los vehículos,
provocan intencionadamente a la policía o a los racistas
para que los maltraten, etc. Estas tácticas a menudo
pueden ser efectivas, pero muchos las usan, no como
medios para un fin, sino porque PREFIEREN tácticas
masoquistas. El odio por uno mismo es la característica
izquierdista.

21. Pueden pretender que su activismo está motivado por
la compasión o por principios morales, y los principios
morales juegan un papel para los izquierdistas del tipo
sobresocializado, pero la compasión y los principios
morales no pueden ser los principales motivos para su
activismo. La hostilidad es un componente demasiado
distinguido del comportamiento izquierdista, de igual
manera que el impulso por el poder. Además, muchos de
los comportamientos izquierdistas no están racionalmente
calculados para servir de beneficio a la gente a quienes
claman estar intentando ayudar. Por ejemplo, si uno cree
que las acciones afirmativas son buenas para la gente
negra, ¿tiene sentido el demandar acciones afirmativas
en términos hostiles o dogmáticos? Obviamente será
más productivo tomar una aproximación diplomática y
conciliadora que por lo menos haga concesiones verbales
y simbólicas a las personas blancas que piensan que las
acciones afirmativas los discriminan. Pero los activistas
izquierdistas no tomarán semejantes aproximaciones
porque no satisfarán sus necesidades emocionales. Ayudar
a la gente negra no es su verdadera finalidad. En vez,
los problemas raciales sirven para ellos como una excusa
para expresar su propia hostilidad y frustración por su
necesidad de poder. Haciendo.esto ellos realmente hacen
daño a la gente negra, porque la actitud hostil de los
activistas hacia la mayoría blanca tiende a intensificar
el odio racial.

22. Si nuestra sociedad no tuviera ningún problema
social, tendrían que INVENTAR problemas con objeto de
proporcionarse una excusa para organizar un alboroto.

23. Enfatizamos que lo precedente no pretende ser una
descripción exacta de todo el mundo que pueda considerarse
un izquierdista. Es sólo una indicación tosca de una
tendencia general.




## SOBRESOCIALIZACIÓN

24. Los psicólogos usan el término
«socialización» para designar el proceso por el cual los
niños son entrenados para pensar y actuar como demanda la
sociedad. Se dice que una persona está bien socializada
si cree y obedece el código moral de su sociedad y encaja
bien como parte del funcionamiento de ésta. Puede parecer
con poco sentido decir que muchos izquierdista están
sobresocializados, desde que el izquierdista es percibido
como un rebelde. Sin embargo, la posición puede ser
defendida: muchos no son tan rebeldes como parecen.

25. El código moral de nuestra sociedad es tan exigente
que nadie puede pensar, sentir y actuar de una forma
completamente moral. Por ejemplo, se supone que no
podemos odiar a nadie, sin embargo casi todo el mundo
odia a alguien alguna vez, bien se lo admita a sí mismo
o no. Alguna gente está tan altamente socializada que
intenta pensar, sentir y actuar moralmente, imponiéndose
una severa carga. Con objeto de eludir sentimientos de
culpa, continuamente tienen que engañarse sobre sus
propios motivos y encontrar explicaciones morales para
sentimientos y acciones que en realidad no tienen un origen
moral. Usamos el término sobresocializado para describir a
tales personas. Durante el periodo Victoriano mucha gente
sobresocializada sufrió serios problemas psicológicos
como resultado de reprimir o del intento de represión de
sus sentimientos sexuales. Freud aparentemente basa sus
teorías en gente de este tipo. Hoy en día el foco de la
socialización se ha trasladado del sexo a la agresión.

26. La sobresocialización puede conducir a una baja
autoestima, a sentimientos de impotencia, al derrotismo,
a la culpa, etc. Uno de los más importantes recursos
por los cuales nuestra sociedad socializa a los niños
es haciéndolos sentir avergonzados del comportamiento
o del habla que es contraria a las expectativas de la
sociedad. Si esto es excesivo o si un chico en particular
es especialmente sensible a tales sentimientos, acaba por
sentirse avergonzado de Sí MISMO. Además el pensamiento
y el comportamiento de la persona sobresocializada están
más restringidos por las expectativas de la sociedad
de lo que lo están los de aquellas personas levemente
socializadas. La mayoría de la.gente ajusta en una
cantidad significativa de comportamiento travieso. Mienten,
cometen robos despreciables, violan las normas de
tráfico, holgazanean en el trabajo, odian a alguien,
dicen cosas rencorosas o usan trucos para ponerse por
delante de otro sujeto. La persona sobresocializada
no puede hacer estas cosas, o si las hace le generan
un sentimiento de vergüenza y autoaborrecimiento. La
persona sobresocializada incluso no puede experimentar,
sin culpabilidad, pensamientos o sentimientos que son
contrarios a la moralidad aceptada; no puede tener ideas
«impuras». Y la socialización no es sólo un problema de
moralidad; estamos socializados para confirmar mucha normas
de comportamiento que no están bajo el encabezamiento
de la moralidad. Así la persona sobresocializada está
retenida con una correa psicológica y pasa su vida
corriendo por los railes que la sociedad ha tendido para
él. En mucha gente sobresocializada esto resulta en un
sentido de coacción e impotencia que puede ser una severa
pena. Sugerimos que la sobresocialización está entre las
crueldades más serias que los seres humanos se infligen
unos a otros.

27. Deducimos que un segmento muy importante e influyente
de la izquierda moderna está sobresocializado y
que su sobresocialización es de gran importancia en
la determinación de la dirección del izquierdismo
moderno. Los izquierdistas del tipo sobresocializado
tienden a ser intelectuales o miembros de la clase media
alta. Nótese que los intelectuales universitarios, sin
incluir necesariamente a los especialistas en ingeniería o
la ciencia «hard», constituyen el segmento más altamente
socializado de nuestra sociedad y el ala más izquierdista.

28. El izquierdista del tipo sobresocializado trata de
huir de su correa psicológica y reafirmar su autonomía
rebelándose. Pero normalmente no es suficientemente fuerte
como para rebelarse contra los valores más básicos
de la sociedad. Generalmente hablando, las finalidades
de los izquierdistas de hoy NO están en conflicto con
la moral establecida. Antes bien, la izquierda toma
un principio de la moral establecida, lo adopta a su
manera y entonces acusa a la corriente mayoritaria de
la sociedad de violar ese principio. Ejemplos: igualdad
racial, igualdad de los sexos, ayudar a la gente pobre,
paz como opuesto a la guerra, generalmente pacifistas,
libertad de expresión, amabilidad a los animales. Aún
más fundamental, la obligación de la persona de
servir a la sociedad y la obligación de la sociedad de
hacerse cargo de la persona. Todos estos han sido valores
profundamente arraigados de nuestra sociedad (o al menos
por mucho tiempo de su clase media y alta). Hay bastantes
personas de la clase media y alta que se resisten a algunos
de estos valores, pero normalmente su resistencia está
más o menos encubierta. Tal resistencia aparece en los
medios de masas sólo con una extensión muy limitada. El
principal impulso de la propaganda en nuestra sociedad es
en favor de los valores declarados. La principal.razón de
que estos valores hayan resultado, por así decirlo, como
los valores oficiales de nuestra sociedad es que le son
útiles al sistema industrial. La violencia se desaprueba
porque transtorna el funcionamiento del sistema. El racismo
se desaprueba porque los conflictos étnicos también lo
transtornan, y la discriminación malgasta el talento de
los miembros de un grupo minoritario que pueden ser útiles
para el sistema. La pobreza debe ser «curada» porque la
clase baja causa problemas al sistema y el contacto con
ésta abate la moral de las otras clases. Las mujeres son
animadas a tener carreras porque su talento es valioso para
el sistema y, aún más importante, por medio de trabajos
regulares las mujeres están mejor integradas en el sistema
y se atan directamente a él antes que a sus familias. Esto
ayuda a debilitar la solidaridad familiar. (Los líderes
del sistema dicen que quieren fortalecer la familia,
pero lo que realmente quieren decir es que procuran que
la familia sirva como herramienta eficaz para socializar
a los hijos de acuerdo con sus necesidades. Razonamos en
los párrafos 51, 52 que el sistema no puede permitir a
la familia o a otro grupo social de pequeña escala ser
fuerte y autónomo). Estos valores son explícitamente
o implícitamente expresados o presupuestos en mucho
del material presentado por los medios de comunicación
de corriente de opinión mayoritaria y por el sistema
educativo. Los izquierdistas especialmente del tipo
sobresocializado, normalmente no se rebelan contra estos
principios, sino que justifican su hostilidad a la sociedad
afirmando (con algún grado de verdad) que esta no está
viviendo conforme a ellos.

29. He aquí una ilustración de la manera en como el
izquierdista sobresocializado enseña su apego real a
las actitudes convencionales de nuestra sociedad mientras
pretende estar en rebelión contra ellas. Muchos promueven
acciones afirmativas, para mover a la gente negra dentro
de los trabajos prestigiosos, para mejorar la educación
en los colegios negros e invertir más dinero en tales
colegios; la forma de vida de la «clase baja» negra la
conservan como una desgracia social. Quieren integrar al
hombre negro dentro del sistema, hacer de él un ejecutivo
de negocios, un juez, un científico, simplemente como
la gente blanca de clase medio alta. Responderán que
la última cosa que quieren es hacer del hombre negro
una copia del hombre blanco; en vez, quieren preservar
la cultura afroamericana. ¿Pero en qué consiste esta
preservación? Puede consistir simplemente en comer el
estilo de comida negra, escuchar música negra, vestir
ropa al estilo negro e ir a una iglesia o mezquita
negras. En otras palabras, sólo pueden expresarse
en los problemas superficiales. En todos los aspectos
ESENCIALES más izquierdistas del tipo sobresocializado
quieren armonizar al hombre negro respecto a los ideales
de clase media del hombre blanco. Quieren hacer al padre
negro «responsable», quieren que las bandas negras se
vuelvan no violentas, etc. Pero estos son exactamente los
valores del sistema tecnológico-industrial. El sistema
no puede preocuparse menos de la clase de música que
un hombre escucha, qué clase de ropa lleva o en qué
religión cree, mientras estudie en el colegio, tenga un
trabajo respetable, ascienda la escala social, sea un padre
«responsable», sea no violento y así sucesivamente. En
efecto, porque muchos pueden negarlo, el izquierdista
sobresocializado quiere integrar al hombre negro en el
sistema y hacer que adopte sus valores.

30. Ciertamente no postulamos que los izquierdistas,
incluso del tipo sobresocializado, NUNCA se
rebelen contra los valores fundamentales de nuestra
sociedad. Claramente algunas veces lo hacen. Algunos
izquierdistas sobresocializados han ido demasiado
lejos hasta rebelarse contra uno de los principios más
importantes de la sociedad moderna atrayendo la violencia
física. Por su propia cuenta, la violencia es para ellos
una forma de «liberación». En otras palabras, cometiendo
violencia atraviesan las restricciones psicológicas
que han sido experimentadas en su interior. Porque
están sobresocializados estas restricciones han sido
más limitantes para ellos que para otros; por lo tanto
necesitan liberarse de ellas. Pero normalmente justifican
su rebelión en términos de valores de la corriente de
opinión principal. Si se comprometen en la violencia
postulan el estar luchando contra el racismo o algo
parecido.

31. Comprendemos que se pueden poner de realce muchas
objeciones al pequeño esbozo precedente. La situación
real es compleja, y algo como una descripción completa
ocuparía varios volúmenes, incluso si los datos
necesarios estuvieran disponibles. Afirmamos sólo haber
indicado muy aproximadamente las dos tendencias más
importantes en la psicología del izquierdismo moderno.

32. Los problemas del izquierdismo son indicativos de
los problemas de nuestra sociedad como conjunto. Baja
autoestima, tendencias depresivas y derrotismo no están
restringidos a la izquierda. Aunque son especialmente
notables en ésta, están extendidos en nuestra sociedad. Y
la sociedad de hoy trata de socializarnos a un mayor
alcance que cualquier sociedad previa. Incluso los expertos
nos dicen cómo comer, cómo hacer el amor, cómo educar
a nuestros hijos y así sucesivamente.





## EL PROCESO DE PODER

33. Los seres humanos tienen una necesidad (probablemente
basada en la biología) por algo que llamaremos
el «proceso de poder». Esto está estrechamente
relacionado a la necesidad de poder (la cual está
ampliamente reconocida) pero no es exactamente la misma
cosa. El proceso de poder tiene cuatro elementos. Los
tres más claramente delineados los llamamos finalidad,
esfuerzo y logro de la finalidad. (Todo el mundo necesita
tener finalidades cuyo logro requiera esfuerzo, y necesita
triunfar logrando al menos alguna de sus finalidades). El
cuarto elemento es más difícil de definir y puede que
no sea necesario para todos. Lo llamamos autonomía y lo
discutiremos más tarde (párrafos 42-44).

34. Consideremos el caso hipotético de un hombre
que pueda tener todo lo que quiera simplemente
deseándolo. Tal hombre tiene poder, pero desarrollará
problemas psicológicos serios. Al principio tendrá
mucha diversión, pero conforme siga estará agudamente
aburrido y desmoralizado. Eventualmente puede convertirse
en clínicamente deprimido. La historia nos enseña a
esos aristócratas ociosos, que tienden a convertirse en
decadentes. Esto no es cierto en aristócratas luchadores
que tenían que esforzarse para mantener su poder. Pero los
aristócratas ociosos y seguros, que no tenían necesidad
de esforzarse, normalmente se convertían en aburridos,
hedonistas y desmoralizados, incluso aunque tuvieran
poder. Esto muestra que el poder no es suficiente. Uno
debe tener finalidades hacia las que ejercitarlo.

35. Todos tenemos finalidades; si no hay nada más, obtener
las necesidades de vida: comida, agua y cualquier vestido
y refugio que sean necesarios por el clima. Pero los
aristócratas ociosos obtienen estas cosas sin esfuerzo. La
consecuencia de ello es su aburrimiento y desmoralización.

36. El no lograr finalidades importantes conlleva
la muerte, si estas son necesidades físicas,
y la frustración, si son compatibles con la
supervivencia. Consecutivas derrotas al intentar
alcanzarlas a lo largo de la vida resulta en derrotismo,
baja autoestima o depresión.

37. Así, con objeto de eludir problemas psicológicos
serios, el ser humano necesita finalidades cuyo logro
requiera esfuerzo, y debe tener un éxito razonable
consiguiéndolas.





## ACTIVIDADES SUSTITUTORIAS

38. Pero no todo aristócrata ocioso se convertía en
aburrido y desmoralizado. Por ejemplo, el emperador
Hirohito, en vez de hundirse en un hedonismo decadente,
se volvió un apasionado de la biología marina, un campo
en el que se distinguió. Cuando la gente no tiene que
esforzarse en satisfacer sus necesidades físicas a menudo
crean finalidades artificiales para ellos mismos. En muchos
casos persiguen estas finalidades con la misma energía y
compromiso emocional que hubieran puesto de otro modo en
buscar sus necesidades físicas. Así, los aristócratas
del Imperio Romano tenían sus pretensiones literarias,
muchos aristócratas europeos hace pocos siglos invertían
mucho tiempo y energía en cazar, siendo que no necesitaban
la carne, otros aristócratas rivalizaban por la posición
social a través de elaborados despliegues de riqueza,
y unos pocos aristócratas, como Hirohito, han girado
hacia la ciencia.

39. Usamos el término «actividad sustitutoria» para
designar una.actividad que persigue directamente una
finalidad artificial que la gente ensalza para ellos
mismos meramente con objeto de tener alguna finalidad
por la que trabajar, o, dejadnos decir, meramente por la
razón de la satisfacción que consiguen al perseguir
dicha finalidad. He aquí una regla fácil para la
identificación de actividades sustitutorias. Dada
una persona que dedica mucho tiempo y energía a la
persecución de la finalidad X, pregúntate esto:
¿si tuviera que dedicar la mayoría de su tiempo
y energía a satisfacer sus necesidades biológicas,
y este esfuerzo le requiriera usar sus posibilidades
físicas y mentales de un modo variado e interesante, se
sentiría privado seriamente por no alcanzar la finalidad
X? Si la respuesta es no, entonces la persecución de la
finalidad X es una actividad sustitutoria. Los estudios
de Hirohito de biología marina constituyen claramente
una actividad sustitutoria, ya que es bastante seguro que
si Hirohito tuviera que invertir su tiempo trabajando en
tareas interesantes no científicas con objeto de obtener
las necesidades de vida, no se hubiera sentido privado por
no saber todo acerca de la anatomía y los ciclos de vida
de los animales marinos. Por otro lado, la persecución
del sexo y del amor (por ejemplo) no es una actividad
sustitutoria, porque mucha gente, incluso si su existencia
fuera de otro modo satisfactoria, se sentirían privados
si pasaran sus vidas sin tener nunca una relación con
un miembro del sexo opuesto. (Pero perseguir una cantidad
excesiva de sexo, más de lo que uno necesita realmente,
puede ser una actividad sustitutoria).

40. En la sociedad industrial moderna sólo es necesario
un mínimo esfuerzo para satisfacer las necesidades
físicas propias. Es suficiente el atravesar un programa
de entrenamiento para adquirir alguna pequeña escala
técnica, después llegar al trabajo puntal y ejercer
un esfuerzo muy modesto para mantenerlo. Los únicos
requisitos son una cantidad moderada de inteligencia
y, la mayor parte de todo, simple OBEDIENCIA. Si uno
tiene esto, la sociedad se ocupa de ti desde la cuna
hasta la sepultura. (Sí, hay una clase baja que no
puede garanti-zarse las necesidades físicas, pero
aquí estamos hablando de la corriente principal de
la sociedad). Así, no es sorprendente que la sociedad
moderna esté llena de actividades sustitutorias. Esto
incluye el trabajo científico, las proezas atléticas, el
trabajo humanitario, la creación artística y literaria,
el ascender el escalón corporativo, la adquisición de
dinero y bienes materiales más allá del punto que dejan
de dar satisfacciones físicas adicionales y el activismo
social cuando las cuestiones a las que se dirige no son
importantes para el activista personalmente, como en el
caso de activistas blancos que trabajan por los derechos
de las minorías que no son blancas. Estas no son siempre
actividades sustitutorias puras, desde que para mucha gente
pueden ser motivadas en parte por otras necesidades que
la necesidad de tener alguna finalidad que perseguir. El
trabajo científico puede estar en parte.motivado por
un impulso de prestigio, la creación artística por una
necesidad de expresar sentimientos, el activismo social
militante por la hostilidad. Pero para mucha gente que
las persigue estas actividades son a la larga parte de
actividades sustitutorias. Por ejemplo, la mayoría de los
científicos estarán de acuerdo probablemente en que la
autorrealización que adquieren de sus trabajos es más
importante que el dinero y el prestigio que ganan.

41. Para alguna, si no para mucha gente, las actividades
sustitutorias son menos satisfactorias que el perseguir
finalidades reales (éstas son finalidades que la gente
querría alcanzar incluso si la necesidad del proceso
de poder estuviera ya realizada). Una muestra de esto
es el hecho de que, en muchos o en la mayor parte de los
casos, la gente que está profundamente comprometida en
actividades sustitutorias no está nunca satisfecha. Así
el que hace dinero se esfuerza constantemente por obtener
más y más riqueza. El científico tan pronto como ha
resuelto un problema se mueve al siguiente. El corredor
de larga distancia se impulsa a correr más lejos y
más rápido. Mucha gente que persigue actividades
sustitutorias dirá que consigue más satisfacción
de estas actividades del que consiguen de los negocios
«mundanos» de satisfacer sus necesidades biológicas,
pero esto es porque en nuestra sociedad el esfuerzo
necesario para satisfacer las necesidades biológicas
ha sido reducido a la trivialidad. Más importante, en
nuestra sociedad la gente no satisface sus necesidades
biológicas AUTóNOMAMENTE ya que funcionamos como parte
de una inmensa máquina social. En contraste, la gente
tiene generalmente bastante autonomía persiguiendo sus
actividades sustitutorias.





## AUTONOMÍA

42. La autonomía como parte del proceso
de poder puede que no sea necesaria para todas las
personas. Pero mucha gente necesita un grado mayor o menor
de autonomía al trabajar por sus finalidades. Su esfuerzo
debe ser tomado por su propia iniciativa y debe estar
bajo su propia dirección y control. Sin embargo mucha
gente no tiene que ejercer esta iniciativa, dirección
y control como personas individuales. Normalmente basta
con actuar como miembro de un grupo PEQUEÑO. Así
si media docena de personas discuten una finalidad y
hacen un esfuerzo exitoso unidas para alcanzarla, su
necesidad por el proceso de poder estará cumplida. Pero
si trabajan bajo órdenes rígidas que no les dejan
espacio para decisiones autónomas e iniciativa,
entonces su necesidad por el proceso de poder no estará
cumplida. Lo mismo ocurre cuando las decisiones están
tomadas en bases colectivas, si el grupo que toma las
decisiones es tan grande que el papel de cada persona
es insignificante. Se puede argumentar que la mayoría
de la gente no quiere tomar sus propias decisiones y
quieren jefes para pensar por ellos. Hay un elemento
de verdad en esto. La gente quiere.tomar sus propias
decisiones en pequeños asuntos, pero tomar decisiones en
problemas difíciles y fundamentales requiere encararse con
conflictos psicológicos, y la mayoría de la gente los
odia. Por consiguiente tienden a apoyarse en otros para
tomar decisiones difíciles. La mayoría de la gente son
seguidores naturales, no jefes, pero quieren tener acceso
directo y personal a sus jefes y participar en cierta
extensión en la toma de decisiones difíciles. Pero no
se sigue que les guste que les impongan decisiones sin
tener oportunidad de influir en ellas. Al menos a ese
nivel necesitan autonomía.

43. Es cierto que algunas personas parecen tener poca
necesidad de autonomía. Su impulso por el poder es
débil o lo satisfacen identificándose con alguna
organización poderosa a la cual pertenecen. Y entonces
hay irreflexivos, tipos de animal que parecen estar
satisfechos con un sentido puramente físico de poder (el
buen soldado de combate, que obtiene su sentido de poder
desarrollando habilidades de lucha que está bastante
contento de usar en obediencia ciega a sus superiores).

44. Pero la mayoría de la gente pasa a través del proceso
de poder teniendo una finalidad, haciendo un esfuerzo
AUTóNOMO y alcanzándola adquiere esa autoestima,
autoconfianza y un sentido de poder. Cuando uno no
tiene oportunidades adecuadas para pasar a través del
proceso de poder, las consecuencias son (dependiendo de
la persona y de la manera en que el proceso de poder se
ha desorganizado) aburrimiento, desmoralización, baja
autoestima, sentimientos de inferioridad, derrotismo,
depresión, ansiedad, culpabilidad, frustración,
hostilidad, abuso del cónyuge y de niños, hedonismo
insaciable, conducta sexual anormal, desórdenes del
sueño, desórdenes alimenticios, etc. Algunos de
los síntomas enumerados son similares a aquellos que
muestran los animales en cautividad. Para explicar como
surgen estos síntomas de la privación respecto al
proceso de poder: el sentido común del entendimiento
de la naturaleza humana le dice a uno que la falta de
finalidades cuyo logro requieren esfuerzo conduce al
aburrimiento y este, continuado largamente, a menudo
lleva a la frustración y a la depresión. El fracaso a
la hora de obtener finalidades conduce a la frustración
y a bajar la autoestima. La frustración lleva al enfado,
y este a la agresión, a menudo en la forma de abuso del
cónyuge o de niños. Se ha demostrado que la frustración
continuada comúnmente dirige a la depresión, y esta
tiende a causar ansiedad, culpabilidad, desórdenes del
sueño, desórdenes alimenticios y malos sentimientos sobre
uno mismo. Aquellos que tienden a la depresión buscan el
placer como un antídoto; en consecuencia recurriendo al
hedonismo insaciable y al sexo excesivo, con perversiones
queriendo significar conseguir diversiones nuevas. El
aburrimiento también tiende a causar excesiva búsqueda
del placer ya que, a falta de otras, la gente usa con
frecuencia éste como una finalidad. Ver diagrama. Lo
precedente es una simplificación, la realidad.es más
compleja y por supuesto la privación con respecto al
proceso de poder no es la ÚNICA causa de los síntomas
descritos. Por cierto, cuando mencionamos la depresión no
queremos decir necesariamente la que es lo suficientemente
severa como para ser tratada por un psiquiatra. A menudo
están comprometidas formas de depresión suaves. Y cuando
hablamos de finalidades no queremos decir necesariamente
que estas sean de periodo largo y muy pensadas. A través
de la larga historia de la humanidad para mucha o la
mayor parte de la gente, las finalidades precarias de la
existencia (simplemente proporcionarse a uno y a su familia
la comida del día a día) ha sido por completo suficiente.





## DIAGRAMA ORIGEN DE LOS PROBLEMAS SOCIALES

45. Cualquiera de los síntomas precedentes pueden ocurrir
en cualquier sociedad, pero en la sociedad industrial
moderna están presentes en una escala masiva. No somos
los primeros en mencionar que hoy el mundo parece estar
volviéndose loco. Esta clase de cosas no son normales en
sociedades humanas. Hay buenas razones para creer que el
hombre primitivo sufría menos tensión y frustración
y estaba más satisfecho con su forma de vida de lo que
está el hombre moderno. Es cierto que en las sociedades
primitivas no todo era un camino de rosas. El abuso a las
mujeres era común entre los aborígenes australianos, la
transexualidad era bastante común entre algunas tribus de
los indios americanos. Pero parece que HABLANDO EN GENERAL
la clase de problemas que hemos nombrado en el párrafo
precedente eran mucho menos comunes entre las personas
primitivas de lo que lo son en la sociedad moderna.

46. Atribuimos los problemas sociales y psicológicos de la
sociedad moderna al hecho de que esta requiere gente que
viva bajo condiciones radicalmente diferentes de aquellas
bajo las cuales la raza humana se desarrolló y a maneras
de comportarse que entran en conflicto con los patrones
de comportamiento que desarrollaba mientras vivía bajo
las condiciones iniciales. Queda claro por lo que ya
hemos escrito que consideramos la falta de oportunidad
de experimentar propiamente el proceso de poder como la
más importante de las condiciones anormales a la que
la sociedad moderna somete a la gente. Pero no es la
única. Antes de proceder con el colapso del proceso de
poder como el origen de los problemas sociales discutiremos
algunos de los otros orígenes.

47. Entre las condiciones anormales presentes en la
sociedad industrial moderna están la excesiva densidad
de población, el aislamiento del hombre de la naturaleza,
la excesiva rapidez del cambio social y el colapso de las
comunidades naturales de pequeña escala tales como la
familia prolongada, el pueblo o la tribu..

48. Es bien sabido que el hacinamiento incrementa la
tensión y la agresión. El grado de hacinamiento que
existe hoy y el aislamiento del hombre de la naturaleza
son consecuencias del proceso tecnológico. Todas
las sociedades preindustriales eran predominantemente
rurales. La Revolución Industrial incrementó bastante las
medidas de las ciudades y la proporción de los habitantes
que en ellas vivían y la tecnología agrícola moderna
ha hecho posible para la tierra soportar una densidad de
población mayor de la que nunca hubo antes. (Además,
la tecnología ha agravado los efectos del hacinamiento
porque pone poderes desorganizadores incrementados en las
manos de la gente. Por ejemplo, una variedad de aparato
que haga ruido: un segador potente, radios, motocicletas,
etc. Si el uso de estos aparatos no está restringido,
la gente que quiere paz y silencio está frustrada por el
ruido. Si el uso está restringido, la gente que usa los
aparatos está defraudada por las regulaciones. Pero si
estas máquinas no hubieran sido inventadas nunca hubiera
habido conflicto y frustración generado por ellas).

49. Para las sociedades primitivas el mundo natural (que
normalmente cambiaba sólo despacio) proporcionaba un
armazón estable y por eso una sensación de seguridad. En
el mundo moderno es la sociedad humana la que domina
la naturaleza al contrario que antes, y la sociedad
moderna se transforma muy rápidamente debido al cambio
tecnológico. Así que no hay un armazón estable.

50. ¡Los conservadores son unos mentecatos! Se quejan de
la decadencia de los valores tradicionales y sin embargo
soportan con entusiasmo el progreso tecnológico y el
crecimiento económico. Aparentemente nunca se les ha
ocurrido que no puedes hacer cambios rápidos y drásticos
en la tecnología y en la economía de la sociedad sin
causar cambios rápidos en todos los otros aspectos de
esta, y que esos cambios rápidos inevitablemente rompen
los valores tradicionales.

51. La descomposición de los valores tradicionales a
cierto alcance implica la descomposición de los huesos que
sujetan juntos los grupos sociales de pequeña escala. La
desintegración de estos grupos está también promovida
por el hecho de que las condiciones modernas muchas
veces requieren o seducen a las personas a moverse a una
ubicación nueva, separándolas de sus comunidades. Más
allá de eso, una sociedad tecnológica TIENE QUE
debilitar los lazos familiares y las comunidades locales
si quiere funcionar eficazmente. En la sociedad moderna
la fidelidad personal debe ser primero al sistema y sólo
secundariamente a una comunidad de pequeña escala, porque
si la fidelidad interna a las comunidades de pequeña
escala fuera más fuerte que la fidelidad al sistema,
estas comunidades perseguirían su propio provecho a
expensas del sistema.

52. Supongamos que un funcionario público o un ejecutivo
de una corporación nombra a su primo, a su mejor amigo o
a su correligionario para una posición antes que nombrar a
una persona mejor cualificada para el trabajo. Ha permitido
que la fidelidad personal reemplace su fidelidad por el
sistema, y eso es «nepotismo» o «discriminación»,
pecados terribles en la sociedad moderna. Será que
las sociedades industriales han hecho un trabajo pobre
de subordinación de la fidelidad personal o local a
la fidelidad al sistema, ya que son normalmente muy
ineficientes. (Mira América Latina). Así una sociedad
industrial avanzada sólo puede tolerar esas comunidades
de pequeña escala que estén castradas, domesticadas y
convertidas en herramientas del sistema. Una excepción
parcial se puede hacer con unos pocos grupos cerrados
y pasivos, tales como los *Amish, los cuales tienen
pocas consecuencias en la sociedad lejana. Aparte de
estos, hoy en día existen en América algunas otras
comunidades de pequeña escala genuinas. Por ejemplo,
pandillas de jóvenes y «cultos». Todo el mundo los
considera peligrosos, y lo son, porque los miembros de
estos grupos primeramente son leales los unos a los
otros antes que al sistema, por tanto éste no los puede
controlar. O consideremos a los gitanos. Estos comúnmente
escapan con el robo y el fraude porque sus lealtades son
tales que siempre pueden conseguir otros gitanos para
dar testimonio que «pruebe» su inocencia. Obviamente el
sistema estaría en un serio problema si demasiada gente
perteneciera a tales grupos. Algunos de los pensadores
chinos de principios del siglo XX que estaban interesados
en la modernización de China reconocieron la necesidad
de acabar con los grupos sociales de pequeña escala
tales como la familia: «(Según Sun Yat-sen) La gente
china necesitaba una nueva oleada de patriotismo, la
cual dejaría transferir la lealtad de la familia al
Estado... (Según Li Huang) los apegos tradicionales,
particularmente a la familia, tenían que ser abandonados,
si el nacionalismo debía desarrollarse en China.»
(Chester C. Tan, «Pensamiento Político Chino en el Siglo
Veinte», página 125, página 297).

53. El hacinamiento, el cambio rápido y la descomposición
de las comunidades han sido ampliamente reconocidos como
orígenes de los problemas sociales, pero no creemos
que sean suficiente para relacionar la amplitud de los
problemas que hoy vemos.

54. Unas pocas ciudades preindustriales eran muy grandes y
hacinadas, sin embargo sus habitantes no parecían sufrir
problemas psicológicos en la misma extensión que el
hombre moderno. Hoy todavía hay en América áreas rurales
que no están hacinadas, y encontramos allí los mismos
problemas que en las áreas urbanas, aunque tienden a ser
menos agudos en las áreas rurales. Así el hacinamiento
no parece ser el factor decisivo.

55. En la edad de crecimiento de la frontera Americana
durante el siglo XIX, la movilidad de la población
probablemente se rompió, familias prolongadas y grupos
sociales de pequeña escala, hasta al menos la misma
amplitud que lo están hoy. De hecho, algunas familias
nucleares eligen vivir aisladas, sin tener vecinos en
varias millas, sin pertenecer a ninguna comunidad; sin
embargo, no parecen haber desarrollado como resultado
ningún problema.

56. Además, el cambio en la frontera americana fue muy
rápido y profundo. Un hombre pudo nacer y crecer en
una barraca de madera, fuera del alcance de la ley y el
orden y alimentarse largamente con carne salvaje; y cuando
llegase a viejo podía estar trabajando metódicamente y
viviendo en una comunidad ordenada con ejecución efectiva
de las leyes. Éste fue el profundo cambio que típicamente
ocurrió en la vida de una persona moderna, sin embargo,
no parece haber conducido a problemas psicológicos. De
hecho, en el siglo XIX la sociedad americana tenía
un tono optimista y de autoconfianza, completamente
diferente que en la sociedad actual. Sí, sabemos que la
América del siglo XIX tenía sus problemas, y serios,
pero la necesidad de ser breves nos obliga a expresarnos
en términos simples.

57. Argumentamos que la diferencia es que el hombre moderno
tiene la sensación (largamente justificada) de que el
cambio se le IMPONE, mientras que el hombre de la frontera
del siglo XIX tenía la sensación (también largamente
justificada) de que creó el cambio por sí mismo, por su
propia elección. Así el pionero arraigado en un pedazo
de tierra bajo su propia elección y convirtiéndolo
en granja por su propio esfuerzo. En aquellos días un
condado entero podía tener sólo unos cuantos cientos
de habitantes y estaba mucho más aislado y tenía más
entidad autónoma que un condado moderno. Por tanto el
pionero dedicado a la granja participaba como miembro
de un grupo relativamente pequeño en la creación de
una comunidad nueva y moderna. Uno puede preguntar con
acierto si la creación de esta comunidad fue una mejora,
pero en todo caso satisfacía la necesidad de los pioneros
por el proceso de poder.

58. Sería posible dar otros ejemplos de sociedades en
las que haya habido cambios rápidos y/o falta de lazos
estrechos entre comunidades sin la clase de conducta
masiva aberrante que vemos en la sociedad industrial
actual. Afirmamos que la causa más importante de
los problemas sociales y psicológicos en la sociedad
moderna es el hecho de que la gente no tiene suficientes
oportunidades de atravesar el proceso de poder de
una forma normal. No queremos decir que la sociedad
moderna es la única en la que el proceso de poder ha
sido desorganizado. Probablemente muchas si no todas las
sociedades civilizadas han interferido en el proceso de
poder con una mayor o menor extensión. Pero en la sociedad
industrial moderna el problema se ha hecho particularmente
agudo. El izquierdismo al menos en su forma reciente (de
mitad hasta finales del siglo XX), es en parte un síntoma
de la privación con respecto al proceso de poder.







## COLAPSO DEL PROCESO DE PODER EN LA SOCIEDAD MODERNA

59. Dividimos los impulsos humanos en tres grupos:
(1) aquellos impulsos que pueden ser satisfechos con un
esfuerzo mínimo; (2) aquellos que pueden ser satisfechos
pero sólo con el coste de un esfuerzo serio; (3) aquellos
que no pueden ser satisfechos adecuadamente, sin importar
cuanto esfuerzo hagamos. Cuantos más impulsos haya
en el tercer grupo habrá más frustración, cólera,
eventualmente derrotismo, depresión, etc.

60. En la sociedad industrial moderna los impulsos humanos
naturales tienden a ser desplazados al primer y al tercer
grupo, y el segundo grupo tiende a consistir cada vez más
en impulsos creados artificialmente.

61. En las sociedades primitivas, las necesidades físicas
generalmente pertenecen al grupo 2: pueden ser obtenidas,
pero sólo con el coste de un esfuerzo serio. Pero la
sociedad moderna cuida el garantizar las necesidades
físicas de todo el mundo a cambio de un mínimo esfuerzo,
por tanto las necesidades físicas son desplazadas al grupo
1. Dejamos aparte a la clase baja, estamos hablando de la
tendencia principal. (Puede haber desacuerdo sobre si el
esfuerzo necesario para mantener un trabajo es «mínimo»;
pero normalmente, en trabajos de grado medio o bajo, todo
el esfuerzo que se requiere es meramente la obediencia. Te
sientas o te levantas donde te ha sido dicho que lo hagas
y haces lo que se te ha encargado de la manera que se
te manda. Raramente tienes que esforzarte seriamente,
y en cualquier caso escasamente tienes autonomía en el
trabajo, así que la necesidad por el proceso de poder no
está bien cumplida).

62. Las necesidades sociales, tales como el sexo, el amor
y la posición social, a menudo permanecen en el grupo 2
en la sociedad moderna, dependiendo de la situación de
la persona. Algunos científicos sociales, educadores,
profesionales de la «salud mental», están haciendo lo
imposible para desplazar los impulsos sociales al grupo
1 intentando hacer ver que todo el mundo tiene una vida
social satisfactoria. Pero, excepto para las personas que
tienen un impulso particularmente fuerte por la posición
social, el esfuerzo requerido para complacer los impulsos
sociales es insuficiente para satisfacer adecuadamente la
necesidad por el proceso de poder.

63. Así se han creado ciertas necesidades artificiales a
fin de que correspondan al grupo 2, por tanto sirven para
la necesidad del proceso de poder. Se han desarrollado
técnicas de publicidad y mercado para que mucha gente
sienta que necesita cosas que sus abuelos nunca desearon
o incluso soñaron. Requiere un serio esfuerzo el ganar
suficiente dinero para satisfacer estas necesidades
artificiales, por tanto corresponden al grupo 2. (Ver
párrafos 80-82). El hombre moderno debe satisfacer
su necesidad por el proceso de poder en gran parte a
través de la persecución de necesidades artificiales
creadas por la industria publicitaria y de mercado y a
través de actividades sustitutorias. ¿Es el impulso
por la adquisición ilimitada de bienes materiales una
creación artificial de la industria de la publicidad
y de mercado? Ciertamente no hay un impulso innato en
el hombre por la adquisición de bienes materiales. Ha
habido muchas culturas en las que la gente ha deseado
pequeñas riquezas materiales más allá de lo que era
necesario para satisfacer sus necesidades físicas básicas
(aborígenes australianos, campesinos mexicanos de cultura
tradicional, algunas culturas africanas). Por otro lado
también ha habido muchas culturas preindustriales
en las que la adquisición material ha tenido un
importante papel. Por lo tanto no podemos pretender que
la cultura de la adquisición, naciente hoy en día,
es exclusivamente una creación de la industria de la
publicidad y de mercado. Pero es claro que ésta ha tenido
una parte importante en la creación de esta cultura. Las
grandes corporaciones que gastan millones en publicidad
no estarían invirtiendo esa cantidad de dinero sin
pruebas sólidas de que la reembolsarán incrementando
las ventas. Un miembro de FC conoció un par de años
atrás a un director de ventas que fue lo suficientemente
sincero como para decirle, «Nuestro trabajo es hacer que
la gente compre cosas que no quiere ni necesita». Luego
describió como un novato sin experiencia podía presentar
las realidades de un producto, y no hacer ninguna venta en
absoluto, mientras que un vendedor profesional entrenado
y con experiencia hubiera hecho muchas ventas a la misma
gente. Esto demuestra que ésta es manipulada para comprar
cosas que realmente no quiere.

64. Parece ser que para alguna gente, puede que para la
mayoría, estas formas artificiales del proceso de poder
son insuficientes. Un tema que aparece repetidamente en
los escritos de las críticas sociales de la segunda mitad
del siglo XX es la sensación de la falta de objetivos que
aflige a bastantes en la sociedad moderna. (Esta falta de
objetivos es frecuentemente llamada «anomic» o «vacío
de la clase media»). Sugerimos que la llamada «crisis
de identidad» es actualmente una búsqueda del sentido
de propósito, frecuentemente comprometido a una actividad
sustitutoria conveniente. Puede que el *existencialismo sea
en gran parte una respuesta a la falta de objetivos de la
vida moderna. El problema de la falta de objetivos parece
haberse convertido en menos serio durante los últimos 15
años aproximadamente, porque ahora la gente siente menos
seguridad física y emocional que antes y la necesidad de
seguridad les proporciona una finalidad. Pero la falta
de objetivos ha sido sustituida por la frustración
sobre la dificultad de obtener seguridad. Enfatizamos el
problema de la falta de objetivos porque los liberales y
los izquierdistas desearían resolver nuestros problemas
sociales por medio de garantizar la seguridad de todos a
través de la sociedad; pero si eso pudiera hacerse sólo
traería de nuevo el problema de la falta de objetivos. El
problema real no es si la sociedad proporciona bien o
pobremente la seguridad a las personas, la molestia es
que la gente depende del sistema para su seguridad antes
que tenerla en sus propias manos. Esto, dicho sea de paso,
es parte de la razón de porque algunos se exaltan sobre
el derecho a portar armas, la posesión de un arma pone
ese aspecto de su seguridad en sus propias manos. En la
sociedad moderna está muy extendida la búsqueda de la
«realización», pero pensamos que para la mayoría una
actividad cuya principal finalidad es la realización
(esto es, una actividad sustitutoria) no trae una
realización completamente satisfactoria. En otras
palabras, no satisface completamente la necesidad por el
proceso de poder. (Ver párrafo 41). Esa necesidad puede
ser completamente satisfecha sólo por medio de actividades
que tienen alguna finalidad externa, tales como necesidades
físicas, sexo, amor, posición social, venganza, etc.

65. Además, donde las finalidades son perseguidas
enteramente por ganar dinero, ascender en la posición
social o funcionar como parte del sistema de cualquier otro
modo, muchos no están en una posición de perseguir sus
finalidades AUTóNOMAMENTE. La mayoría de los trabajadores
son los empleados de alguien y, como señalamos en el
párrafo 61, deben emplear sus días haciendo lo que les
dicen de la manera que les es dicho. Incluso el que tiene
un negocio propio tiene una autonomía limitada. Una queja
crónica de los pequeños comerciantes y empresarios es que
sus manos están atadas por las excesivas regulaciones del
gobierno. Algunas de estas regulaciones son indudablemente
innecesarias, pero la mayor parte son esenciales y
partes inevitables de nuestra extremadamente compleja
sociedad. Una gran porción de los pequeños negocios
de hoy operan con el *sistema de franquicia. En el Wall
Street Journal se narraba hace unos años que muchas de
las compañías adjudicatarias de franquicias pedían a los
solicitantes de estas pasar una prueba de personalidad que
está ideada para EXCLUIR a aquellos que tienen creatividad
e iniciativa, porque tales personas no son suficientemente
dóciles como para seguir obedientemente con el sistema
de franquicia. Esto excluye de pequeños negocios a muchos
que más necesidad tienen de autonomía.

66. Hoy en día la gente vive más por la eficacia de
lo que el sistema hace POR ellos o PARA ellos que por
la eficacia de lo que hacen por ellos mismos. Y lo que
hacen por ellos mismos lo es cada vez más por los cauces
establecidos por el sistema. Las oportunidades tienden a
ser aquéllas que el sistema proporciona y éstas deben ser
explotadas de acuerdo con las reglas y regulaciones, y se
han de seguir las técnicas prescritas por los expertos,
si ha de encontrarse una oportunidad de éxito. Los
esfuerzos de los conservadores por disminuir la cantidad
de las regulaciones del gobierno son de escaso beneficio
para el hombre medio. Por un lado, sólo una fracción
de estas pueden ser eliminadas porque la mayoría son
necesarias. Por otro lado, la mayoría de las regulaciones
afectan a los hombres de negocios antes que a la persona
media, por lo que el principal efecto es el de quitar
poder al gobierno para dárselo a las corporaciones
privadas. Lo que esto significa para el hombre medio es que
la interferencia del gobierno en su vida es reemplazada
por la interferencia de las grandes corporaciones, lo
que puede ser permitido, por ejemplo, para verter más
productos químicos que penetran en su suministro de agua
y le producen cáncer. Los conservadores toman al hombre
medio por un mamón, explotando su resentimiento por el
Gran Gobierno para promover el poder de la Gran Empresa.

67. Así el proceso de poder se colapsa en nuestra
sociedad a causa de una deficiencia de finalidades
reales y de autonomía en la persecución de dichas
finalidades. Pero es también colapsado por aquellos
impulsos humanos que pertenecen al grupo 3: los impulsos
que uno no puede satisfacer adecuadamente, sin importar
cuanto esfuerzo haga. Uno de estos impulsos es la necesidad
de seguridad. Nuestra vida depende de decisiones hechas por
otras personas; no tenemos control sobre estas decisiones
e incluso normalmente no sabemos las personas que las
toman. («Vivimos en un mundo en el que relativamente
poca gente -puede que 500 o 1000- toma las decisiones
importantes» -Philip B. Heymann del colegio de leyes
de Harvard, citado por Anthony Lewis, New York Times ,
21 de Abril, 1995). Nuestras vidas dependen de si el
modelo de seguridad está debidamente mantenido en una
central nuclear; o de cuanto pesticida está permitido que
penetre en nuestros alimentos o de cuanta polución en
nuestro aire; en cómo es de hábil (o de incompetente)
nuestro médico; si perdemos o conseguimos un trabajo
puede depender de las decisiones hechas por los economistas
gubernamentales o de los ejecutivos de una corporación;
y así sucesivamente. La mayor parte de las personas no
están en una posición de asegurarse contra estas amenazas
más allá de un alcance muy limitado. Las personas que
buscan seguridad están por eso frustradas, lo que las
conduce a un sentimiento de impotencia.

68. Se puede objetar que el hombre primitivo estaba
físicamente menos seguro que el hombre moderno, como
se puede ver por su corta expectativa de vida; por tanto
el hombre moderno está más seguro de lo que es normal
en seres humanos. Pero la seguridad psicológica no
corresponde estrechamente con la seguridad física. Lo
que nos hace SENTIRNOS seguros no es tanto la seguridad
objetiva como la sensación de confianza en nuestra
habilidad de hacernos cargo de nosotros mismos. El
hombre primitivo amenazado por un animal fiero o por
el.hambre, podía luchar para defenderse o viajar para
buscas alimento. No tenía la certeza de tener éxito
en estos esfuerzos, pero por término medio no estaba
indefenso contra las cosas que le amenazaban. Por otro
lado la persona moderna está indefensa ante muchas de
las cosas que le amenazan; accidentes nucleares, agentes
cancerígenos en la comida, polución ambiental, guerra,
aumento de los impuestos, invasión de su vida privada por
grandes organizaciones, fenómenos sociales o económicos a
lo ancho del país que pueden desorganizar su modo de vida.

69. Es cierto que el hombre primitivo era impotente ante
algunas de las cosas que le amenazaban; la enfermedad por
ejemplo. Pero podían aceptar el riesgo de la enfermedad
estoicamente. Es parte de la naturaleza de las cosas,
no es culpa de uno, a no ser que sea la culpa de algo
imaginario, un demonio impersonal. Pero los temores de la
persona moderna tienden a estar HECHOS POR EL HOMBRE. Ya
no son el resultado del azar, son IMPOSICIONES de otras
personas, en cuyas decisiones, como individuo, es incapaz
de influir. Consecuente-mente se siente frustrado,
humillado y furioso.

70. De este modo el hombre primitivo tiene su seguridad
en la mayor parte en sus propias manos (tanto como
persona como parte de un grupo PEQUEÑO). Mientras que la
seguridad del hombre moderno está en manos de personas
u organizaciones demasiado remotas o grandes como para
influir personalmente sobre ellas. Así el impulso del
hombre moderno por la seguridad tiende a pertenecer a
los grupos 1 y 3; en algunas áreas (comida, refugio,
etc.) su seguridad está confiada al coste de un esfuerzo
trivial, mientras que en otras áreas no puede conseguir
seguridad. (Lo precedente simplifica enormemente la
situación real, pero indica toscamente y de manera general
como la condición del hombre moderno difiere de la del
hombre primitivo).

71. La gente tiene muchos impulsos transitorios que son
necesariamente frustrados en la vida moderna, así que
corresponden al grupo 3. Uno puede enfadarse, pero la
sociedad moderna no puede permitir el enfrentamiento
físico. Incluso en muchas situaciones no permite la
agresión verbal. Yendo a algún sitio uno puede tener
prisa, o puede estar de humor para viajar despacio,
pero generalmente no hay elección y ha de moverse con
el tráfico y obedecer las señales. Uno puede querer
hacer su trabajo de un modo diferente, pero normalmente
sólo se puede trabajar de acuerdo a las reglas impuestas
por su jefe. De otras muchas maneras también, el hombre
moderno está subordinado a la red de reglas y regulaciones
(explícitas o implícitas) que frustran muchos de estos
impulsos y de esta manera interfieren con el proceso de
poder. La mayoría de estas regulaciones no pueden ser
eliminadas, porque son necesarias para el funcionamiento
de la sociedad industrial.

72. La sociedad moderna es en ciertos aspectos
extremadamente permisiva. En cuestiones que son
irrelevantes para el funcionamiento del sistema podemos
generalmente hacer lo que queramos. Podemos creer en
cualquier religión que nos guste (en tanto que no
fomente comportamientos que sean peligrosos para el
sistema). Podemos acostarnos con quien queramos (en tanto
que practiquemos «sexo seguro»). Podemos hacer todo
lo que queramos en tanto que sea TRIVIAL. Pero en todas
cuestiones IMPORTANTES el sistema tiende a incrementar
las regulaciones sobre nuestro comportamiento.

73. El comportamiento no sólo está regulado a través de
reglas explícitas y no sólo por el gobierno. El control
está frecuentemente ejercido a través de coerción
indirecta o de presión o manipulación psicológica,
y por otras organizaciones a parte del gobierno, o por
el sistema como conjunto. Muchas grandes organizaciones
usan alguna forma de propaganda para manipular la actitud
o el comportamiento del público. Cuando alguien acepta el
propósito para el que la propaganda está siendo usada en
un caso determinado, generalmente la llama «educación»
o le aplica algún eufemismo similar. Pero la propaganda
es propaganda independientemente para el propósito que
sea usada. Ésta no está limitada únicamente a los
«clientes» y a los anuncios, e incluso algunas veces
no es conscientemente intencionada por la gente que la
hace. Por ejemplo, el contenido de la programación de
entretenimiento es una forma poderosa de propaganda. Un
ejemplo de coerción indirecta: no hay ninguna ley que
diga que tengamos que ir a trabajar todos los días y
seguir las órdenes de nuestro jefe. Legalmente no hay
nada para evitar que vayamos a vivir a la naturaleza como
la gente primitiva o de entrar en los negocios por nuestra
cuenta. Pero en la práctica hay muy poco campo salvaje,
y en la economía sólo hay sitio para un número limitado
de pequeños propietarios de negocios. Por tanto muchos
de nosotros sólo podemos sobrevivir como el empleado de
algún otro.

74. Sugerimos que la obsesión del hombre moderno por
la longevidad, y con el mantenimiento del vigor físico
y el atractivo sexual hasta una edad avanzada, es un
síntoma de la irrealización resultante de la privación
con respecto al proceso de poder. La «crisis de los
cincuenta» también es un síntoma semejante. Tal es la
falta de interés por tener hijos que es bastante común
en la sociedad moderna pero casi inaudito en la sociedad
primitiva.

75. En las sociedades primitivas, la vida es una
sucesión de etapas. Habiendo realizado las necesidades y
propósitos de una, no había ninguna aversión en pasar
a la siguiente. Un hombre joven atravesaba el proceso de
poder convirtiéndose en cazador, cazando no por deporte
o realización, sino por la carne que era necesaria
para alimentarse (en las mujeres jóvenes el proceso es
más complejo, con gran énfasis en el poder social; no
discutiremos esto aquí). Habiendo atravesado esta.fase con
éxito, el hombre joven no tenía aversión en arraigar las
responsabilidades de fundar una familia. (En contraste,
alguna gente moderna pospone indefinidamente el tener
hijos porque están demasiado ocupados buscando algún
tipo de «realización». Sugerimos que la realización
que necesitan es experimentar adecuadamente el proceso
de poder con finalidades reales en vez de finalidades
artificiales de actividades sustitutorias). De nuevo,
teniendo prosperidad criando a sus hijos, atravesando
el proceso de poder proporcionándoles las necesidades
físicas, el hombre primitivo sentía que su trabajo
estaba hecho y que estaba preparado para aceptar la edad
anciana (si sobrevivía hasta entonces) y la muerte. Mucha
gente moderna, por otra parte, está perturbada por la
perspectiva de la muerte, como se ve por la cantidad de
esfuerzo que pasan intentando mantener su condición
física, apariencia y salud. Argumentamos que esto es
debido a la falta de realización resultado del hecho de
no haber puesto nunca en uso sus fuerzas físicas, nunca
han atravesado el proceso de poder usando sus cuerpos de
una manera seria. No es el hombre primitivo, que ha usado
diariamente su cuerpo para motivos prácticos, el que teme
el deterioro por la edad, sino el hombre moderno, que nunca
ha tenido un uso práctico para su cuerpo más allá de
andar del coche a su casa. Es el hombre cuya necesidad por
el proceso de poder ha sido satisfecha durante su vida el
que está mejor preparado para aceptar el final de esta.

76. En respuesta al argumento de esta sección alguien
dirá, «la sociedad debe encontrar una manera de dar
a la gente la oportunidad de atravesar el proceso de
poder». Para tales personas el valor de la oportunidad
está perdido por el mismo hecho de que la sociedad se
la proporcione. Lo que necesita es encontrar o crear
sus propias oportunidades. En tanto el sistema se las
DE todavía las tendrá con una correa. Para conseguir
autonomía deben quitársela.





## CÓMO SE AMOLDA ALGUNA GENTE

77. No todo el mundo en la sociedad tecnológico-industrial
sufre problemas psicológicos. Alguna gente incluso
declara estar bastante satisfecha de la sociedad tal y como
es. Ahora discutiremos alguna de las razones de porque la
gente difiere tanto en su respuesta a la sociedad moderna.

78. Primero, sin duda hay diferencias en la intensidad
del impulso por el poder. Personas con un impulso débil
pueden tener relativamente poca necesidad de atravesar el
proceso de poder, o al menos relativamente poca necesidad
de autonomía en el proceso de poder. Estos son tipos
dóciles que hubieran sido felices en una plantación
de negritos en el Viejo Sur. (No queremos burlarnos de
las «plantaciones de negritos» del Viejo Sur. A su
apreciación, la mayoría de los esclavos NO estaban
contentos con su servidumbre. Nos burlamos de la gente
que ESTÁ contenta con la servidumbre).

79. Alguna gente puede tener un impulso excepcional por
perseguir lo que satisface su necesidad por el proceso
de poder. Por ejemplo, aquéllos que tienen un impulso
inusualmente fuerte por la posición social pueden pasar
toda su vida subiendo de escala social sin cansarse nunca
con ese juego.

80. La gente varía en la susceptibilidad a los anuncios y
a las técnicas de mercado. Algunos son tan susceptibles
que, incluso si ganan gran cantidad de dinero, no
pueden satisfacer su constante deseo por los nuevos y
relucientes juguetes que la industria de mercado pone ante
sus ojos. Por lo que siempre se sienten financieramente
oprimidos, incluso si sus ingresos son grandes. Y sus
deseos se ven frustrados.

81. Otros tienen una susceptibilidad baja a los anuncios y
técnicas de mercado. Son la gente que no está interesada
por el dinero. Las necesidades materiales no cumplen su
necesidad por el proceso de poder.

82. La gente que tiene una susceptibilidad media a
los anuncios y a las técnicas de mercado son capaces
de ganar el suficiente dinero como para satisfacer su
deseo de bienes y servicios, pero sólo al coste de
un esfuerzo serio (haciendo horas extras, teniendo un
segundo trabajo, adquiriendo promociones, etc). Así
las adquisiciones materiales cumplen su necesidad por el
proceso de poder. Pero no se sigue necesariamente que sus
necesidades estén completamente satisfechas. Puede que no
tengan suficiente autonomía en el proceso de poder (su
trabajo puede consistir en seguir órdenes) y algunos de
sus impulsos pueden ser frustrados (ejemplo, seguridad,
agresión). (Somos culpables de simplificar demasiado
en los párrafos 80-82 porque asumimos que el deseo de
adquisiciones materiales es enteramente una creación de
los anuncios y de las técnicas de mercado. Por supuesto
no es así de simple). (Ver párrafo 63).

83. Alguna gente satisface en parte su necesidad por el
proceso de poder identificándose con una organización
poderosa o con un movimiento de masas. El poder o las
finalidades que le faltan a una persona se unen a un
movimiento o a una organización, adopta sus finalidades
como propias, y trabaja por ellas. Cuando se consigue
alguna de las finalidades, la persona, incluso si su
esfuerzo ha jugado sólo una parte insignificante en la
consecución de estas, se siente (por su identificación
con el movimiento o con la organización) como si
hubiera atravesado el proceso de poder. Este fenómeno
fue explotado por los fascistas, por los nazis y por los
comunistas. Nuestra sociedad también lo usa, aunque menos
cruelmente. Ejemplo: Manuel Noriega era irritante para los
EE.UU. (finalidad: castigar a Noriega). Los EE.UU. invaden
Panamá (esfuerzo) y castigan a Noriega (consecución
de la finalidad). Los EE.UU. atravesaron el proceso de
poder y muchos americanos, por.su identificación con
los EE.UU., lo hicieron indirectamente. Por consiguiente
el dilatado público está conforme con la invasión
de Panamá; lo que da a la gente una sensación de
poder. (No estamos aprobando o desaprobando la invasión
de Panamá. Sólo la usamos para ilustrar un punto). Vemos
el mismo fenómeno en ejércitos, corporaciones, partidos
políticos, organizaciones humanitarias, movimientos
religiosos o ideológicos. En particular los movimientos
izquierdistas tienden a atraer gente que está buscando
satisfacer su necesidad por el poder. Pero para mucha
gente la identificación con una gran organización o un
movimiento de masas no satisface por completo la necesidad
por el poder.

84. Otra manera en que la gente satisface su necesidad
por el proceso de poder es a través de necesidades
sustitutorias. Tal y como explicamos en los párrafos
38-40, una actividad sustitutoria es una actividad que va
directamente detrás de una finalidad artificial, que la
persona persigue por la razón del «reconocimiento» que
consigue por perseguir dicha finalidad, no porque necesite
alcanzarla en sí misma. Por ejemplo, no hay un motivo
práctico para desarrollar músculos enormes, golpear
una pequeña pelota dentro de un agujero o adquirir una
serie completa de sellos de correos. Sin embargo mucha
gente en nuestra sociedad se consagra con pasión al
culturismo, al golf o a la filatelia. Alguna gente es más
«manipulable» que otra y por eso darán más importancia
a actividades sustitutorias simplemente porque la gente
de su alrededor las trata como importantes o porque la
sociedad les dice que son importantes. Es por eso por
lo que alguna gente se pone muy seria sobre actividades
esencialmente triviales como el deporte o el *bridge, o el
ajedrez, o los ejercicios de arcanos eruditos, mientras
que otros que tienen la vista más clara nunca ven estas
cosas como algo más que las actividades sustitutorias
que son, consecuentemente nunca les asignan suficiente
importancia como para satisfacer en esa dirección su
necesidad por el proceso de poder. Esto nos recuerda que
en muchos casos la forma de una persona de utilizar una
vivencia es también una actividad sustitutoria. No una
actividad sustitutoria PURA desde que parte del motivo
para la actividad es adquirir necesidades físicas y (para
algunas personas) posición social y las suntuosidades
que los anuncios les hacen querer. Pero bastante gente
pone en su trabajo mucho más esfuerzo del necesario para
ganar todo el dinero y la posición que requieren, y este
esfuerzo extra constituye una actividad sustitutoria. Este,
junto con la inversión emocional que lo acompaña,
es una de las fuerzas más potentes que actúan hacia
el continuo desarrollo y perfeccionamiento del sistema,
con consecuencias negativas para la libertad individual
(ver párrafo 131). Especialmente, para los científi-cos
e ingenieros más creativos, cuyo trabajo tiende a ser en
gran parte una actividad sustitutoria. Este punto es tan
importante que merece un.debate propio, que abordaremos
en un momento (párrafos 87-92).

85. En esta sección hemos explicado cuanta gente
satisface su necesi-dad por el proceso de poder en
la sociedad moderna en mayor o menor extensión. Pero
pensamos que para la mayoría de la gente la necesi-dad
por el proceso de poder no está totalmente satisfecha. En
primer lugar, aquellos que tienen un impulso insaciable por
la posición social, o aquellos que se sienten firmemente
«enganchados» a una actividad sustitutoria, o los que se
identifican lo suficientemente fuerte con un movimiento
o una organización para satisfacer su necesidad por el
poder de esa forma, son personajes excepcionales. Otros
no están satisfechos con las actividades sustitutorias
o con la identificación con una organización (ver
párrafos 41, 64). En segundo lugar, el sistema impone
demasiado control a través de regulaciones explícitas o
de la socialización, lo que resulta en una deficiencia de
autonomía, y en frustración debida a la imposibilidad de
conseguir ciertas finalidades y la necesidad de reprimir
demasiados impulsos.

86. Pero si la mayoría de la gente en la sociedad
tecnológico-industrial estuviera satisfecha, nosotros
(FC) aún nos opondríamos a esta forma de sociedad,
porque (entre otras razones) lo consideramos rebajarse
para realizar la propia necesidad por el proceso de poder
a través de actividades sustitutorias o a través de
la identificación con una organi-zación, antes que a
través de la persecución de finalidades reales.





## LOS MOTIVOS DE LOS CIENTíFICOS

87. La ciencia y la tecnología nos proporcionan
los ejemplos más importantes de actividades
sustitutorias. Algunos científicos pretenden estar
motivados por la «curiosidad»; esa idea es simplemente
absurda. Muchos científicos trabajan en problemas
altamente especializados que no son el objeto de ninguna
curiosidad normal. Por ejemplo, ¿tiene un astrónomo,
un matemático o un entomólogo curiosidad por las propie
dades del isopropiltrimetilmetano? Por supuesto que
no. Sólo un químico tiene curiosidad sobre tal cosa,
y la tiene sólo porque la química es su actividad
sustitutoria. ¿Tiene un químico curiosidad sobre
la apropiada clasificación de una nueva especie de
escarabajo? No. Esa pregunta es sólo del interés del
entomólogo, y lo está porque la entomología es su
actividad sustitutoria. Si el químico y el entomólogo
tuvieran que esforzarse seriamente para obtener las
necesidades físicas, y si el esfuerzo ejercitara sus
habilidades de una manera interesante pero en algún
empeño no científico, entonces les traería sin
cuidado el isoprepilmetilmetano o la clasificación
de los escarabajos. Supongamos que la falta de fondos
para la educación de postgraduado hubiera dejado al
químico convertirse en un corredor de seguros en vez de
en químico. En ese caso hubiera estado muy interesado en
problemas de seguros pero no le hubiera importado nada a
cerca del isopropilmetilmetano. En cualquier caso, no es
normal.poner en la satisfacción de la mera curiosidad la
cantidad de tiempo y esfuerzo que los científicos ponen
en su trabajo. La explicación de la «curiosidad» por la
motivación científica simplemente no se mantiene en pie.

88. La explicación del «beneficio para la humanidad»
tampoco funciona mucho mejor. Algunos trabajos científicos
tienen una relación inconcebible con el bienestar
de la raza humana la mayor parte de los arqueólogos
o lingüistas comparativos por ejemplo. Algunas de
las otras áreas de la ciencia presentan obviamente
posibilidades peligrosas. Sin embargo los científicos
de estas áreas son simplemente tan entusiastas sobre su
trabajo como aquellos que desarrollan vacunas o estudios de
la polución del aire. Consideremos el caso del Dr. Edward
Teller, el cual tenía un obvio compromiso emocional con
la promoción de centrales nucleares. ¿Este compromiso
contenía un deseo de beneficiar a la humanidad? De ser
así, entonces, ¿por qué el Dr. Teller no adquiría este
compromiso con otras causas «humanitarias»? ¿Si era tan
humanitario por qué ayudo a desarrollar la bomba H? Como
con otras muchas proezas científicas, cabe preguntar
cómo las centrales nucleares benefician actualmente
a la humanidad. ¿La electricidad barata compensa la
acumulación de desperdicios y el riesgo de accidente? El
Dr. Teller enseñó sólo una parte de la cuestión. Su
compromiso emocional claramente no despierta de un deseo
de «beneficio a la humanidad» sino de una realización
personal que consigue con su trabajo y viendo como este
es puesto en práctica.

89. Lo mismo podría decirse de todos los científicos
en general. Con posibles raras excepciones, sus motivos
no son ni la curiosidad ni el deseo de beneficiar a la
humanidad sino la necesidad de atravesar el proceso de
poder: tener una finalidad (un problema científico que
resolver), hacer un esfuerzo (investigación) y conseguir
la finalidad (solución del problema). La ciencia es una
actividad sustitutoria porque los científicos trabajan
principalmente por la realización que consiguen del
trabajo en si.

90. Por supuesto, no es así de sencillo. Otros motivos
juegan un papel para muchos científicos. El dinero y la
posición social por ejemplo. Algunos pueden ser personas
del tipo que tienen un insaciable impulso por la posición
social (ver párrafo 79) y esto puede proporcionar mucha
de la motivación por su trabajo. Sin duda, la mayoría,
como la mayoría de la población en general, son más o
menos susceptibles a los anuncios y a las técnicas de
empresa y necesitan dinero para satisfacer el deseo de
bienes y servicios. Así, la ciencia no es una actividad
sustitutoria PURA. Pero es en gran parte una actividad
sustitutoria.

91. Así mismo, la ciencia y la tecnología constituyen
un movimiento de masas poderoso, y muchos científicos
gratifican su necesidad por el poder a través de la
identificación con este movimiento de masas (ver.párrafo
83). 92. Así la ciencia camina en la ceguera, sin mirar
el verdadero beneficio de la raza humana o a cualquier
otro modelo, obedeciendo únicamente a las necesidades
psicológicas de los científicos, de los funcionarios del
gobierno y de los ejecutivos de corporaciones los cuales
poseen los fondos para la investigación.






## LA NATURALEZA DE LA LIBERTAD

93. Vamos a argumentar que la sociedad
tecnológico-industrial no puede ser reformada de tal modo,
como para prevenirla del progresivo estrechamiento de la
esfera de la libertad humana. Pero, porque «libertad» es
una palabra que puede ser interpretada de muchas maneras,
debemos dejar claro primero en qué clase de libertad
estamos interesados.

94. Con «libertad» nos referimos a la oportunidad de
atravesar el proceso de poder, con finalidades reales,
no las finalidades artificiales de las actividades
sustitutorias, y sin interferencias, manipulaciones o
supervisión de nadie, especialmente de ninguna gran
organización. Libertad significa tener control (tanto
como una persona o como miembro de un grupo PEQUEÑO) de
los problemas de la vida y de la muerte de la existencia
de uno; comida, vestido, refugio y defensa contra cualquier
temor que pueda haber en nuestro medio. Libertad significa
tener poder, no el poder de controlar a otra gente sino el
poder de controlar la propia vida. Uno no tiene libertad si
cualquier otro (especialmente una gran organización) tiene
poder sobre ti, no importa la benevolencia, la tolerancia
y la permisividad con que el poder pueda ser ejercido. Es
importante no confundir libertad con la mera permisividad
(ver párrafo 72).

95. Se dice que vivimos en una sociedad libre porque
tenemos un cierto número de derechos constitucionalmente
garantizados. Pero esto no es tan importante como
parece. El grado de libertad personal que existe en
una sociedad está más determinado por la estructura
económica y tecnológica de la sociedad que por sus leyes
o por su forma de gobierno. Cuando las colonias americanas
estaban bajo el gobierno británico había menos garantías
legales de libertad y de menor efectividad que después
de que la Constitución americana entrara en efecto, sin
embargo había más libertad en la América preindustrial,
ambas antes y después de la Guerra de la Independencia,
que después de que la Revolución Industrial tomara
asiento en este país. Citamos de Violencia en América:
Perspectiva Histórica y Comparativa, editado por Hugh
Davis Graham y Ted Robert Gurr, capítulo 12 por Roger
Lane, páginas 476-478: «El progresivo aumento del nivel
de propiedad, y con él el incremento de la seguridad en el
oficial de ejecución de la ley (en la América del siglo
XIX)... era común a toda la sociedad... El cambio en el
comportamiento social es en términos tan prolongados
y tan extendidos como para sugerir una conexión con
el proceso social contemporáneo más fundamental;
aquel de la urbanización industrial en sí misma...»
«Masachuset en 1835 tenía aproximadamente una población
de 660, 940, el 81% rural, abrumadoramente preindustrial y
nativa. Sus ciudadanos disfrutaban de una libertad personal
considerable. Fueran tronquistas, granjeros o artesanos,
todos estaban acostumbrados a dirigir sus propios
inventarios, y la naturaleza de su trabajo los hacía
físicamente independientes los unos de los otros... Los
problemas individuales, faltas o incluso crímenes,
no estaban causados generalmente por asuntos sociales
lejanos...» «Pero el impacto de los movimientos de
hermanamiento hacia la ciudad y también hacia la fábrica,
simplemente ambas reuniones forzadas en 1835, tuvieron un
efecto gradual en el comportamiento personal a lo largo de
los siglos XIX y XX. La fábrica demandaba regularidad de
comportamiento, una vida gobernada por la obediencia a los
ritmos del reloj y del calendario, las demandas del capataz
y del supervisor. En la ciudad o villa, las necesidades
de vivir en barrios estrechamente encajonados impide
muchas acciones preliminarmente irreprochables. Ambos
empleados de cuello azul-y blanco-dependían mutuamente en
grandes establecimientos de sus compañeros; al igual que
el trabajo de un hombre encajaba en el de otro, así el
negocio de éste no sería por más tiempo propio». «Los
resultados de la nueva organización de la vida y del
trabajo eran claros hacia 1900. Cuando cerca del 76% de
los 2.805.346 residentes de Masachuset eran clasificados
como urbanitas. Mucho comportamiento violento o irregular
que había sido tolerable en una sociedad ocasional
e independiente no fue aceptable por más tiempo en la
atmósfera más formalizada y cooperativa del periodo más
tardío... El movimiento a las ciudades había producido,
en resumen, una generación más dócil, más socializada
y más ‘civilizada’ que sus predecesoras». Muchas de
las naciones indias de Nueva Inglaterra eran monárquicas,
y muchas de las ciudades de la Italia renacentista eran
controladas por dictadores. Pero leyendo sobre esas
sociedades a uno le queda la impresión de que permitían
más libertad personal que la nuestra. En parte era porque
faltaban mecanismos eficientes para ejecutar la voluntad
del gobernante: no había fuerzas policiales modernas bien
organizadas, comunicaciones rápidas de larga distancia,
cámaras de vigilancia, historiales de información
sobre la vida de los ciudadanos medios. Por tanto era
relativamente fácil evadir el control.

96. En cuanto a nuestros derechos constitucionales,
consideremos por ejemplo eso de la libertad de
prensa. Ciertamente no queremos acabar con ese derecho: es
una herramienta muy útil para limitar la concentración de
poder político y para mantener a aquéllos que lo tienen
en línea exponiendo públicamente cualquier mala conducta
por su parte. Pero la libertad de prensa es de muy poca
utilidad para el ciudadano medio como individualidad. Los
medios de masas están en su mayor parte bajo el control
de grandes organizaciones que están integradas en el
sistema. Cualquiera que tenga un poco de dinero puede
imprimir algo, o puede distribuirlo en Internet o de alguna
otra manera, pero lo que tenga que decir será sumergido
por el vasto volumen de material lanzado por los medios,
por tanto no tendrá un efecto práctico. Es por eso
casi imposible para muchas personas y grupos pequeños el
hacer un efecto en la sociedad con palabras. Tomémonos
(FC) como ejemplo. Si no hubiéramos hecho nada violento y
hubiéramos presentado los presentes escritos a un editor,
probablemente no hubieran sido aceptados. Si hubieran
sido aceptados y publicados, probablemente no hubieran
atraído muchos lectores, porque es más divertido ver el
entretenimiento lanzado por los medios que leer un ensayo
sobrio. Incluso si estos escritos hubieran tenido muchos
lectores, la mayoría hubieran olvidado pronto lo que
habían leído porque sus mentes habrían sido anegadas
por la masa de material a que los medios las exponen. A
fin de presentar nuestro mensaje ante el público con
alguna oportunidad de crear una impresión duradera,
tuvimos que matar gente.

97. Los derechos constitucionales son útiles hasta
cierto punto, pero no sirven para garantizar mucho más
que lo que puede ser llamada la concepción burguesa de
la libertad. Según la concepción burguesa, un hombre
«libre» es esencialmente un elemento de una maquinaria
social y tiene sólo una cierta serie de libertades
prescritas y delimitadas; libertades que son designadas
para servir a las necesidades de la máquina social más
que aquellas de la persona. Así el hombre «libre»
burgués tiene libertad económica porque eso promueve
el crecimiento y el progreso; tiene libertad de prensa
porque la crítica del público restringe la mala conducta
por parte de los líderes políticos; tiene derecho a un
juicio imparcial porque la prisión al antojo del poderoso
sería mala para el sistema. Esta era claramente la actitud
de Simón Bolívar. Para él, la gente merece libertad
sólo si la usa para promover el progreso (progreso como
lo conciben los burgueses). Otros pensadores burgueses
han tomado un punto de vista similar de la libertad, como
mero medio para finalidades colectivas. Chester C. Tan,
«Pensamiento Político Chino en el Siglo XX», página
202, explica la filosofía del líder del *Kuomitang, Hu
Han-min: «Una persona tiene concedidos derechos porque
es un miembro de la sociedad y la vida de su comuni-dad
requiere tales derechos. Con comunidad Hu quiere decir
la totali-dad de la sociedad de la nación». Y en la
página 259, Tan declara que, de acuerdo con Carsum Chang
(Chang Chung-mai, cabeza del Partido Socialista Estatal
en China), la libertad debe ser usada en interés del
Estado y de las personas como conjunto. Pero, ¿qué
libertad tiene uno si sólo puede ser usada como algún
otro prescribe? La concepción de libertad de FC no
es como la de Bolívar, Hu, Chang u otros teóricos
burgueses. El problema con tales teóricos es que han
hecho del desarrollo y la aplicación de teorías sociales
su actividad sustitutoria. Consecuentemente, las teorías
están ideadas para servir las necesidades de los teóricos
más que las necesidades de cualquier persona que pueda
tener tan poca suerte como para vivir en una sociedad en
que las teorías son impuestas.

98. Debemos tener en cuenta un punto más en esta
sección: no debe ser asumido que una persona tiene
suficiente libertad simplemente porque DIGA que tiene
suficiente. La libertad está en parte restringida por el
control psicológico del que la gente es inconsciente,
y además muchas ideas de lo que constituye la libertad
son gobernadas más por la convención social que por sus
necesidades reales. Por ejemplo, es probable que muchos
izquierdistas del tipo sobresocializado dirían que mucha
gente, incluidos ellos mismos, están muy poco socializados
antes que demasiado, sin embargo los izquierdistas
sobresocializados pagan un precio psicológico fuerte por
su alto nivel de socialización.




## ALGUNOS PRINCIPIOS DE LA HISTORIA

99. Pensad en la historia como la suma de dos componentes:
uno errático que consiste en eventos inapreciables que
siguen una norma no discernible y un componente regular
que consiste en tendencias históricas de periodos largos.
Aquí estamos interesados en estas últimas.

100. PRIMER PRINCIPIO. Si se hace un PEQUEÑO cambio
que afecte a una tendencia histórica de periodo
largo, entonces el efecto del cambio será casi siempre
transitorio la tendencia pronto retrocederá a su estado
original. (Ejemplo: Un movimiento de reforma designado para
limpiar la corrupción política en una sociedad raramente
tendrá más que un efecto de duración corto, tarde o
temprano los reformistas se relajaran y la corrupción
se deslizará otra vez dentro. El nivel de corrupción
política en una sociedad dada tiende a permanecer
constante o cambia despacio sólo con la evolución de la
sociedad. Normalmente, una limpieza política sólo será
permanente si va acompañada de cambios sociales generales,
un PEQUEÑO cambio en la sociedad no será suficiente). Si
un pequeño cambio en una tendencia histórica de periodo
largo se presenta como permanente, es sólo porque el
cambio actúa en la dirección con que la tendencia se
estaba moviendo de antemano, así la tendencia no se ve
alterada, pero sí empujada socialmente un paso adelante.

101. El primer principio es casi una *tautología. Si
una tendencia no fuera estable con respecto a pequeños
cambios, vagaría al azar antes que seguir una dirección
definida; en otras palabras, no sería una tendencia de
periodo largo.

102. SEGUNDO PRINCIPIO. Si se hace un cambio que es lo
suficientemente grande como para alterar permanentemente
una tendencia histórica de periodo largo, eso alterará
la sociedad en su conjunto. En otras palabras, una
sociedad es un sistema en que todas sus partes están
interrelacionadas, y no puedes cambiar permanentemente
ninguna parte importante sin cambiar también todas
las otras.

103. TERCER PRINCIPIO. Si se hace un cambio que es lo
suficientemente grande como para alterar permanentemente
una tendencia de periodo largo, entonces las consecuencias
para la sociedad como conjunto no pueden predecirse de
antemano. (A no ser que varias sociedades hayan pasado
a través del mismo cambio y hayan experimentado todas
las mismas consecuencias, en tal caso uno, puede predecir
en terrenos empíricos que otra sociedad que pase por el
mismo cambio probablemente experimentará consecuencias
similares).

104. CUARTO PRINCIPIO. Un nuevo tipo de sociedad no se
puede diseñar en el papel. Esto es, no puedes planear un
nuevo tipo de sociedad por adelantado, entonces construirla
y esperar que funcione para lo que se ha diseñado.

105. El tercer y el cuarto principio resultan de la
complejidad de las sociedades humanas. Un cambio en el
comportamiento humano afectará a la economía de una
sociedad y a su medio físico; la econo-mía afectará
el medio y viceversa, y los cambios en la economía y el
medio afectarán al comportamiento humano de una manera
compleja e imprevisible. La red de causas y efectos es
demasiado compleja para ser desenmarañada y entendida.

106. QUINTO PRINCIPIO. La gente no elige conscientemente
y racionalmente la forma de su sociedad. Las sociedades
se desarrollan a través del proceso de evolución social
que no está bajo el control racional humano.

107. El quinto principio es una consecuencia de los
otros cuatro.

108. Como ilustración: por el primer principio, hablando
en general, una tentativa de reforma social actúa en la
dirección en que la sociedad se está desarrollando de
todas maneras (así que simplemente acelera el cambio que
hubiera ocurrido en cualquier caso) pues de otro modo sólo
tiene un efecto transitorio, de modo que la sociedad pronto
volverá a su vieja rutina. Para hacer un cambio duradero
en la dirección del desarrollo de cualquier aspecto
importante de una sociedad, la reforma es insuficiente
y se requiere una revolución. (La cual no envuelve
necesariamente un levantamiento armado o el derribo de un
gobierno). Por el segundo principio, una revolución nunca
cambia sólo un aspecto de una sociedad; y por el tercer
principio el cambio que ocurre no hubiera sido esperado o
deseado por los revolucionarios. Por el cuarto principio,
cuando los revolucionarios o utópicos organizan una nueva
clase de sociedad, nunca funciona como la planearon.

109. La Revolución americana no nos proporciona un
contraejemplo. La «Revolución» americana no fue una
revolución en nuestro sentido de la palabra, sino una
guerra de independencia seguida de, más bien, una reforma
política de mucha extensión. Los Padres Fundadores no
cambiaron la dirección del desarrollo de la sociedad
americana, tampoco aspiraron a hacerlo. Sólo liberaron el
desarrollo de la sociedad americana del efecto retardante
del gobierno británico. Su reforma política no cambió
ninguna tendencia básica, sólo impulsó la cultura
política americana a lo largo de su dirección natural de
desarrollo. La sociedad británica, de la cual la sociedad
americana era un retoño, se estuvo moviendo bastante
tiempo en la dirección de la democracia representativa. Y
antes de la Guerra de la Independencia los americanos
estaban ya practicando en un grado significativo ésta
en las asambleas de las colonias. El sistema político
establecido por la Constitución fue modelado en el
sistema británico y en las asambleas coloniales, con
mayor alteración, para estar seguro-no hay duda de que
los Padres Fundadores subieron un escalón importante. Pero
era un escalón a lo largo del camino que el mundo de habla
inglesa estaba ya haciendo. La prueba es que Gran Bretaña
y sus colonias que estaban pobladas predominantemente por
gente de descendencia británica terminaron con sistemas
de democracia representativa esencialmente similares a los
Estados Unidos. Si los Padres Fundadores hubieran perdido
su valor y hubieran rechazado la firma de la Declaración
de Independencia, nuestra forma de vida hoy no hubiera
sido significativamente diferente. Igual hubiéramos
tenido algunos lazos más estrechos con Gran Bretaña,
y hubiéramos tenido Parlamento y Primer Ministro en vez
de Congreso y Presidente. Ningún gran cambio. Así la
Revolución americana no nos proporciona un contraejemplo
para nuestros principios pero sí una buena ilustración
de ellos.

110. No obstante, uno tiene que usar el sentido común
en la aplicación de los principios. Están expresados
en un lenguaje impreciso que permite amplitud para
la interpretación y se pueden encontrar excepciones a
ellos. Así que los presentamos no como normas inviolables
sino como reglas sencillas, o guías para pensar, que
pueden proporcionar un antídoto parcial a las ideas
ingenuas a cerca del futuro de la sociedad. Los principios
deben estar constantemente en la mente, y cuando quiera
que uno alcance una conclusión que entre en conflicto con
ellos uno debe reexaminar cuidadosamente su pensamiento
y sólo retener la conclusión si tiene buenas y sólidas
razones para hacerlo.




## LA SOCIEDAD TECNOLÓGICO-INDUSTRIAL NO PUEDE REFORMARSE

111. Los principios precedentes ayudan a ver lo
desesperadamente difícil que sería reformar el sistema
industrial como para prevenirlo del estrechamiento
progresivo de nuestra esfera de libertad. Ha habido
una tendencia consistente, retrocediendo al menos a
la Revolución Industrial, en el fortalecimiento del
sistema con ayuda de la tecnología a un alto coste de
libertad individual y local. Por tanto cualquier cambio
diseñado para proteger la libertad de la tecnología,
sería contrario a la tendencia fundamental en el
desarrollo de nuestra sociedad. Consecuentemente,
tales cambios serían transitorios pronto serían
sumergidos por la corriente de la historia o, si fueran
lo suficientemente gran des como para ser permanentes,
alterarían la naturaleza de toda nuestra sociedad. Esto
por el primer y el segundo principio. Además desde que
la sociedad fuera alterada de una manera que no puede
predecirse de antemano (tercer principio) habría un
gran riesgo. Cambios suficientemente grandes como para
hacer una diferencia duradera en favor de la libertad
no se iniciarían porque desorganizarían gravemente el
sistema. Así que cualquier tentativa de reforma sería
demasiado tímida como para ser efectiva. Incluso si
se iniciaran cambios lo suficientemente grandes como
para conseguir una diferencia duradera, se eharían
atrás cuando sus efectos desorganizadores se hicieran
aparentes. Así cambios permanentes en favor de la libertad
pueden atraerse sólo por personas preparadas para aceptar
alteraciones radicales, peligrosas e impredecibles de
todo el sistema. En otras palabras, por revolucionarios,
no por reformistas.

112. La gente ansiosa por rescatar la libertad sin
sacrificar los supuestos beneficios de la tecnología
sugerirán ingenuos esquemas para alguna nueva
clase de sociedad que reconcilie la libertad con la
tecnología. Aparte del hecho de que la gente que
hace sugerencias rara vez propone algún término medio
práctico por la que la nueva forma de sociedad pueda ser
levantada en primer lugar, se sigue del cuarto principio
que incluso sin la nueva forma de sociedad pudiera ser en
principio establecida, puede colapsarse o dar resultados
muy diferentes de aquellos esperados.

113. Así que, incluso en terrenos muy generales, parece
improbable que se pueda encontrar alguna forma de cambio
social para reconciliar la libertad con la tecnología
moderna. En las siguientes secciones daremos razones
más específicas para concluir que libertad y progreso
tecnológico son incompatibles.




## LA RESTRICCIÓN DE LA LIBERTAD ES INEVITABLE EN LA
SOCIEDAD INDUSTRIAL

114. Como explicamos en los párrafos 65-67, 70-73, el
hombre moderno está encadenado por la red de normas
y regulaciones, y su condena depende de las acciones de
personas remotas a ellos en cuyas decisiones no pueden
influir. Esto no es accidental o, el resultado de las
arbitrariedades de arrogantes burócratas. Es necesario
e inevitable en cualquier sociedad tecnológicamente
avanzada. El sistema con objeto de funcionar TIENE QUE
regular el comportamiento humano de cerca. En el trabajo,
la gente tiene que hacer lo que le digan que haga, de
otra manera la producción sería arrojada al caos. Las
burocracias TIENEN QUE estar organizadas de acuerdo
con reglas rígidas. El permitir algún ingenio personal
sustancial a los burócratas de nivel bajo desorganizaría
el sistema y llevaría a cargos de injusticia debido a las
diferencias en la manera individual en que ejercerían su
ingenio. Es verdad que algunas restricciones de nuestra
libertad se podrían eliminar, pero HABLANDO EN GENERAL
la regulación de nuestras vidas por parte de grandes
organizaciones es necesaria para el funcionamiento de
la sociedad tecnológico-industrial. El resultado es
un sentimiento de impotencia por parte de la persona
media. Puede sin embargo, que las regulaciones formales
tiendan a ser reemplazadas por herramientas psicológicas
que nos hagan querer hacer lo que el sistema requiera de
nosotros (propaganda, técnicas educacionales, programas
de «salud mental», etc.). (Ver párrafo 73).

115. El sistema TIENE QUE forzar a la gente a comportarse
de maneras que son crecientemente remotas al modelo
natural de comportamiento humano. Por ejemplo el sistema
necesita científicos, matemáticos e ingenieros. No
puede funcionar sin ellos. Se presiona mucho a los niños
para sobresalir en estos campos. No es natural para
un ser humano adolescente el consumir el grueso de su
tiempo sentado en una mesa absorbido por el estudio. Un
adolescente normal quiere pasar su tiempo en contacto
activo con el mundo real. Entre la gente primitiva las
cosas para lo que eran entrenados estaban en armonía
con los impulsos humanos naturales. Entre los indios
americanos, por ejemplo, los chicos eran entrenados en
ejercicios activos al aire libre simplemente la clase
de cosas que les gusta hacer. Pero en nuestra sociedad
los niños son empujados a estudiar materias técnicas,
que la mayoría hacen refunfuñando.

116. Debido a la constante presión que el sistema ejerce
para modificar el comportamiento humano, hay un incremento
gradual en el número de personas que no pueden o no
podrán ajustarse a los requerimientos de la sociedad:
sanguijuelas del bienestar, jóvenes miembros de bandas,
cultistas, rebeldes antigubernamentales, saboteadores
medioambientales radicales, imperfectos y resistentes de
varias clases.

117. En cualquier sociedad tecnológicamente avanzada
la suerte de las personas depende de decisiones que
ellas no pueden influir personalmente en ninguna gran
extensión. Una sociedad tecnológica no se puede romper en
comunidades pequeñas y autónomas, porque la producción
depende de la cooperación de un gran número de personas
y máquinas. Dicha sociedad tiene que estar altamente
organizada y las decisiones TIENEN que hacerse para afectar
a un gran número de gente. Cuando una decisión, afecta
digamos, a un millón de personas, entonces cada una de
las personas tiene, como media, sólo una millonésima
parte en tomar la decisión. Lo que normalmente pasa
en la práctica es que la decisión es tomada por
funcionarios públicos o.ejecutivos de corporaciones, o por
especialistas técnicos, pero cuando incluso el público
vota una decisión el número de votantes ordinariamente
es demasiado grande como para que el voto de cualquier
persona resulte significativo. Encontramos defensores
del sistema que citan casos en que las elecciones han
sido decididas por uno o dos votos, pero tales casos son
raros. Así muchas personas son incapaces de influenciar
mesurablemente la decisión mayoritaria que afecta a sus
vidas. No hay manera concebible de remediar esto en una
sociedad tecnológicamente avanzada. El sistema trata de
«solventar» este problema mediante el uso de propaganda
para hacer a las personas QUERER las decisiones que han
sido hechas para ellas, pero incluso si esta «solución»
fuera completamente exitosa haciendo a la gente sentirse
mejor, sería vejatoria.

118. Los conservadores y algunos otros abogan por una
mayor «autonomía local». Una vez las comunidades locales
tuvieron autonomía, pero fue cada vez menos posible porque
se hicieron más complicadas y dependientes del sistema de
gran escala como servicios públicos, redes de ordenadores,
sistemas de autopistas, medios de comunicación de masas
y el sistema de salud moderno. También opera en contra
de la autonomía el hecho de que la tecnología aplicada
en una localidad muchas veces afecte a gente de otras
comunidades lejanas. Así los pesticidas o los productos
químicos usados cerca de un ria-chuelo pueden contaminar
los suministros de agua de cientos de millas río abajo,
y el efecto invernadero afecta a todo el planeta.

119. El sistema no existe y no puede existir para
satisfacer las necesidades humanas. En vez, es el
comportamiento humano el que tiene que ser modificado para
encajar en las necesidades del sistema. Esto no tiene
nada que ver con la ideología política o social que
pueda pretender guiar el sistema tecnológico. Es culpa
de la tecnología, porque el sistema no está guiado por
la ideología sino por las necesidades técnicas. «Hoy
en día, en las regiones tecnológicamente avanzadas,
el hombre lleva vidas muy similares a pesar de las
diferencias geográficas, religiosas o políticas. Las
vidas diarias de un oficinista cristiano de un banco en
Chicago, un oficinista budista en un banco de Tokio, y uno
comunista en Moscú son mucho más parecidas que la vida
de cualquiera de ellos con un hombre que viviera hace mil
años. Los parecidos son el resultado de una tecnología
común...» L. Sprague de Camp, The Ancien Engineers,
ediciones Ballantine, página 17. Las vidas de los tres
oficinistas de banco no son IDÉNTICAS. La ideología tiene
ALGÚN efecto. Pero todas las sociedades tecnológicas, a
fin de sobrevivir, tienen que evolucionar APROXIMADAMENTE a
lo largo de la misma trayectoria. Por supuesto el sistema
satisface muchas necesidades humanas, pero hablando en
general, hace esto sólo en la medida en que le beneficia
el hacerlo. Son las necesidades del sistema.las que son
supremas, no las de los seres humanos. Por ejemplo, el
sistema provee a la gente con comida porque no puede
funcionar si todo el mundo está muerto de hambre;
atenta contra las necesidades psicológicas de la gente
siempre que pueda ser CONVENIENTE el hacerlo, porque no
puede funcionar si demasiada gente se vuelve depresiva
o rebelde. Pero el sistema por buenas razones, sólidas
y prácticas, tiene que ejercer presión constante
sobre la gente para moldear su comportamiento hacia sus
necesidades. ¿Demasiada basura acumulada? El gobierno, los
medios, el sistema educacional, los medioambientalistas,
todo el mundo nos inunda con masas de propaganda sobre
el reciclado. ¿Necesita más personal técnico? Un
coro de voces exhorta a los chavales a que estudien
ciencias. Nadie se para a preguntar si es inhumano el
forzar a los adolescentes a consumir el grueso de su
tiempo estudiando materias que la mayoría odian. Cuando
echan de su trabajo a trabajadores especializados y son
sustituidos por técnicos avanzados y tienen que sufrir
«retenciones», nadie pregunta si es humillante para ellos
el que los echen de esa manera. Se da por supuesto que
todo el mundo tiene que reverenciar la necesidad técnica
y por buenas razones: si las necesidades humanas fueran
puestas antes que la necesidad técnica habría problemas
económicos, paro, escaseces o peor aún. El concepto
de «salud mental» en nuestra sociedad está largamente
definido por el alcance del comportamiento de una persona
esté de acuerdo con las necesida-des del sistema y que
lo haga sin mostrar signos de tensión.

120. Los esfuerzos por hacer sitio a un sentimiento de
proyecto y autonomía en el interior del sistema no son
mejor que una broma. Por ejemplo: en una compañía, en
vez de tener cada uno de sus empleados que montar sólo
una sección del catálogo, cada uno tiene que montar
el catálogo entero, y esto se supone que les tiene que
dar un sentimiento de proyecto y realización. Algunas
compañías han intentado dar a sus empleados más
autonomía en su trabajo, pero por razones prácticas
esto normalmente sólo puede ser hecho en una extensión
muy limitada y, en cualquier caso, a los empleados no
se les da autonomía como para ultimar finalidades-sus
esfuerzos «autónomos» no pueden ir nunca directamente
detrás de finalidades que seleccionan personalmente, sino
sólo detrás de las finalidades del jefe, tales como la
supervivencia y el crecimiento de la compañía. Cualquier
compañía pronto saldría de los negocios si permitiera
actuar a sus empleados de otro modo. De igual manera, en
cualquier empresa en el interior de un sistema socialista,
los trabajadores tienen que dirigir sus esfuerzos detrás
de las finalidades de la empresa, de otra manera ésta
no servirá su propósito como parte del sistema. Una vez
más, por razones puramente técnicas no es posible para
muchas personas o grupos pequeños tener mucha autonomía
en la sociedad industrial. Incluso el.pequeño propietario
de un negocio comúnmente sólo tiene una autonomía
limitada. Aparte de la necesidad de las regulaciones del
gobierno, está restringido por el hecho de que tiene
que ajustarse dentro del sistema económico y someterse a
sus requerimientos, por ejemplo cuando alguien desarrolla
una nueva tecnología, la persona del peque ño negocio
a menudo tiene que usarla tanto si quiere como si no,
con objeto de seguir siendo competitivo.





## LAS PARTES «MALAS» DE LA TECNOLOGíA NO PUEDEN SEPARARSE
DE LAS PARTES «BUENAS»

121. Además, una razón de porque la sociedad industrial
no puede reformarse en favor de la libertad es que la
tecnología moderna es un sistema unificado en el cual
todas las partes dependen las unas de las otras. No puedes
deshacerte de las partes «malas» de la tecnología y
conservar sólo las partes «buenas». Consideremos como
ejemplo la medicina moderna. El progreso en la ciencia
médica depende del progreso en química, física,
biología, ciencia de ordenadores y otros campos. Los
tratamientos médicos avanzados requieren equipamiento
caro y de alta tecnología que sólo una sociedad avanzada
tecnológica-mente y económicamente rica lo puede hacer
disponible. Claramente no puedes tener mucho progreso en
medicina sin la totalidad del sistema tecnológico y todo
lo que conlleva.

122. Incluso si el progreso médico se pudiera mantener sin
el resto del sistema tecnológico, traería en sí ciertos
males. Supongamos por ejemplo que se descubriera una cura
para la diabetes. La gente con una tendencia genética a
la diabetes serían capaces de sobrevivir y reproducirse
tan bien como cualquier otro. La selección natural contra
los genes de la diabetes pararía y se dispersarían por
la población. (Esto puede estar ocurriendo ya a cierta
extensión, desde que la diabetes, si bien no es curable,
puede ser controlada mediante el uso de insulina). Lo
mismo ocurrirá con muchas otras enfermedades, a cuya
sensibilidad es afectada por la degradación genética de
la población. La única solución sería alguna clase de
programa de *eugenesia o de ingeniería genética extensiva
de seres humanos, por lo que el hombre en el futuro no
sería por más tiempo una creación de la naturaleza, o
de la casualidad, o de dios (dependiendo de tus opiniones
religiosas o filosóficas), sino un producto manufacturado.

123. Si piensas que un gran gobierno interfiere AHORA
demasiado en tu vida, simplemente espera hasta que
empiece a regular la constitución genética de tus
hijos. Tal regulación inevitablemente irá seguida de la
introducción de ingeniería genética de seres humanos,
porque las consecuencias de una ingeniería genética no
regulada serían desastrosas. Simplemente piensa que un
ingeniero genético irresponsable podría crear muchos
terroristas.

124. La respuesta habitual a tales asuntos es hablar
de una «ética médica». Pero un código ético no
serviría para proteger la libertad en el aspecto del
progreso médico; sólo empeoraría el problema. Un código
ético aplicable a la ingeniería genética tendría como
resultado un intento de regulación de la constitución
genética de los seres humanos. Alguien (probablemente
la clase alta y media, mayoritariamente), decidiría
que tales o cuales aplicaciones serían «éticas» y
otras no por lo que en consecuencia, estarían imponiendo
sus propios valores en la constitución genética de la
población en libertad. Incluso si un código ético fuera
elegido en bases completamente democráticas, la mayoría
estaría imponiendo sus propios valores a una minoría que
podría tener una idea diferente de lo que constituye un
uso ético de la ingeniería genética. El único código
ético que verdaderamente protegería la libertad sería
uno que prohibiera CUALQUIER ingeniería genética en seres
humanos, y puedes estar seguro que tal código nunca será
aplicado en una sociedad tecnológica. Ningún código que
reduzca la ingeniería genética a un papel menor, podría
mantenerse erguido por mucho tiempo, porque la tentación
presentada el inmenso poder de la biotecnología sería
irresistible, especialmente desde que a la mayoría de la
gente muchas de sus aplicaciones les parecerán obvia e
inequívocamente buenas (eliminando enfermedades mentales
y físicas, dando a la gente las habilidades que necesitan
para prosperar en el mundo de hoy). Inevitablemente, la
ingeniería genética será usada extensivamente pero
sólo de manera consecuente con las necesidades del
sistema tecnológico-industrial. Como ejemplo además
de las consecuencias indeseables del progreso médico,
supongamos que se descubre la cura para el cáncer:
incluso si el tratamiento es demasiado caro como para
ser asequible para alguien excepto para una élite,
progresivamente reduciría la iniciativa de parar el escape
de cancerígenos en el medio.





## LA TECNOLOGíA ES UNA FUERZA SOCIAL MÁS PODEROSA QUE LA
ASPIRACIóN DE LIBERTAD

125. No es posible hacer un compromiso DURADERO entre
tecnología y libertad, porque la tecnología es de lejos
la fuerza social más poderosa e invade continuamente la
libertad a través de compromisos REPETIDOS. Imagina el
caso de dos vecinos, cada uno de los cuales al principio
posee la misma cantidad de tierra, pero uno de ellos es
más poderoso que el otro. El poderoso demanda un trozo
de tierra del otro. El débil se niega. El poderoso dice,
«Muy bien, lleguemos a un acuerdo. Dame la mitad de lo que
te he pedido». El débil tiene poca alternativa sino es
ceder. Algún tiempo después el vecino poderoso demanda
otro trozo de tierra, otra vez hay un acuerdo, y así
sucesivamente. Forzando a una larga serie de compromisos
al hombre débil, el poderoso finalmente consigue toda
su tierra. Así funciona el conflicto entre tecnología
y libertad..

126. Permiteme explicar porqué la tecnología es una fuerza
social más poderosa que la aspiración de libertad.

127. Un avance tecnológico que parece no amenazar la
libertad frecuentemente más tarde resulta amenazarla
muy seriamente. Un paseante en un principio podía
ir donde quisiera, ir a su propio paso sin observar
ninguna regulación del tráfico, y era independiente de
sistemas de soporte tecnológico. Cuando se introdujeron
los vehículos a motor aparecieron para incrementar la
libertad del hombre. No quitaron libertad al paseante,
nadie tenía que tener un automóvil si no quería uno,
y cualquiera que eligiera comprar uno no podía viajar
mucho más rápido que el paseante. Pero la introducción
de transporte motorizado pronto cambio la sociedad de tal
manera como para restringir gravemente la libertad de
locomoción del hombre. Cuando los automóviles fueron
numerosos, fue necesario regular su uso extensivo. En
un coche, especialmente en áreas densamente pobladas,
uno simplemen-te no puede ir donde uno quiera a su propio
paso; los movimientos de uno son gobernados por el fluir
del tráfico y por diferentes normas. Uno está restringido
por diferentes obligaciones: necesidad de permiso, examen
de conducir, renovación del registro, contrato del seguro,
mantenimiento requerido para la seguridad, pagos mensuales
sobre precio firme. Además, el usar transporte motorizado
no es en adelante opcional. Desde la introducción de
transporte motorizado la distribución de nuestras ciudades
ha cambiado de tal manera que la mayoría de la gente ya no
vive dentro de una distancia de su lugar de trabajo, de las
áreas de compra y de las oportunidades de recreo que puede
hacer andando, por lo que TIENE que depender del automóvil
para transportarse. Si no, tiene que usar el transporte
público, en tal caso tiene menos control incluso de su
propio movimiento que conduciendo un coche. Incluso la
libertad del paseante está ampliamente restringida. En
la ciudad se tiene que parar continuamente y esperar en
los semáforos, que están diseñados principalmente para
servir al tráfico. En el campo, el tráfico motorizado
lo hace peligroso y desagradable para andar a lo largo
de la carretera. (Señalar el importante punto que hemos
ilustrado con el caso del transporte motorizado: cuando
un nuevo artículo se introduce como una opción que una
persona puede aceptar o no como elija, no quiere decir
necesariamente que PERMANEZCA opcional. En muchos casos
la nueva tecnología cambia la sociedad de tal manera que
la gente a la larga se ve FORZADA a usarla).

128. Mientras el progreso tecnológico COMO TOTALIDAD
continuamente estrecha nuestra esfera de libertad,
cada nuevo avance técnico considerado EN Sí MISMO
parece deseable. Electricidad, fontanería interior,
comunicaciones rápidas de larga distancia... ¿cómo
alguien podría argumentar contra cualquiera de estas
cosas, o contra cualquier otro de los innumerables avances
técnicos que ha hecho la sociedad.moderna? Hubiera sido
absurdo resistir la introducción del teléfono, por
ejemplo. Ofrece muchas ventajas y ninguna desventaja. Sin
embargo tal y como explicamos en los párrafos 59-76,
todos estos avances técnicos tomados juntos han creado un
mundo en el cual la suerte del hombre medio ya no está
en sus propias manos o en la de sus vecinos y amigos,
sino en la de los políticos, ejecutivos de corporaciones
y remotos y anónimos técnicos y burócratas en los que
como individuo no tiene poder para influir. Puesto que
alguna gente puede encontrar paradójica la noción de que
un gran número de cosas buenas se pueden sumar para dar
una mala, lo ilustraremos con una analogía. Supongamos que
el Sr. A está jugando al ajedrez con el Sr. B. El Sr. C,
un gran maestro, está mirando por encima del hombro del
Sr. A. Este por supuesto quiere ganar la partida, así que
si el Sr. C indica un buen movimiento para el Sr. A, le
está haciendo a éste un favor. Pero ahora supongamos que
el Sr. C le indica al Sr. A TODOS sus movimientos. En cada
instante particular hace al Sr. A un favor enseñándole su
mejor movimiento, pero haciendo TODOS estropea el juego,
puesto que no hay motivo en que el Sr. A juegue si algún
otro hace todos sus movi-mientos. La situación del hombre
moderno es análoga a la del Sr. A. El sistema hace la
vida de una persona mucho más fácil de innumerables
formas, pero haciéndolo priva a esta del control sobre
su propia suerte. El mismo proceso continuará en el
futuro. La ingeniería genética, por ejemplo. Poca gente
se resistirá a la introducción de una técnica genética
que elimine las enfermedades hereditarias. Aparentemente
no daña y previene mucho sufrimiento. Así, un gran
número de mejoras genéticas tomadas juntas hará de
los seres humanos un producto de ingeniería antes que
una libre creación del azar (o de dios, o de lo que sea,
dependiendo de tus creencias religiosas).

129. Otra razón de porque la tecnología es una fuerza
social poderosa es que, en el contexto de una sociedad
dada, el progreso tecnológico camina en una sola
dirección; nunca puede dar marcha atrás. Cuando se ha
introducido una innovación técnica, la gente normalmente
se vuelve dependiente de ella, a no ser que sea reemplazada
por alguna innovación aún más avanzada. La gente no
sólo se vuelve dependiente como individualidades de
un nuevo producto tecnológico, sino, incluso en mayor
grado, el sistema como conjunto se vuelve dependiente de
él. (Imagina que le pasaría al sistema actual si los
ordenadores, por ejemplo, fueran eliminados). Así el
sistema se puede mover en una sola dirección, detrás
de una mayor tecnologización. La tecnología fuerza
repetidamente a la libertad a dar un paso atrás, pero la
tecnolo-gía nunca puede dar un paso atrás-short to el
derribo de todo el sistema tecnológico.

130. La tecnología avanza con gran rapidez y amenaza la
libertad en muchos puntos al mismo tiempo (hacinamiento,
normas y regulaciones, incrementa la dependencia de las
personas en grandes organizaciones, propaganda y otras
técnicas psicológicas, ingeniería genética, invasión
de la intimidad por medio de dispositivos de vigilancia
y ordenadores, etc.). Para retener CUALQUIERA de las
amenazas de la libertad se requiere una lucha social
diferente. Aquéllos que quieren proteger la libertad
están abrumados por el claro número de nuevos ataques
y la rapidez con la que se desarrollan, en consecuencia,
se vuelven apáticos y no resisten por más tiempo. El
luchar contra cada una de las amenazas por separado
sería inútil. Se puede esperar el éxito sólo luchando
contra el sistema tecnológico como conjunto; pero esto
es revolucionario, no reformista.

131. Los técnicos (usamos este término para describir
a todos aquellos que realizan una tarea especializada que
requiere entrenamiento) tienden a estar tan comprometidos
con su trabajo (su actividad sustitutoria) que cuando
surge un conflicto entre éste y la libertad, casi siempre
deciden en favor de su trabajo técnico. Esto es obvio en
el caso de los científicos, pero también aparece en otras
partes: educadores, grupos humanitarios, organizaciones
de conservación, no vacilan en usar propaganda u otras
técnicas psicológicas para ayudarse a conseguir sus
loables finalidades. Las corporaciones y las agencias
gubernamentales, cuando lo encuentran provechoso, no
vacilan en reunir información sobre personas sin respetar
su intimidad. Las agencias de ejecución de las leyes
están frecuentemente en dificultades con los derechos
constitucionales de los sospechosos y frecuentemente de
personas completamente inocentes, y hacen lo que legalmente
puedan (o algunas veces ilegalmente) para restringir
o burlar esos derechos. Muchos de estos educadores,
funcionarios gubernamentales y oficiales de leyes creen
en la libertad, en la intimidad y en los dere chos
constitucionales, pero cuando estos entran en conflicto
con su trabajo, normalmente sienten que su trabajo es
más importante.

132. Es bien sabido que generalmente la gente trabaja
mejor y más persistentemente cuando lucha por un premio
que cuando intenta evitar un castigo o un resultado
negativo. Los científicos y otros técnicos están
motivados principalmente por los premios que consiguen
a través de su trabajo. Pero aquellos que se oponen a
la invasión técnica de la libertad están trabajando
para evitar un resultado negativo, consecuentemente son
unos pocos los que trabajan persistentemente y bien en
esta tarea desalentadora. Si alguna vez los reformistas
realizan una victoria notable que parece levantar una
barrera sólida contra futuras erosiones de la libertad a
través del progreso técnico, muchos tenderán a relajarse
y desviar su atención a empeños más agradables. Pero los
científicos permanecerán atareados en sus laboratorios
y la tecnología, como progresa, encontrará caminos,
a pesar de cualquier barrera, para ejercer más y más
control sobre las personas y hacerlas más dependientes
del sistema.

133. Ningún acuerdo social, sean leyes, instituciones,
costumbres o códigos éticos, puede proporcionar una
protección permanente contra la tecnología. La historia
enseña que todos los acuerdos sociales son transitorios;
todos cambian o fracasan a la larga. Pero los avances
tecnológicos son permanentes dentro del contexto de una
civilización dada. Supongamos por ejemplo que si fuera
posible llegar a algún acuerdo social que previniera que
la ingeniería genética fuera aplicada a seres humanos,
o prevenirlo de tal manera como para no amenazar la
libertad y la dignidad. No obstante, la tecnología
permanecerá esperando. Antes o después el acuerdo
social fracasará. Probablemen-te antes, dando paso a la
oportunidad en nuestra sociedad. Entonces la ingeniería
genética empezará a invadir nuestra esfera de libertad,
y esta invasión será irreversible (estando lejos de un
fracaso de la civilización tecnológica en sí). Cualquier
ilusión a cerca de conseguir algo permanente a través de
acuerdos sociales debería disiparse por lo que actualmente
está pasando con la legislación ambiental. Hace unos
pocos años parecía que había barreras legales seguras
previniendo al menos ALGUNOS de las peores formas de
degradación ambiental. Un cambio en el viento político
y esas barreras empiezan a derrumbarse.

134. Por todas las razones anteriores, la tecnología
es una fuerza social más poderosa que la aspiración de
libertad, pero esta declaración requiere una importante
calificación. Parece que durante las próximas décadas el
sistema tecnológico-industrial experimentará una severa
cuota de tensión en problemas económicos y ambientales
y, especialmente, en problemas de comportamiento humano
(alienación, rebelión, hostilidad, una variedad de
dificultades sociales y psicológicas). Esperamos que
la tensión que el sistema probablemente atravesará
le causará un colapso, o al menos lo debilitará lo
suficiente como para que ocurra una revolución y tenga
éxito. Entonces, en ese momento particular, la aspiración
por la libertad se habrá mostrado más poderosa que
la tecnología.

135. En el párrafo 125 usamos una analogía de un vecino
débil dejado desvalido por un vecino fuerte que le quita
toda su tierra forzándolo a una serie de compromisos. Pero
supongamos ahora que el vecino fuerte cae enfermo, por lo
que es incapaz de defenderse. El vecino débil puede forzar
al fuerte a devolverle su tierra o lo puede matar. Si deja
sobrevivir al hombre fuerte y sólo lo fuerza a devolverle
su tierra, es un mentecato, porque cuando el hombre fuerte
se recupere volverá a quedarse con toda la tierra para
él. La única alternativa sensata para el hombre débil
es matar al fuerte mientras tiene una oportunidad. De
la misma manera, mientras el sistema industrial está
enfermo debemos destruirlo. Si transigimos y le dejamos
recuperarse de su enfermedad a la larga destruirá toda
nuestra libertad..





## LOS PROBLEMAS SOCIALES MáS SIMPLES SE HAN MOSTRADO
INTRATABLES

136. Si alguien aún imagina que sería posible reformar
el sistema de tal manera como para proteger la libertad
de la tecnología, déjale considerar lo chapucera y,
para la mayor parte, desafortunada que nuestra sociedad
ha sido tratando otros problemas sociales que son mucho
más simples y globales. Entre otras cosas, el sistema ha
fallado en parar la degradación ambiental, la corrupción
política, el tráfico de drogas o el abuso doméstico.

137. Tomemos nuestros problemas ambientales, por
ejemplo. Aquí el conflicto de valores es completo:
actualmente la conveniencia económica contra la salvación
de alguno de nuestros recursos naturales para nuestros
nietos. Aquí estamos considerando sólo un conflicto de
valores dentro de la corriente de opinión principal. Por
la razón de simplificar dejamos fuera del cuadro de
valores «extraños» como la idea de que la naturaleza
salvaje es más importante que la prosperidad económica
humana. Pero en esta materia sólo obtenemos mucha blather
y ofuscación por parte de la gente que tiene el poder,
y nada como una línea de acción clara y consecuente,
y continuamos acumulando los problemas ambientales
con los que tendrán que vivir nuestros nietos. Los
intentos de resolver el problema ambiental consisten
en luchas y compromisos entre diferentes facciones,
alguna de las cuales ascienden en un momento, otras en
otro momento. La línea de lucha cambia con la corriente
actual de movimiento de la opinión del público. Éste no
es un proceso racional, ni tampoco es apto para conducir
a una solución conveniente y próspera al problema. Los
principales proble-mas sociales, si alguna vez son
«resueltos», raramente o nunca lo son a través de un
plan racional y comprensible. Simplemente se resuelven
por sí mismos a través de un proceso en el que varios
grupos competidores persiguiendo sus propios intereses
(normalmente de periodo corto) llegan (principalmente
debido a la suerte) a algún *modus vivendi más o menos
estable. (Los propios intereses no son necesariamente
intereses MATERIALES. Pueden consistir en realizar
alguna necesidad psicológica, por ejemplo, promover la
ideología o religión propia.) De hecho, los principios
que formulamos en los párrafos 100-106 hacen parecer
dudoso que los planes sociales racionales de periodo largo
puedan ser ALGUNA VEZ prósperos.

138. Así queda claro que la raza humana tiene en el
mejor de los casos una capacidad muy limitada para
resolver incluso problemas sociales relativamente
globales. ¿Entonces cómo va ha resolver el problema
mucho más difícil y sutil de reconciliar libertad y
tecnología? La tecnología presenta avances materiales
bien delimitados, mientras que la libertad es una
abstracción que significa cosas diferentes para gente
diferente, y su pérdida es fácilmente confundida por la
propaganda y la charla imaginativa.

139. Y nótese esta importante diferencia: es concebible
que nuestros problemas ambientales (por ejemplo) puedan
algún día estabilizarse a través de un plan comprensivo
y racional, pero si esto pasa será porque está en el
interés de periodo largo del sistema el resolver estos
problemas. Pero NO le interesa el preservar la libertad
o la autonomía de pequeños grupos. Por el contrario,
le importa tener bajo control el comportamiento humano en
la extensión más amplia posible. Una nota: al sistema
le corresponde permitir en algunas competencias un cierto
grado de libertad prescrito. Por ejemplo, la libertad
económica (con convenientes limitaciones y prohibiciones)
se ha demostrado efectiva en la promoción del crecimiento
económico. Pero sólo la libertad planeada, circunscrita
y limitada interesa al sistema. La persona tiene que
ser mantenida con una correa, incluso si la correa es
algunas veces larga (ver párrafos 94, 97). Así, mientras
consideraciones prácticas pueden forzarle a la larga
a tomar una aproximación racional y prudente ante los
problemas ambientales, iguales consideraciones prácticas
le forzarán a regular el comportamiento humano cada vez
más de cerca (probablemente por medio de medios indirectos
que disfrazarán el avance sobre la libertad). Esto no
es simplemente nuestra opinión. Eminentes científicos
sociales (por ejemplo James Q. Wilson) han enfatizado
la importancia de «socializar» a la gente con más
efectividad.




## LA REVOLUCIÓN ES MÁS FÁCIL QUE LA REFORMA

140. Esperamos haber convencido al lector de que el sistema
no puede ser reformado de tal manera como para reconciliar
libertad y tecnología. La única salida es librarnos
del sistema tecnológico industrial en su conjunto. Esto
implica la revolución, no necesariamente un levanta-miento
armado, pero ciertamente un cambio radical y fundamental
en la naturaleza de la sociedad.

141. La gente tiende a asumir que como una revolución
envuelve un mayor cambio de lo que lo hace una reforma,
es más difícil producirla. Realmente, bajo determinadas
circunstancias, la revolución es más sencilla que la
reforma. La razón es que un movimiento revolucionario
puede inspirar una intensidad de compromiso que
un movimiento reformista no puede. Un movimiento
reformista meramente ofrece arreglar un problema
social en particular. Un movimiento revolucionario
ofrece resolver todos los problemas de golpe y crear
un nuevo mundo entero. Proporciona la clase de ideal
por el cual la gente correría grandes riesgos y haría
grandes sacrificios. Por esta razón sería más fácil
el derribar todo el sistema tecnológico que poner
restricciones efectivas y permanentes en el desarrollo
de la aplicación de cualquier segmento de tecnología,
tal cómo la ingeniería genética; bajo condicio-nes
adecuadas un gran número de gente se puede dedicar
apasionadamente a una revolución contra el sistema
tecnológico-industrial. Tal y como señalamos en el
párrafo 132, los reformistas pretendiendo limitar ciertos
aspectos de la tecnología estarían trabajando para
evitar un resultado negativo. Pero los revolucionarios
trabajan para ganar una recompensa poderosa-y, por eso,
más duramente y más persistentemente que lo hacen los
reformistas.

142. La reforma está siempre restringida por el temor a
las consecuencias dolorosas si los cambios van demasiado
lejos. Pero una vez la fiebre revolucionaria ha tomado
asidero en una sociedad, la gente voluntariamente
experimenta trabajo arduo ilimitado por la razón de su
revolución. Esto se vio claramente en las Revoluciones
Francesa y Rusa. Puede ser que en tales casos sólo una
minoría de la población esté realmente comprometida,
pero esta minoría es suficientemente grande y activa
como para convertirse el la fuerza dominante en la
sociedad. Tendremos más que decir sobre la revolución
en los párrafos 180-205.





### CONTROL DEL COMPORTAMIENTO HUMANO

143. Desde el comienzo de la civilización, las sociedades
organizadas han tenido que presionar a los seres humanos
a causa del funcionamiento del organismo social. Los
tipos de presión varían enormemente de una sociedad a
otra. Algunas son físicas (dieta pobre, trabajo excesivo,
polución ambiental), algunas son psicológicas (ruido,
hacinamiento, forzar el comportamiento humano al molde que
la sociedad requiere). En el pasado, la naturaleza humana
ha sido aproximadamen-te constante, o de cualquier modo ha
variado sólo cerca de ciertos lindes. Consecuentemente,
las sociedades han sido capaces de empujar a la gente
sólo hasta ciertos límites. Cuando se sobrepasa el
límite de la resistencia humana, las cosas empiezan a
ir mal: rebelión, o crimen, o corrupción, o evasión
del trabajo, o una tasa menguante de nacimiento o alguna
otra cosa, por lo que la sociedad también se colapsa,
o su funcionamiento se vuelve demasiado ineficiente o es
(rápidamente o gradualmente, a través de consecuencias,
desgaste o evolución) reemplazada por alguna otra forma
más eficiente de socie-dad.

144. Así, la naturaleza humana ha puesto ciertos límites
en el pasado al desarrollo de las sociedades. La gente
podía ser empujada a un punto y no más allá. Pero
hoy esto puede estar cambiando, porque la tecnología
moderna está desarrollando formas de modificar a los
seres humanos.

145. Imagina una sociedad que somete a la gente a
condiciones que los hacen terriblemente infelices, entonces
les da drogas para quitarle su infelicidad. ¿Ciencia
ficción? Ya está ocurriendo en cierta extensión
en nuestra sociedad. Es bien sabido que la tasa de
depresiones clínicas se ha incrementado enormemente en
las décadas recientes. Creemos.que esto es debido al
colapso del proceso de poder, como explicamos en los
párrafos 59-76. Pero incluso si estamos equivocados,
el incremento de la tasa de depresiones es ciertamente el
resultado de ALGUNAS condiciones que existen en la sociedad
de hoy. En vez de extirpar las condiciones que hacen que la
gente esté deprimida, las sociedad moderna les da drogas
antidepresivas. En realidad, los antidepresivos son un
medio de modificar el estado interno de un individuo de tal
manera que le permita tolerar las condiciones sociales que
de otra manera encontraría intolerables. (Sí, sabemos
que la depresión es con frecuencia de origen puramente
genético. Aquí nos estamos refiriendo a esos casos en
los que el medio juega un papel predominante).

146. Las drogas que afectan a la mente son sólo un ejemplo
de los métodos de control del comportamiento humano que la
sociedad moderna está desarrollando. Veamos algunos otros.

147. Para empezar, están las técnicas de vigilancia. Las
videocámaras ocultas se usan en la actualidad en la
mayoría de los almacenes y en otros muchos lugares,
los ordenadores se usan para recoger y procesar enormes
cantidades de información sobre personas. La información
así obtenida aumenta enormemente la efectividad de la
coacción física (es decir *ley de aplicación). (Si
piensas que una ley de aplicación más efectiva es
inequívocamente buena porque suprime el crimen, entonces
recuerda que el crimen como lo define el sistema no es
necesariamente lo que Tú llamarías crimen. Hoy en día
fumar marihuana es un «cri-men», y, en algunos sitios
de EE.UU., también es la posesión de una pistola sin
registrar. Mañana, la posesión de CUALQUIER arma de
fuego, registrada o no, puede ser contemplado como delito,
y lo mismo puede suceder con métodos desaprobados de criar
a los niños, tales como los azotes. En algunos países,
expresiones de disidencia política son un crimen, y
no hay certeza de que esto no ocurra en los EE.UU., ya
que ninguna constitución o sistema político dura para
siempre. Si una sociedad necesita el establecimiento de una
ley de aplicación amplia y poderosa, entonces algo grave
ocurre con esa sociedad; tiene que haber gente sujeta a
presiones severas si tantos se niegan a seguir las reglas,
o seguirlas sólo porque están forzados. En el pasado
muchas sociedades se las han arreglado con pocas o ninguna
ley de aplicación formal). También están los métodos de
propaganda, para los cuales los medios de comunicación
de masas proporcionan vehículos efectivos. Se han
desarrollado técnicas eficientes para ganar elecciones,
vender productos, influir en la opinión pública. La
industria del entretenimiento sirve como importante
herramienta psicológica del sistema, posiblemente incluso
cuando se están repartiendo grandes cantidades de sexo
y violencia. El entretenimiento proporciona al hombre
actual un medio de escape. Mientras es absorbido por la
televisión, los videos, etc. se puede olvidar la tensión,
la ansiedad, la.frustración, la insatisfacción. Mucha
gente primitiva, cuando no tiene ningún trabajo que hacer,
está lo bastante contenta como para sentarse durante
horas por un tiempo sin hacer nada, porque están en paz
consigo mismos y con su mundo. Pero la mayoría de la gente
moderna debe estar constantemente ocupada o entretenida,
de otro modo se «aburren», es decir se vuelven inquietos,
incómodos, irritables.

148. Otras técnicas golpean más profundamente que las
precedentes. La educación ya no es un simple asunto
de paddling detrás de un chaval cuando no se sabe la
lección y de darle una palmadita en la espalda cuando se
la sabe. Se está convirtiendo en una técnica científi-ca
para controlar el desarrollo del niño. Los Centros de
aprendizaje Sylvan, por ejemplo, han tenido mucho éxito
motivando a los niños al estudio y también han usado
técnicas psicológicas con más o menos éxito en muchos
colegios convencionales. Las técnicas de «paternidad»
que se enseñan a los padres están diseñadas para
hacer que los niños acepten los valores fundamentales
del sistema y se comporten de la manera que éste
encuentra deseable. Los programas de «salud mental»,
las técnicas de «intervención», la psicoterapia y
así sucesiva-mente están ostensiblemente diseñadas
para beneficiar a los individuos, pero normalmente en
la práctica sirven como métodos para inducir a pensar
y comportarse como el sistema requiere. (No hay ninguna
contradicción aquí; un individuo que sus actos o su
comportamiento le llevan a un conflicto con el sistema
está en contra de una fuerza demasiado poderosa como para
conquistarla o escapar de ella, por tanto es probable que
sufra tensión, frustración, derrota. Su patolo-gía será
mucho más fácil si piensa y se comporta como desea el
sistema. En este sentido se está actuando en beneficio
del individuo cuando se le lava el cerebro para que esté
conforme). Se desaprueba el abuso de niños en sus formas
más indecorosas y obvias, si no en todas, en la mayoría
de las culturas. Atormentar a un niño por ninguna razón o
por una sin importancia es algo que horroriza a casi todo
el mundo. Pero muchos psicólogos interpretan el concepto
de abuso mucho más extensamente. ¿Son los azotes, cuando
se usan como parte de un sistema de disciplina racional
y consecuente, una forma de abuso? En última instancia
la respuesta será decidida por si los azotes tienden
o no a producir comportamientos que hagan a una persona
encajar bien con el sistema existente de sociedad. En la
práctica la palabra «abuso» tiende a ser interpretada
para incluir cualquier método de criar niños que produzca
comportamientos inconvenientes para el sistema. Así,
cuando van más allá de la prevención de la crueldad
obvia y privada de sentido, los programas para prevenir
el «abuso de niños» son dirigidos hacia el control del
comportamiento humano por parte del sistema.

149. Presumiblemente, la investigación continuará para
incrementar la.efectividad de las técnicas psicológicas
de control del comportamiento humano. Pero pensamos que
es improbable que sólo las técnicas psicológicas sean
suficiente para adaptar a los seres humanos a la clase de
sociedad que la tecnología está creando. Probablemente
tendrán que usar métodos biológicos. Ya hemos mencionado
el uso de drogas en relación con esto. La neurología
puede proporcionar otros caminos de modificación de la
mente humana. La ingeniería genética en seres humanos
está ya empezando a darse en la forma de la *»terapia de
gen», y no hay razón para asumir que tales métodos no
serán usados a la larga para modificar aquellos aspectos
del cuerpo que afectan al funcionamiento mental.

150. Como mencionamos en el párrafo 134, la sociedad
industrial parece estar entrando en un periodo de
severa tensión, en parte a causa de los problemas del
comportamiento humano y en parte debido a los problemas
económicos y ambientales. Y una proporción considerable
de estos dos últimos resultan de la manera en que se
comportan los seres humanos. La alienación, la baja
autoestima, la depresión, la hostilidad, la rebelión;
niños que no estudian, las bandas de jóvenes, el uso
de drogas ilegales, el robo, el abuso de niños, otros
crímenes, el sexo inseguro, los embarazos de adolescentes,
el crecimiento de la población, la corrupción política,
el odio racial, la rivalidad étnica, el amargo conflicto
ideológico (por ejemplo pro-elección contra pro-vida),
el extremismo político, el terrorismo, el sabotaje,
los grupos antigubernamentales, los grupos de odio. Todo
esto amenaza la sola supervivencia del sistema. Por tanto
se verá FORZADO a usar todos los medios prácticos de
control del comportamiento humano.

151. El colapso social que hoy vemos no es desde
luego el resultado del simple azar. Sólo puede ser
el resultado de las condiciones de vida que el sistema
impone a la gente. (Hemos argumentado que la condición
más importante es el colapso del proceso de poder). Si
el sistema tiene éxito imponiendo suficiente control
sobre el comportamiento humano para asegurar su propia
supervivencia, se habrá pasado un momento crítico en
la historia de la humanidad. Mientras antiguamente los
límites de la resistencia humana han impuesto límites al
desarrollo de las sociedades (tal como explicamos en los
párrafos 143,144) la sociedad tecnológico-industrial
será capaz de traspasar esos límites modificando a
los seres humanos, ya sea por métodos psicológicos,
biológicos o por ambos. En el futuro, los sistemas
sociales no estarán adaptados para ajustarse a las
necesidades de los seres humanos. En cambio, los seres
humanos estarán adaptados para ajustarse a las necesidades
del sistema. Para ser exactos, las sociedades pasadas han
tenido medios de influenciar el comportamiento humano, pero
estos han sido primitivos y de baja efectividad comparados
con los medios tecnológicos que están desarrollándose
ahora..

152. Hablando en general, el control tecnológico sobre
los seres humanos probablemente no será introducido con
una intención totalitaria ni siquiera a través de un
deseo consciente de restringir la libertad humana. Sin
embargo, algunos psicólogos han expresado públicamente
opiniones indicando su desprecio a la libertad humana. Y
el matemático Claude Shannon fue citado en Omni (agosto
de 1987) diciendo «visualizo un tiempo en el que seremos
para los robots lo que los perros son para los humanos,
y yo estoy apoyando a las máquinas». Cada nuevo escalón
en la afirmación del control sobre la mente humana será
tomado como una respuesta racional a un problema al que
se enfrente la sociedad, tal como curar el alcoholismo,
reducir la tasa de crimen o inducir a la gente joven
a que estudie ciencia e ingeniería. En muchos casos,
habrá una justificación humanitaria. Por ejemplo, cuando
un psiquiatra prescribe un antidepresivo a un paciente
deprimido, le está haciendo claramente un favor a esa
persona. Sería inhumano negar la droga a alguien que
la necesita. Cuando los padres mandan a sus hijos a los
Centros de aprendizaje Sylvan para que sean manipulados
para que se entusiasmen con sus estudios, lo hacen desde
la preocupación del bienestar de sus hijos. Puede que
algunos de estos padres deseen que uno no tuviera que tener
entrenamiento especializado para conseguir un trabajo y
que su niño no tuviera que sufrir un lavado de cerebro
para convertirse en un primo de los ordenadores. Pero,
¿qué pueden hacer? No pueden cambiar la sociedad,
y su hijo puede estar en el paro si no tiene ciertas
destrezas. Así que lo mandan a Sylvan.

153. Así, el control sobre el comportamiento humano
será introducido no por la decisión calculada de las
autoridades, sino a través de un proceso de evolución
social (evolución RÁPIDA, de cualquier manera). El
proceso será imposible de resistir, porque cada avance,
considerado en sí mismo, parecerá beneficioso, o, al
menos, el mal envuelto en hacer el avance parecerá ser
menor de lo que resultaría no hacerlo. (Ver párrafo
127). La propaganda, por ejemplo, se usa para muchos
propósitos buenos, tales como desalentar el abuso a los
niños o el odio racial. La educación sexual es obviamente
útil, a pesar de todo el efecto de ésta (hasta el punto
de que tiene éxito) es quitar la formación de actitudes
sexuales de la familia y ponerlas en las manos del Estado,
representado por el sistema de colegio público.

154. Supongamos que se descubre un rasgo biológico que
incrementa la probabilidad de que un niño crezca para
ser un criminal, y supongamos alguna clase de terapia
genética que pueda extirpar ese rasgo. Por supuesto,
la mayoría de los padres cuyos hijos posean el rasgo lo
someterían a la terapia. Sería inhumano el hacerlo de
otra manera, puesto que el niño probablemente tendría
una vida miserable si creciera para ser un criminal. Pero
muchas o la mayoría de las sociedades primitivas tienen
una tasa baja de crímenes en comparación con la nuestra,
aunque no tuvieran ni métodos de alta tecnología para
criar a los niños, ni sistemas crueles de castigo. Ya
que no hay razón para suponer que más hombres modernos
que primitivos han iniciado tendencias depredadoras, la
alta tasa de crímenes en nuestra sociedad tiene que ser
debida a las presiones que las condiciones modernas ponen
en la gente, a las cuales muchos no pueden o no podrán
ajustarse. Así, un tratamiento diseñado para extirpar
tendencias criminales potenciales es, al menos en parte,
una manera de rediseñar a la gente para que ajusten
a los requerimientos del sistema. ¡Esto no es ciencia
ficción! Después de escribir este párrafo encontramos
un artículo en Scientific American según el cual están
desarrollando activamente técnicas para identificar
posibles futuros criminales y para tratarlos con una
combinación de medios biológicos y psicológicos. Algunos
científicos abogan compulsivamente por la aplicación
del tratamiento, que puede estar disponible en el futuro
próximo. (Ver «Buscando el Elemento Criminal» por
W. Wayt Gibbs, Scientific American, marzo 1995). Puede que
pienses que esto está bien porque el tratamiento será
aplicado a aquellos que puedan convertirse en criminales
violentos. Pero, por supuesto, no pararía ahí. Lo
siguiente, un tratamiento sería aplicado a aquellos que
puedan convertirse en conductores borrachos (también
ponen en peligro la vida humana), igual luego a la gente
que azota a sus hijos, luego a los medioambientalistas
que sabotean equipamiento para la tala de árboles, en el
futuro a cualquiera que su comportamiento sea inconveniente
para el sistema.

155. Nuestra sociedad tiende a considerar como
una «enfermedad» cualquier forma de pensamiento o
comportamiento que es inconveniente, y esto es creíble
porque cuando una persona no ajusta en el sistema se causa
sufrimiento a ella misma así como problemas al sistema. De
esta manera la manipulación de un individuo para ajustarlo
se ve como una «cura» para una «enfermedad» y por
tanto como buena.

156. En el párrafo 127 señalamos que si el uso de un
nuevo artículo tecnológico es INICIALMENTE opcional,
necesariamente no SE MANTIENE como opcional, porque
la nueva tecnología tiende a cambiar de tal manera
la sociedad que se vuelve difícil o imposible para
una persona el funcionar sin usar esa tecnología. Esto
también es aplicable a la tecnología del comportamiento
humano. En un mundo en el que la mayoría de los niños son
lanzados a través de un programa para entusiasmarlos por
el estudio, unos padres se verán prácticamente forzados
a poner a su hijo a través de tal programa, porque si no
lo hacen, entonces el niño crecerá para ser, hablando
comparativamente, un ignorante, y por tanto, un parado. O
supongamos que se descubre un tratamiento biológico
que, sin efectos secundarios, gradualmente reducirá
la tensión psicológica de la que demasiada gente sufre
en.nuestra sociedad. Si una gran cantidad de personas elige
experimentar el tratamiento, entonces el nivel general
de tensión se reducirá, por lo que será posible para
el sistema incrementar las presiones que producen la
tensión. Esto conducirá a que más gente experimente
el trata-miento y así sucesivamente, por lo que en el
futuro la tensión puede convertirse en tan pesada que
poca gente pueda sobrevivir sin sufrir el tratamiento de
reducción de la tensión. De hecho, algo como esto parece
haber pasado ya con una de las herramientas psicológicas
más importantes de nuestra sociedad para permitir a la
gente el reducir (o al menos escapar temporalmente) la
tensión, llamados, entretenimientos de masas (ver párrafo
147). Nuestro uso de ellos es «opcional»: ninguna ley
nos obliga a que veamos la televisión, oigamos la radio,
leamos revistas. Sin embargo los entretenimientos de masas
son un medio de escapar y de reducir la tensión a los que
muchos de nosotros nos hemos vuelto dependientes. Todo el
mundo se queja sobre la mala calidad de la televisión,
pero casi todo el mundo la ve. Unos pocos han dado un
puntapié al habito de la televisión, pero sería una
persona rara la que pudiera pasar hoy sin usar NINGUNA
forma de entretenimiento de masa (sin embargo hasta hace
bastante recientemente en la historia de la humanidad
la mayor parte de la gente lo llevaba muy bien sin otro
entretenimiento que el que cada comunidad local creaba
para sí misma). Sin la industria del entretenimiento
el sistema probablemente no hubiera sido capaz de poner
impunemente en nosotros tanta presión de producción de
tensión como lo hace.

157. Asumiendo que sobreviva la sociedad industrial,
es probable que la tecnología adquiera a la larga algo
próximo al control completo sobre el comportamiento
humano. Se ha establecido más allá de cualquier duda
racional que el pensamiento y el comportamiento humano
tienen unas importantes bases biológicas. Como han
demostrado los experimentadores, sentimientos tales
como el deseo, el placer, la cólera y el miedo pueden
ser conectados y desconectados mediante la estimulación
eléctrica de las partes apropiadas del cerebro. Dañando
otras partes se pueden destruir recuerdos o se pueden traer
a la superficie mediante la estimulación eléctrica. Las
drogas pueden inducir alucinaciones o cambios de
humor. Puede haber o no un alma humana inmaterial, pero,
si la hay, es claramente menos poderosa que los mecanismos
biológicos del comportamiento humano. Puesto que, si
ese no fuera el caso, entonces las investigaciones no
podrían manipular tan fácilmente los sentimientos y el
comportamiento humano con drogas y corrientes eléctricas.

158. Presumiblemente, no sería práctico que toda la gente
tuviera electrodos insertados en la cabeza para poder ser
controlada por las autoridades. Pero el hecho de que los
pensamientos y los sentimientos humanos estén tan abiertos
a intervenciones biológicas muestran que.esta cuestión
es principalmente un problema técnico; un problema de
neuronas, hormonas y moléculas complejas; la clase de
asunto que es accesible al ataque científico. Dada la
marca destacada de nuestra sociedad en resolver problemas
técnicos, es abrumadoramente probable que los grandes
avances se harán en el control del comportamiento humano.

159. ¿La resistencia del público prevendrá la
introducción del control tecnológico del comportamiento
humano? Seguramente, si hicieran un intento de introducir
tal control de una sola vez. Pero ya que será introducido
a través de una larga secuencia de pequeños avances, no
habrá resistencia racional y efectiva. (Ver párrafos 127,
132, 153). 160. A aquellos que piensen que todo esto suena
a ciencia ficción, les señalamos que la ciencia ficción
de ayer es el hecho de hoy. La Revolución Industrial
ha alterado radicalmente el medio y el modo de vida del
hombre y sólo se puede prever que, como la tecnología
se aplica crecientemente al cuerpo y a la mente humana,
el hombre será alterado tan radicalmente como lo ha sido
su medio y su modo de vida.




## LA RAZA HUMANA EN UNA ENCRUCIJADA

161. Pero nos hemos adelantado en nuestra historia. Una
cosa es desarrollar en el laboratorio una serie de
técnicas psicológicas o biológicas para manipular el
comportamiento humano y otra el integrar estas técnicas
dentro del funcionamiento de un sistema social. El
segundo problema es el más difícil de los dos. Por
ejemplo, mientras que las técnicas de educación
psicológicas funcionan indudablemente bastante bien en
los «colegios laboratorio» donde son desarrolladas,
no es necesariamente fácil el aplicarlas efectivamente a
lo largo de nuestro sistema educativo. Todos sabemos como
son muchos de nuestros colegios. Los profesores están
demasiado ocupados quitando a los niños cuchillos y
pistolas como para someterlos a las últimas técnicas
para convertirlos en primos de los ordenadores. Así,
a pesar de todos sus avances técnicos referentes al
comportamiento humano, el sistema hasta la fecha no ha
sido notablemente afortunado en controlar a los seres
humanos. La gente cuyo comportamiento es bastante bueno
bajo el control del sistema son aquellos del tipo que puede
ser llamado «burgués». Pero hay un número creciente de
personas quienes de un modo u otro son rebeldes al sistema:
sanguijuelas del bienestar, bandas de jóvenes, cultistas,
satanistas, nazis, medioambientalistas radicales,
milicianos, etc.

162. Actualmente, el sistema está ocupado en una lucha
desesperada para superar ciertos problemas que amenazan
su supervivencia, entre los cuales los más importantes
son los del comportamiento humano. Si prospera en
adquirir el control suficiente sobre éste lo bastante
deprisa, probablemente sobrevivirá. De otra manera
fracasará. Pensamos que el problema será resuelto, lo
más probable, dentro de las próximas.décadas, digamos
de 40 a 100 años.

163. Supongamos que el sistema sobrevive a la crisis de
las próximas décadas. Para entonces tiene que tener
resuelto, o al menos sometido a control, los principales
problemas a los que se enfrenta, en particular aquel
de la «socialización» de los seres humanos; esto es,
hacer a la gente lo suficientemente dócil como para que su
comportamiento no lo amenace por más tiempo. Llevándose
eso a cabo, no parece que habría ningún nuevo obstáculo
al desarrollo de la tecnología, y presumiblemente
avanzaría hacia su conclusión lógica, que es el control
total sobre todo en la Tierra, incluyendo seres humanos y
el resto de organismos importantes. El sistema se puede
convertir en una organización unitaria y monolítica,
o puede estar más o menos fragmentado y constituir un
número de organizaciones que coexistan en una relación
que incluya elementos tanto de cooperación como de
competición, exactamente como ocurre hoy con el gobierno,
las corporaciones y otras grandes organizaciones que tanto
cooperan como compiten las unas con las otras. Casi toda la
libertad humana habrá desaparecido, porque los individuos
y los grupos pequeños serán impotentes respecto de las
grandes organizaciones armadas con supertecnología y
un arsenal de herramientas psicológicas y biológicas
avanzadas para manipular a los seres humanos, además de
instrumen-tos de vigilancia y coacción física. Sólo
un pequeño número de gente tendrá algún poder real
y probablemente incluso estos tendrán una libertad muy
limitada, porque su comportamiento también será regulado;
exactamente como ocurre hoy con nuestros políticos
y ejecutivos de corporaciones que pueden mantener sus
posiciones de poder sólo en tanto que su comportamiento
permanezca dentro de ciertos límites bastante estrechos.

164. No imagines que el sistema parará de desarrollar
nuevas técnicas para controlar a los seres humanos y
a la naturaleza una vez halla terminado la crisis de
las próximas décadas y el incremento del control no
sea necesario por más tiempo para su supervivencia. Al
contrario, una vez hallan terminado los tiempos duros,
el sistema incrementará el control más rápidamente,
porque no le estorbarán las dificultades del tipo que ha
experimentado actualmente. La supervivencia no es el motivo
principal del control. Como explicamos en los párrafos
87-90, los técnicos y los científicos continúan con su
trabajo en gran parte como una actividad sustitutoria,
satisfacen su necesidad de poder resolviendo problemas
técnicos. Continuarán haciendo esto con entusiasmo
inmoderado y entre los problemas más interesantes y
desafiantes de resolver para ellos serán aquellos del
entendimiento del cuerpo y la mente humana e intervenir
en su desarrollo. Por «el bien de la humanidad»,
por supuesto.

165. Pero supongamos, por otra parte, que la tensión
de las décadas.venideras pueda ser demasiado para el
sistema. Si se colapsa puede haber un periodo de caos,
un «tiempo de problemas» tales como aquellos que
la historia ha experimentado en varias épocas en el
pasado. Es imposible predecir que surgirá de ese tiempo
de problemas, pero, sea como sea, a la raza humana se
le dará una nueva oportunidad. El mayor peligro es que
la sociedad industrial pueda empezar a reconstituirse
por sí misma dentro de los primeros años después del
colapso. Desde luego habrá mucha gente (especialmente del
tipo hambrientos de poder) que estará ansiosa por volver
a poner en marcha las fábricas.

166. Por lo tanto aquellos que odian la servidumbre a
la que el sistema industrial está reduciendo a la raza
humana se enfrentarán a dos tareas. En primer lugar,
tenemos que trabajar para aumentar la tensión social
dentro del sistema así como incrementar la probabilidad
de que se colapse o sea debilitado lo suficiente para que
una revolución contra él sea posible. En segundo lugar,
es necesario desarrollar y propagar una ideología que
se oponga a la tecnología y al sistema industrial. Tal
ideología puede convertirse en las bases de una
revolución contra la sociedad industrial siempre y cuando
el sistema se debilite lo suficiente. Y tal ideología
ayudará a asegurar que, siempre y cuando la sociedad
industrial se colapse, sus restos sean hechos pedazos
irreparables, por lo que no podrá ser reconstruida. Las
fábricas deben ser destruidas, los libros técnicos
quemados, etc.





## SUFRIMIENTO HUMANO

167. El sistema industrial no se colapsará puramente
como resultado de una acción revolucionaria. No será
vulnerable al ataque revolucionario a no ser que sus
propios problemas internos de desarrollo lo lleven a
dificultades muy serias. Por lo que si el sistema se
colapsa lo hará también espontáneamente o a través de
un proceso que es en parte espontáneo pero ayudado por
los revolucionarios. Si el colapso es repentino, mucha
gente morirá, ya que la población mundial se ha vuelto
tan overblown que no puede alimentarse a sí misma por más
tiempo sin tecnología avanzada. Incluso si el colapso es
lo suficientemente gradual para que la reducción de la
población pueda suceder más a través de la reducción
de la tasa de nacimiento que a través del ascenso de
la tasa de muerte, el proceso de desindustrialización
probablemente será muy caótico e implicará mucho
sufrimiento. Es ingenuo pensar que probablemente la
tecnología puede reducirse por etapas arreglándoselas
suavemente, de un modo ordenado, especialmente desde
entonces los tecnófilos lucharán tercamente es cada
escalón. ¿Por lo tanto es cruel trabajar para el colapso
del sistema? Puede, pero puede que no. En primer lugar, los
revolucionarios no serán capaces de colapsar el sistema
a no ser que éste ya esté con bastantes problemas para
que haya una buena oportunidad de su eventual colapso
por si mismo de todas maneras; y cuanto más crezca,
más desastrosas serán las consecuencias del colapso,
por lo que puede ser que los revolucionarios, acelerando el
comienzo, estarán reduciendo la extensión del desastre.

168. Uno tiene que contrapesar el luchar y morir
contra la pérdida de la libertad y la dignidad. Para
muchos de nosotros, la libertad y la dignidad son más
importantes que una vida larga o el evitar el sufrimiento
físico. Además, todos tenemos que morir alguna vez y
puede ser mejor morir luchando para sobrevivir, o por
una causa, que vivir una vida larga pero vacía y carente
de sentido.

169. En tercer lugar, no es en absoluto cierto que la
supervivencia del sistema llevará a un menor sufrimiento
de lo que lo hará su colapso. El sistema ya ha causado,
y continuará causando, un sufrimiento intenso en todo el
mundo. Las culturas antiguas que dieron a la gente unas
relaciones interpersonales y con su medio satisfactorias
durante cientos o miles de años, han sido hechas pedazos
por el contacto con la sociedad industrial, y el resultado
ha sido un catálogo entero de problemas económicos,
ambientales, sociales y psicológicos. Uno de los efectos
de la intrusión de la sociedad industrial ha sido que
muchos de los controles tradicionales de la población en
el mundo se han desequilibrado, provocando la explosión
demográfica, con todo lo que implica. Además, hay un
sufrimiento psicológico que está extendido por todos
los supuestamente afortunados países de occidente (ver
párrafos 44-45). Nadie sabe lo que pasará como resultado
de la reducción del ozono, del efecto invernadero y de
otros problemas ambientales que todavía no se pueden
prever. Y, como la proliferación nuclear enseñó, la
nueva tecnología no puede mantenerse fuera de las manos
de dictadores y de las naciones irresponsables del tercer
mundo. Te gustaría especular sobre lo que Iraq o Korea
del Norte harán con la ingeniería genética.

170. «¡Oh!» dicen los tecnófilos, «¡la ciencia va ha
arreglar todo eso! ¡Venceremos el hambre, eliminaremos
el sufrimiento psicológico, haremos a todo el mundo
saludable y feliz!» Sí, seguro. Eso es lo que dijeron
hace 200 años. Se supone que la Revolución Industrial
iba a eliminar la pobreza, hacer a todo el mundo
feliz, etc. El resultado actual ha sido completamente
diferente. Los tecnófilos son desesperadamente ingenuos
(o se engañan a sí mismos) en su comprensión de los
problemas sociales. No se dan cuenta (o eligen ignorar)
el hecho de que cuando se introducen grandes cambios,
incluso los aparentemente beneficiosos, en una sociedad,
llevan a una larga secuencia de otros cambios, muchos de
los cuales son imposibles de predecir (párrafo 103). El
resultado es el colapso de la sociedad. Por lo que es muy
probable que, en sus intentos por acabar con la pobreza y
la enferme-dad, el ingeniero dócil, las personalidades
contentas y todo eso, los.tecnófilos crearán sistemas
sociales que son terriblemente agitados, incluso más
que el presente. Por ejemplo, los científicos presumen
de que acabarán con el hambre creando nuevas plantas
alimenticias genéticamente. Pero esto permitirá a la
población humana continuar expandiéndose indefinidamente,
y es bien sabido que el hacinamiento conduce a incrementar
la tensión y la agresión. Esto es meramente un ejemplo de
los problemas PREDECIBLES que se presentarán. Enfatizamos
que, como ha mostrado la experiencia pasada, el progreso
técnico conducirá a otros nuevos problemas que NO
pueden predecirse por anticipado (párrafo 103). De hecho,
después de la Revolución Industrial, la tecnología ha
estado creando nuevos problemas a la sociedad bastante
más rápidamente de lo que ha estado resolviendo los
viejos. Así llevará a los tecnófilos un periodo largo
y difícil de ensayo y error el resolver los microbios
de su Mundo Feliz (si alguna vez lo consiguen). En el
tiempo intermedio habrá un gran sufrimiento. Por lo
que no está claro que la supervivencia de la sociedad
industrial implicará menos sufrimiento que su colapso. La
tecnología tiene a la raza humana en un aprieto del cual
no es probable que haya ninguna salida fácil.





## EL FUTURO

171. Pero supongamos ahora que la sociedad industrial
sobrevive las próximas décadas y que los microbios
a la larga salen del sistema, por lo que funciona
suavemente. ¿Qué clase de sistema será? Consideremos
algunas posibilidades.

172. Primero permítenos postular que los científicos
de ordenadores son afortunados desarrollando máquinas
inteligentes que pueden hacer todo mejor que los seres
humanos. En ese caso presumiblemente todo el trabajo lo
harán enormes sistemas de máquinas altamente organizadas
y no será necesario ningún esfuerzo humano. Cualquiera
de los dos casos puede ocurrir. Se puede permitir
a las máquinas que tomen sus propias decisiones sin
supervisión humana o se puede retener el control humano
de las máquinas.

173. Si se permite a las máquinas tomar sus propias
decisiones no podemos hacer ninguna conjetura hasta
los resultados, porque es imposible adivinar como se
comportarán. Sólo señalamos que la suerte de la raza
humana estará a su merced. Se puede argumentar que nunca
será tan estúpida como para entregar todo el poder a las
máquinas. Pero no estamos sugiriendo que la raza humana
voluntariamente transfiera el poder a las máquinas ni que
estas se apoderen de él deliberadamente. Lo que sugerimos
es que fácilmente se permita derivar a una posición
de tal dependencia que no tendría elección práctica
sino aceptar todas sus decisiones. Como la sociedad
y los problemas con que se enfrenta se vuelven más y
más complejos y las máquinas más y más inteligentes,
la gente dejará que tomen cada vez.más decisiones por
ellos, simplemente porque éstas conducirán a mejores
resultados que las hechas por los seres humanos. A la
larga se puede alcanzar una etapa en que las decisiones
necesarias para mantener el sistema en marcha serán
tan complejas que los seres humanos serán incapaces de
tomarlas inteligentemente. En esa etapa las máquinas
poseerán el control efectivo. La gente no podrá
simplemente apagarlas, porque tendrán tal dependencia
que desenchufarlas equivaldría al suicidio.

174. Por otra parte es posible que se conserve el control
humano sobre las máquinas. En ese caso el hombre medio
puede tener control sobre ciertas máquinas propias,
tales como su coche o su ordenador personal, pero el
control sobre grandes sistemas de máquinas estará en
las manos de una minúscula élite simplemente como es
hoy, pero con dos diferencias. Debido a la mejora de las
técnicas la élite tendrá mayor control sobre las masas
y, como no será necesario por más tiempo el trabajo
humano, las masas serán superfluas, una carga inútil
en el sistema. Si la élite es despiadada, simplemente
decidirán exterminarlas. Si son humanos, pueden usar
propaganda u otras técnicas psicológicas o biológicas
para reducir la tasa de nacimiento hasta que se extingan,
dejando el mundo a la élite. O, si ésta consiste en
liberales bondadosos, pueden decidir desempeñar el
papel de buenos pastores del resto de la humanidad. Para
esto, se encargarán de que todo el mundo satisfaga sus
necesidades físicas, que todos los niños se críen bajo
condiciones psicológicamente higiénicas, que todo el
mundo tenga una afición sana para mantenerlo ocupado
y que cualquiera que pueda estar insatisfecho reciba un
«tratamiento» para curar su «problema». Por supuesto,
la vida estará tan vacía de sentido que la gente tendrá
que estar diseñada biológica o psicológicamente, ya
sea para extirpar su necesidad por el proceso de poder o
para hacerlos «sublimar» su impulso por el poder en una
afición inofensiva. Estos seres humanos diseñados pueden
ser felices en tal sociedad, pero desde luego la mayoría
no serán libres. Habrán sido reducidos a la categoría
de animales domésticos.

175. Pero supongamos ahora que los científicos
de ordenadores no son afortunados desarrollando la
inteligencia artificial, por lo que el trabajo humano
seguirá siendo necesario. Aún así, las máquinas
cuidarán de cada vez más tareas simples por lo que
habrá un excedente de trabajadores humanos en los
niveles más bajos de habilidad. (Vemos que esto ya
está pasando. Hay bastante gente que encuentra difícil
o imposible encontrar un trabajo, porque por razones
intelectuales o psicológicas no pueden adquirir el nivel
de entrenamiento necesario para hacerse útiles en el
presente sistema. Para aquellos que están empleados
las exigencias irán siempre en aumento: necesitarán
más y más entrenamiento, más y más habilidad,
y tendrán que ser incluso más fieles, conformistas
y dóciles, porque serán cada vez más como células
de un organismo gigante. Sus tareas serán cada vez
más especializadas, por lo que su trabajo estará,
en un sentido, fuera de contacto con el mundo real,
estando concentrados en una minúscula porción de
realidad. El sistema tendrá que usar cualquier medio
que pueda, sea psicológico o biológico, para diseñar
a la gente para ser dócil, para tener las habilidades
que requiera el sistema y «sublimar» su impulso por el
poder en alguna tarea especializada. Pero la afirmación
de que la gente de tal sociedad tendrá que ser dócil
puede requerir reservas. Esta puede encontrar útil la
competitividad, siempre que se encuentren maneras de
dirigirla dentro de canales que sirvan a las necesidades
del sistema. Imaginamos una sociedad futura en la que
hay una competición inacabable por la posición de
prestigio y poder. Pero muy poca gente alcanzará la
cima, donde está el verdadero poder. (Ver el final del
párrafo 163). Una sociedad en la cual una persona puede
satisfacer su necesidad de poder sólo empujando a gran
cantidad de otra gente fuera del camino y privándolos de
SU oportunidad por el poder es muy repugnante.

176. Uno puede imaginar escenarios que incorporen
aspectos de más de una de las posibilidades que
acabamos de tratar. Por ejemplo, puede ser que las
máquinas se encarguen de la mayoría del trabajo
que sea de importancia real y práctica, pero que se
mantengan ocupados a los seres humanos dándoles trabajos
relativamente triviales. Se ha sugerido, por ejemplo,
que un gran desarrollo de las industrias de servicios
puede dar trabajo a los seres humanos. Así, la gente
pasaría su tiempo limpiándose los zapatos unos a otros,
llevándose unos a otros en taxi, haciéndose artesanía,
esperando en la mesa de otros, etc. Nos parece una manera
profundamente despreciable de terminar, y dudamos que mucha
gente encuentre su vida realizante en tal atareado trabajo
sin sentido. Buscarán otras peligrosas salidas (drogas,
crimen, «cultos», grupos de odio) a no ser que estén
diseñados biológica o psicológicamente para adaptarse
a semejante clase de vida.

177. Huelga decir que los escenarios arriba esbozados no
agotan todas las posibilidades. Sólo indican la clase de
resultados que nos parecen más probables. Pero podemos
imaginar escenarios inverosímiles que son más aceptables
que los que acabamos de describir. Es arrolladoramente
probable que, si el sistema tecnológico-industrial
sobrevive los próximos 40 a 100 años, habrá desarrollado
para ese tiempo ciertas características generales: las
personas (al menos aquellas del tipo «burgués», que
están integradas en el sistema y lo hacen funcionar y
quienes, por lo tanto, tienen todo el poder) serán más
dependientes que nunca de las grandes organizaciones,
estarán más «socializados» que nunca y sus cualidades
físicas y mentales a una extensión significativa
(posiblemente a una muy grande) serán aquellas.diseñadas
para ellos antes que el resultado del azar (o la voluntad
de dios, o lo que sea); y lo que quede de naturaleza
salvaje será reducido a restos preservados para el estudio
científico y mantenidos bajo la supervisión y dirección
de estos (por lo tanto no será nunca más verdaderamente
salvaje). A la larga (digamos a pocos siglos de ahora)
es probable que ni la raza humana ni ninguno de los otros
organismos importantes existan tal y como los conocemos
hoy, porque una vez empiezas a modificar organismos a
través de la ingeniería genética no hay razón para
parar en ningún punto en particular, por lo que las
modificaciones probablemente continuarán hasta que
el hombre y otros organismos hallan sido transformados
completamente.

178. El caso puede ser cualquier otro, pero es seguro que
la tecnología está creando un nuevo ambiente físico y
social radicalmente diferente al espectro de medios a los
que la selección natural ha adaptado a la raza humana
física y psicológicamente. Si el hombre no se adapta a
ese nuevo ambiente, siendo rediseñado artificialmente,
entonces lo hará a través de un proceso largo y doloroso
de selección natural. Lo primero es bastante más probable
que lo segundo.

179. Sería mejor deshacerse de todo el fétido sistema
y aguantar las consecuencias.





## ESTRATEGIA

180. Los tecnófilos nos están llevando a un viaje
totalmente imprudente a lo desconocido. Mucha gente
entiende algo de lo que el progreso tecnológico nos está
haciendo sin embargo toma una actitud pasiva porque piensa
que es inevitable. Pero FC no piensa que lo sea. Pensamos
que se puede parar, y daremos aquí algunas indicaciones
de como arreglárselas para pararlo.

181. Como afirmamos en el párrafo 166, las dos tareas
principales para el presente son promover la tensión
social y la inestabilidad en la sociedad industrial y
desarrollar y propagar una ideología que se oponga a la
tecnología y al sistema industrial. Cuando el sistema
esté suficientemente inestable y con tensión, puede que
sea posible una revolución contra la tecnología. El
modelo sería similar al de la Revolución Francesa y
Rusa. La sociedad francesa y la rusa, algunas décadas
anteriores a sus respectivas revoluciones, mostraron un
incremento de los signos de tensión y debilidad. Mientras
tanto, se desarrollaron ideologías que ofrecían una
nueva visión del mundo que eran bastante diferentes a la
vieja. En el caso ruso, los revolucionarios trabajaban
activamente para minar el viejo orden. Entonces, cuando
el viejo sistema fue puesto bajo suficiente tensión
adicional (por medio de una crisis financiera en Francia
y en Rusia por una derrota militar) fue barrido por los
revolucionarios. Lo que proponemos es algo en la misma
línea.

182. Se objetará que la Revolución Francesa y
Rusa fracasaron. Pero muchas revoluciones tienen dos
finalidades. Una es destruir una forma vieja de sociedad
y la otra es establecer la nueva forma imaginada por
los revolucionarios. La revolución Francesa y Rusa
fracasaron (afortunadamente) en crear la nueva clase de
sociedad que soñaban, pero fueron bastante afortunadas
destruyendo la vieja sociedad. No tenemos ilusiones
a cerca de la facilidad de crear una nueva forma de
sociedad ideal. Nuestra finalidad es sólo destruir la
forma existente.

183. Pero una ideología, con objeto de ganar apoyo
entusiasta, tiene que tener un ideal positivo así
como uno negativo; tiene que estar A FAVOR de algo así
como CONTRA algo. El ideal positivo que proponemos es
la Naturaleza. Esto es, naturaleza SALVAJE: aquellos
aspectos del funcionamiento de la Tierra y sus cosas
vivientes que son independientes de la administración
humana y libres de su interferencia y control. Y con la
naturaleza salvaje incluimos la naturaleza humana, con lo
que queremos decir aquellos aspectos del funcionamiento
de la persona que no están sujetos a regulaciones por
la organización social sino que son productos del azar,
o del libre albedrío, o dios (dependiendo de tus opiniones
religiosas o filosóficas).

184. La naturaleza hace de contraideal perfecto a la
tecnología por varias razones. La naturaleza (aquélla
que está fuera del poder del sistema) es lo opuesto
de la tecnología (que busca expandir infinitamente el
poder de este). Mucha gente estará de acuerdo con que
la naturaleza es hermosa, desde luego tiene un tremendo
encanto popular. Los ambientalistas radicales YA sostienen
una ideología que exalta la naturaleza y se opone a la
tecnología. Una ventaja adicional de la naturaleza como
contraideal a la tecnología es que, en mucha gente,
inspira la clase de reverencia que está asociada con
la religión, de modo que la naturaleza quizá puede
ser idealizada en bases religiosas. Es cierto que en
muchas sociedades la religión ha servido como soporte y
justificación del orden establecido, pero también es
cierto que a menudo ha proporcionado una base para la
rebelión. Así, puede ser útil introducir un elemento
religioso en la rebelión contra la tecnología,
porque hoy la sociedad occidental no tiene una base
religiosa fuerte. En nuestros días, también se usa
como un soporte barato y transparente para el egoísmo
intolerante y miope (algunos conservadores la usan
de esta manera), o incluso es explotada cínicamente
para hacer dinero fácil (por muchos evangelistas),
o ha degenerado a un irracionalismo tosco (sectas
protestantes fundamentalistas, «cultistas»), o está
simplemente estancada (catolicismo, línea principal del
protestantismo). La cosa más cercana a una religión
fuerte, extendida y dinámica que occidente ha visto
en tiempos recientes ha sido la casi religión del
izquierdismo, pero hoy está fragmentado y no tiene
finalidades claras, unificadas e inspiradas. Así, hay
un vacío religioso en nuestra sociedad que igual puede
llenarse por una religión enfocada en la naturaleza
en oposición a la tecnología. Pero sería un error
intentar confeccionar artificialmente una para llenar
este papel. Algo semejante a una religión inventada
probablemente sería un fracaso. Tomemos la religión
«Gaía» por ejemplo. ¿Sus partidarios creen REALMENTE en
ella o simplemente están actuando? Si están actuando,
será al final un fracaso. Probablemente es mejor no
intentar introducir la religión en el conflicto de la
naturaleza contra la tecnología a no ser que REALMENTE
creas en ella y encuentres que despierta una respuesta
profunda, fuerte y genuina en otra mucha gente. No es
necesario por el motivo de la naturaleza establecer
alguna utopía quimérica o ningún nuevo tipo de
orden social. Ella cuida de sí misma; fue una creación
espontánea que existía mucho antes que cualquier sociedad
humana, y por incontables siglos muchas sociedades humanas
diferentes coexistieron con ella sin hacerle excesivo
daño. Sólo con la Revolución Industrial el efecto se
hizo realmente devastador. Para aligerar la presión sobre
la naturaleza no es necesario crear una clase especial
de sistema social, sólo es necesario deshacerse de la
sociedad industrial. Por supuesto, esto no resolverá
todos los problemas. La sociedad industrial ya ha hecho
un daño tremendo y las heridas tardarán mucho tiempo en
curarse. Además, incluso las sociedades preindustriales
pueden hacer un daño significativo a la naturaleza. Sin
embargo, deshacerse de la sociedad industrial sería
un gran trato. Aligeraría la peor presión por lo
que las heridas podrían empezar a curarse. Quitaría
la capacidad a la sociedad organizada de continuar
incrementando su control sobre la naturaleza (incluyendo la
humana). Cualquier clase de sociedad puede existir después
de la desaparición del sistema industrial, lo cierto es
que mucha gente vivirá cerca de la naturaleza, porque en
la ausencia de tecnología avanzada no hay otra forma en
que la gente PUEDA vivir. Para alimentarse tienen que ser
campesinos o pastores o pescadores o cazadores etc. Y,
hablando en general, la autonomía local debería tender
a incrementarse, porque la falta de tecnología avanzada
y comunicaciones rápidas limitarán la capacidad de los
gobiernos u otras grandes organizaciones de controlarlas.

185. Y en cuanto a las consecuencias negativas de eliminar
la sociedad industrial bueno, no puedes comerte el pastel
y al mismo tiempo tenerlo. Para ganar una cosa tienes que
sacrificar otra.

186. Mucha gente odia el conflicto psicológico. Por esta
razón odia cualquier pensamiento serio sobre cuestiones
sociales difíciles, y les gusta que tales asuntos les
sean presentados en términos simples: ESTO es todo bueno
y AQUÉLLO es todo malo. Por lo tanto, la ideolo-gía
revolucionaria debe desarrollarse en dos niveles.

187. En el nivel más sofisticado debe dirigirse a personas
que sean inteligentes, pensativas y racionales. El objetivo
debe ser crear un.núcleo de personas que se opondrían
al sistema industrial con bases racionales y sensatas,
con total apreciación de los problemas y ambigüedades
implicadas, y el precio que hay que pagar para deshacerse
del sistema. Es particularmente importante atraer a gente
de este tipo, ya que son gente capaz y contribuirán a
influir a otras. Esta gente debe ser dirigida a un nivel
tan racional como sea posible. Nunca deben deformarse
los hechos intencionadamente y debe eludirse el lenguaje
inmoderado. Esto no quiere decir que no se puede apelar
a las emociones, pero se debe tener cuidado para evitar
falsificar la verdad o hacer alguna otra cosa que
destruyera la respetabilidad intelectual de la ideología.

188. En el segundo nivel, debe propagarse de una forma
simplificada que permita a la mayoría poco pensante ver
el conflicto de la tecnología contra la naturaleza en
términos que no sean ambiguos. Pero, incluso en este
segundo nivel, la ideología no se debe expresar en un
lenguaje demasiado malo, inmoderado o irracional que aliene
a las personas del tipo pensativo y racional. Algunas
veces la propaganda mala e inmoderada alcanza ganancias de
periodo corto impresionantes, pero será más ventajoso a
largo plazo el mantener la lealtad de un pequeño número
de personas inteligentes y comprometidas que despertar
las pasiones de una multitud poco pensante e inconstante
que cambiará su actitud tan pronto como alguien venga con
un truco de mejor propaganda. De cualquier manera, puede
ser necesaria propa-ganda del tipo populacho entusiasta
cuando el sistema esté cerca del punto de colapsarse
y haya una lucha final entre ideologías rivales para
determinar cuál se convertirá en dominante cuando la
vieja visión del mundo se hunda.

189. Antes de esa lucha final, los revolucionarios no
deben esperar tener una mayoría de personas a su lado. La
historia está hecha por minorías activas y resueltas,
no por la mayoría, que rara vez tiene una idea clara y
consistente de lo que realmente quiere. Hasta que llegue
el momento del empujón final para la revolución,
la tarea será menos ganar el apoyo superficial de la
mayoría que el construir un núcleo pequeño de gente
profundamente comprometida. Ya que para la mayoría, será
suficiente el hacerles conscientes de la existencia de la
nueva ideología y recordárselo frecuentemente; aunque
por supuesto sería deseable tener un apoyo mayoritario
hasta el punto de que esto se pueda hacer sin debilitar
al núcleo de gente comprometida seriamente.

190. Cualquier clase de conflicto social ayuda a
desestabilizar el sistema, pero uno debe ser cuidadoso
sobre la clase de conflicto que estimula. La línea de
conflicto se debe dibujar entre la masa de gente y la
élite que sostiene el poder en la sociedad industrial
(políticos, científicos, ejecutivos de negocios de
alto nivel, funcionarios gubernamentales, etc.). NO
se debe dibujar entre los revolucionarios y la masa de
gente. Por ejemplo, sería mala estrategia el condenar a
los americanos por sus hábitos de consumo. En vez, al
americano medio debe retratársele como a una víctima
de los anuncios de la industria de mercado, que lo han
absorbido para comprar mucha basura que no necesita y que
es una compensación muy pobre a cambio de su libertad
perdida. Cualquier aproximación de las dos es consecuente
con los hechos. Es meramente una cuestión de actitud
si culpas a la industria publicitaria de manipular al
público o al público por permitir ser manipulado. Por
una cuestión de estrategia generalmente uno debe evitar
culpar al público.

191. Uno se lo debe pensar dos veces antes de estimular
cualquier otro conflicto social que el de la élite que
sustenta el poder (la cual maneja la tecnología) y el
público en general (sobre los que la tecnología ejerce su
poder). Por un lado, otros conflictos tienden a distraer
la atención del problema importante (entre el poder de
la élite y la gente normal, entre la tecnología y la
naturaleza); por otro lado, a la larga otros conflictos
pueden tender a estimular la tecnologización, porque cada
lado en tal conflicto quiere usar el poder tecnológico
para aventajar a su adversario. Esto se ve claramente en la
rivalidad entre naciones. También aparece en conflictos
étnicos dentro de éstas. Por ejemplo, en América
muchos líderes negros están ansiosos por ganar poder
para los afroamericanos situando personas negras en la
élite tecnológica. Los quieren ahí para que haya muchos
funcionarios gubernamentales, científicos y ejecutivos de
corporaciones negros, y así sucesivamente. En ese sentido,
están ayudando a que la subcultura afroamericana sea
absorbida por el sistema tecnológico. Hablando en general,
uno debe estimular sólo aquellos conflictos sociales que
puedan encajar en el marco del conflicto del poder de la
élite contra la gente normal, de la tecnología contra
la naturaleza.

192. Pero la forma de oponerse al conflicto étnico
NO es a través de la militancia partidaria de los
derechos de las minorías (ver párrafos 21, 29). En
vez, los revolucionarios deben enfatizar que éstas
también sufren más o menos desventajas, y que son de
una trascendencia periférica. Nuestro enemigo real es el
sistema tecnológico-industrial y en la lucha contra él
las distinciones étnicas no tienen importancia.

193. La clase de revolución que tenemos en mente no
implica necesariamente un alzamiento armado contra algún
gobierno. Puede o no suponer violencia física, pero no
será una revolución POLÍTICA. Su foco estará en la
tecnología y en la economía, no en la política. Se puede
concebir (remotamente) que la revolución pueda consistir
sólo en un cambio masivo de actitudes hacia la tecnología
resultando en una desintegración relativamente gradual y
sin dolor. Pero, si esto pasa, seremos muy afortunados. Es
bastante más probable que la transición.a una sociedad no
tecnológica sea muy difícil y esté llena de conflictos
y desastres.

194. Probablemente los revolucionarios deben incluso
EVITAR asumir poder político, sea por medios legales
o ilegales, hasta que el sistema industrial tenga la
suficiente tensión hasta un punto peligroso y haya probado
ser un fracaso a los ojos de mucha gente. Supongamos por
ejemplo que algún partido «verde» ganara el control del
congreso de Estados Unidos en una elección. Para evitar
traicionar o aguar su propia ideología deberían tomar
medidas vigorosas para volver el crecimiento económico
en reducción económica. Al hombre medio los resultados
le parecerían desastrosos: habría paro masivo, falta de
comodidades, etc. Incluso si los peores efectos se pudieran
evitar a través de una administración superhumanamente
hábil, aún así la gente tendría que empezar a renunciar
a los lujos a los que se han vuelto adictos. Crecería
la insatisfacción, el partido «verde» sería echado
del despacho y los revolucionarios habrían sufrido un
serio retraso. Por esta razón no deben intentar adquirir
poder político hasta que el sistema se halla convertido
en tal confusión que cualquier apuro será visto como
resultado del fracaso del sistema industrial y no de la
política de los revolucionarios. La revolución contra
la tecnología probablemente tendrá que ser desde fuera,
una revolución desde abajo no desde arriba.

195. La revolución tiene que ser internacional y
mundial. No se puede llevar a cabo en bases de nación
por nación. Cuando se sugiere que los Estados Unidos,
por ejemplo, debe reducir el progreso tecnológico
o el crecimiento económico la gente se vuelve
histérica y empieza a gritar que, si nos quedamos
atrás en tecnología, los japoneses se pondrán por
delante. ¡Santos robots! ¡El mundo se saldrá de su
órbita si los japoneses alguna vez venden más coches
que nosotros! (El nacionalismo es un gran promotor de
la tecnología). Más razonablemente, se discute que,
si las naciones relativamente democráticas se quedan
atrás en tecnología mientras las peligrosas naciones
dictatoriales como China, Vietnam y Corea del Norte
continúan progresando, a la larga los dictadores pueden
dominar el mundo. Por esto es porque el sistema industrial
debe atacarse en todas las naciones simultáneamente,
en la extensión en que esto sea posible. Exacto, no hay
garantía de que el sistema industrial se pueda destruir
aproximadamente al mismo tiempo en todo el mundo, y es
incluso concebible que en el intento de derrocar lo puede
dirigirse en vez a ser dominado por dictadores. Ese es el
peligro que hay que correr. Y vale la pena correrlo, ya que
la diferencia entre un sistema industrial «democrático»
y uno controlado por dictadores es pequeña, comparada
con la diferencia entre un sistema industrial y uno no
industrial. La estructura tecnológica y económica de una
sociedad son bastante más importantes que su estructura
política a la.hora de determinar la manera en que vive
el hombre medio. Ver párrafos 95, 119. Puede incluso
discutirse que un sistema industrial controlado por
dictadores sería preferible, porque normalmente se han
demostrado ineficientes, por lo tanto presumiblemente es
más probable que se colapse. Mira Cuba.

196. Los revolucionarios pueden considerar una medida
favorable que la economía mundial tienda a atarse en
un conjunto unificado. Acuerdos de libre comercio como
*NAFTA y GATT son probablemente perjudiciales a medio
y corto plazo, pero a largo plazo tal vez pueden ser
ventajosos porque fomentan la interdependencia económica
entre naciones. Será más fácil destruir el sistema
industrial en bases mundiales si la economía está tan
unificada que el colapso en cualquier nación principal
lleve al colapso en todas las naciones industrializadas.

197. Alguna gente toma la línea de que el hombre
moderno tiene demasiado poder, demasiado control sobre la
naturaleza; pretenden una actitud más pasiva por parte
de la raza humana. En el mejor de los casos se están
expresando poco claramente, porque no distinguen entre el
poder para las GRANDES ORGANIZACIONES y el poder para las
PERSONAS y los PEQUEÑOS GRUPOS. Es un error pretender
la impotencia y la pasividad, porque la gente NECESITA
poder. El hombre moderno como entidad colectiva ésta
es, el sistema industrial tiene un inmenso poder sobre la
naturaleza, y nosotros (FC) consideramos esto funesto. Pero
las PERSONAS y los GRUPOS PEQUEÑOS DE PERSO-NAS actuales
tienen bastante menos poder del que nunca tuvo el hombre
primitivo. Hablando en general, el poder abrumador del
hombre actual sobre la naturaleza se ejerce no por las
personas o por los pequeños grupos sino por grandes
organizaciones. Hasta el punto de que la PERSONA media
actual puede ejercer el poder de la tecnología pero sólo
dentro de estrechos límites y sólo bajo la supervisión
y el control del sistema. (Necesitas una licencia para
todo y con ella vienen reglas y regulaciones). La persona
sólo tiene aquellos poderes tecnológicos que el sistema
elige proporcionarle. Su poder PERSONAL sobre la naturaleza
es pequeño.

198. Las personas y los grupos pequeños primitivos
en realidad tenían un poder considerable sobre la
naturaleza, o puede que sea mejor decir poder dentro de la
naturaleza. Cuando el hombre primitivo necesitaba comida
sabía como encontrar y preparar raíces comestibles, como
seguir la pista a la caza y atraparla con armas hechas
en casa. Sabía como protegerse del calor, del frío,
de la lluvia, de los animales peligrosos, etc. Pero hizo
relativamente poco daño a la naturaleza porque el poder
COLECTIVO de la sociedad primitiva era insignificante
comparado con el poder COLECTIVO de la sociedad industrial.

199. En vez de pretender la impotencia y la pasividad,
uno debe argumentar que el poder del SISTEMA INDUSTRIAL
debe romperse, y que esto INCREMENTARÁ ampliamente el
poder y la libertad de las PERSONAS y los PEQUEÑOS GRUPOS.

200. Hasta que el sistema industrial haya sido destruido
minuciosamente, ésta debe ser la úNICA finalidad. Otras
finalidades distraerían la atención y la energía de
la principal. Más importante, si los revolucio-narios
se permiten tener cualquier otra finalidad, se verán
tentados a usar la tecnología como una herramienta para
alcanzar esa otra finalidad. Si ceden a esa tentación,
caerán directamente en la trampa tecnológica, porque la
tecnología moderna es un sistema unificado y estrechamente
organizado, por lo que, con objeto de conservar ALGO de
tecnología, uno se encuentra obligado a conservar LA
MAYOR PARTE, por lo tanto se termina sacrificando sólo
sumas testimoniales de esta.

201. Supongamos por ejemplo que los revolucionarios
tomaran la «justicia social» como finalidad. Siendo
como es la naturaleza humana, la justicia social no se
daría espontáneamente, tendría que ser forzada. Con
este objeto los revolucionarios tendrían que retener
las organizaciones y el control central. Para eso
necesitarían transporte rápido de larga distancia y
comunicación, y por tanto toda la tecnología necesaria
para sostenerlos. Para alimentar y vestir a la gente
pobre tendrían que usar tecnología agrícola y de
manufactura. Y así sucesivamente. Por lo que el intento
de asegurar la justicia social les forzaría a retener la
mayor parte del sistema tecnológico. No es que tengamos
nada contra la justicia social, pero no debe permitirse
que interfiera en el esfuerzo de acabar con el sistema
tecnológico.

202. Sería desesperado intentar atacar el sistema sin usar
ALGUNA tecnología moderna. Si nada más tienen que usar
los medios de comunicación para propagar su mensaje. Pero
deben usar tecnología moderna para UN sólo propósito:
atacar el sistema tecnológico.

203. Imagina un alcohólico sentado con un tonel de vino en
frente. Supón que empieza a decirse, «el vino no es malo
si se usa con moderación, porque pequeñas cantidades son
incluso buenas...» Bueno ya sabes lo que va a pasar. No
olvides nunca que la raza humana es simplemente como un
alcohólico con un tonel de vino.

204. Los revolucionarios deben tener tantos niños como
puedan. Hay una fuerte evidencia científica de que las
actitudes sociales son en una extensión significativa
heredadas. Nadie sugiere que una actitud social es el
resultado directo de la constitución genética de una
persona, pero parece que los rasgos de la personalidad son
en parte heredados y que algunos de ellos tienden, dentro
del contexto de nuestra sociedad, a hacer a una persona
más probable de sostener esta o aquella actitud social. Se
ha planteado alguna objeción a estas recomendaciones, pero
son débiles y parecen estar motivadas ideológicamente. En
cualquier acontecimiento, nadie niega que como media los
niños tienden a.sostener actitudes sociales similares a
las de sus padres. Desde nuestro punto de vista no importa
mucho si las actitudes pasan genéticamente o a través
de la formación en la infancia. En cualquier caso pasan.

205. El problema es que mucha de la gente que está
inclinada a rebelarse contra el sistema industrial
está también preocupada sobre el problema de la
población, por lo tanto creen oportuno tener pocos o
ningún niño. De esta forma pueden estar cediendo el
mundo a gente que mantiene o al menos acepta el sistema
industrial. Para asegurar la resistencia de la próxima
generación de revolucionarios la actual debe reproducirse
abundantemente. Haciéndolo empeorará el problema de la
población sólo ligeramente. Y el problema importante
es acabar con el sistema industrial, porque una vez haya
pasado la población mundial necesariamente decaerá
(ver párrafo 167); mientras, si el sistema industrial
sobrevive, continuará desarrollando nuevas técnicas de
producción de comida que pueden permitir a la población
mundial incrementarse casi indefinidamente.

206. Respecto a la estrategia revolucionaria, en los
únicos puntos en los que insistimos absolutamente son
que la única finalidad predominante tiene que ser la
eliminación de la tecnología moderna y que ninguna otra
finalidad puede permitirse que compita con esta. Para el
resto, se debe tomar una aproximación empírica. Si la
experiencia indica que alguna de las recomendaciones hechas
en los párrafos precedentes no va a dar buenos resultados,
entonces se deben descartar.




## DOS CLASES DE TECNOLOGÍA

207. Un argumento que probablemente se planteará contra
nuestra propuesta de revolución es que tiene el deber de
fracasar, porque (pretenden) a través de la historia la
tecnología ha progresado siempre, nunca lo ha hecho al
revés, así la regresión tecnológica es imposible. Pero
esta pretensión es falsa.

208. Distinguimos entre dos clases de tecnología, que
llamamos tecnología de pequeña escala y tecnología
dependiente de organizaciones. La primera es la que
pueden usar comunidades de pequeña escala sin asistencia
exterior. La segunda es la que depende de organizaciones
sociales de gran escala. No somos conscientes de
casos significativos de regresión de tecnología de
pequeña escala. Pero en la tecnología dependiente de
grandes organizaciones Sí que hay regresión cuando la
organización social de la que depende se colapsa. Ejemplo:
Cuando el Imperio Romano cayó, su tecnología de pequeña
escala sobrevivió porque cualquier artesano inteligente
de una aldea podía construir, por ejemplo, una rueda
de agua, cualquier herrero hábil podía obtener acero
por métodos romanos... y así sucesivamente. Pero
la tecnología dependiente de organizaciones Sí que
sufrió una regresión..Sus acueductos se desmoronaron y
no se reconstruyeron nunca. Se perdieron sus técnicas de
construcción de calzadas. El sistema romano de saneamiento
urbano se olvidó, por lo que no se hizo hasta tiempos
más bien recientes el de las ciudades europeas igual a
aquél de la antigua Roma.

209. La razón de por qué la tecnología parece progresar
siempre es porque, puede que hasta un siglo o dos antes
de la Revolución Industrial, la mayoría era de pequeña
escala. Pero la mayor parte desarrollada después es
tecnología dependiente de organizaciones. Tomemos como
ejemplo la nevera. Sin industria que haga las partes
o sin las facilidades de una tienda postindustrial de
maquinaria sería virtualmen-te imposible para un puñado
de herreros locales construir una nevera. Si por algún
milagro tuvieran fortuna en construirla, sería inútil
sin una fuente segura de energía eléctrica. Por lo
que tendrían que embalsar una corriente y construir
un generador. Éste requiere grandes cantidades de
hilo de cobre. Imagina intentarlo hacer sin maquinaria
moderna. Y, ¿dónde conseguirían un gas indicado para
la refrigeración? Sería mucho más fácil construir
una casa de hielo o preservar los alimentos secándolos
o recogiéndolos, como hacían antes de la invención de
la nevera.

210. Por lo que está claro que si el sistema industrial
fuera una vez profundamente colapsado, la tecnología
frigorífica sería rápidamente perdida. Lo mismo pasaría
con otras tecnologías dependientes de organizaciones. Y
una vez se hubiera perdido por una generación o así
llevaría siglos el reconstruirla, simplemente como costó
siglos el construirla la primera vez. Los libros técnicos
supervivientes serían pocos y dispersos. Y la sociedad
industrial, si fuera construida desde el principio sin
ayuda externa, sólo se podría hacer en una serie de
etapas: necesitas herramientas para hacer herramientas
para hacer herramientas para hacer herramientas... se
requiere un largo proceso de desarrollo económico y en
la organización social. E, incluso en ausencia de una
ideología opuesta a la tecnología, no hay razón para
pensar que alguien estaría interesado en reconstruir la
sociedad industrial. El entusiasmo por el «progreso» es
un fenómeno particular de la forma moderna de sociedad,
y parece no haber existido antes del siglo XVII o por ahí.

211. En la última parte de la Edad Media, había cuatro
civilizaciones importantes que estaban igualmente
«avanzadas»: Europa, el mundo islámico, India, y
el Lejano Oriente (China, Japón, Corea). Tres de estas
civilizaciones permanecieron más o menos estables y sólo
Europa se dinamizó. Nadie sabe porque Europa lo hizo en
este periodo, los historiadores tienen sus teorías, pero
sólo son especulaciones. De todas formas, está claro que
el desarrollo rápido hacia una forma tecnológica de la
sociedad sólo ocurre bajo condiciones especiales. Por lo
que no hay razón para dar por sentado que una regresión
tecnológica duradera no puede ocurrir.

212. ¿Podría la sociedad A LA LARGA desarrollarse de
nuevo hacia una forma tecnológica? Quizá, pero no hay que
preocuparse por esto, porque nosotros no podemos predecir
o controlar los acontecimientos de dentro de 500 o 1000
años. Esos problemas tienen que ser solucionados por la
gente que viva entonces.




## EL PELIGRO DEL IZQUIERDISMO

213. Debido a su necesidad por la rebelión y por ser
miembros de un movimiento, los izquierdistas o las personas
de tipo psicológico similar son a menudo atraídos por
movimientos de rebeldía o activistas cuyos objetivos y
miembros no son inicialmente izquierdistas. El resultado
de la entrada de izquierdistas puede, fácilmente, cambiar
un movimiento no izquierdista en uno izquierdista, por
lo que las finalidades izquierdistas reemplazan o cambian
los objetivos iniciales del movimiento.

214. Para evitar esto, un movimiento que exalta la
naturaleza y que se opone a la tecnología, debe tomar
un acuerdo contra los izquierdistas y debe evitar la
colaboración con estos. El izquierdismo está al fin
y al cabo en contradicción con la naturaleza salvaje,
con la libertad humana y con la eliminación de la
tecnología moderna. El izquierdismo es colectivista;
está buscando vincular el mundo entero (ambos, la
naturaleza y la raza humana) en un todo unificado. Pero
esto implica el manejo de la naturaleza y de la vida
humana por una sociedad organizada, y requiere tecnología
avanzada. No puedes tener el mundo unido sin medios de
transporte rápidos y sin comunicaciones, no puedes hacer
que todo el mundo se quiera sin técnicas psicológicas
sofisticadas, no puedes tener una «sociedad diseñada»
sin la base tecnológica necesaria. Además de todo, el
izquierdismo está conducido por la necesidad de poder,
y el izquierdista requiere el poder en bases colectivistas,
a través de la identificación con un movimiento de masas
o una organización. El izquierdismo es inverosímil que
nunca renuncie a la tecnología, porque la tecnología es
una fuente demasiado valiosa del poder colectivo.

215. El anarquista también busca el poder, pero lo busca
en bases individuales o de pequeños grupos; quiere que
estos sean capaces de controlar las circunstancias de sus
propias vidas. Se opone a la tecnología porque hace que
pequeños grupos dependan de grandes organizaciones. Esta
declaración se refiere a un determinado tipo de
anarquismo. Una amplia variedad de actitudes sociales
han sido llamadas «anarquistas», y puede ser que
muchos que se consideran anarquistas no acepten esta
declaración. Debe ser apuntado, por otra parte, que
hay un movimiento anarquista no-violento cuyos miembros
probablemente no aceptan a FC como anarquista y seguro
que no aprobarán nuestros métodos violentos..

216. Algunos izquierdistas podría parecer que se oponen
a la tecnología, pero sólo se opondrán mientras sean
intrusos y el sistema tecnológico esté controlado por
no izquierdistas. Si alguna vez el izquierdismo dominase
la sociedad, por lo que el sistema tecnológico se
convirtiera en una herramienta es sus manos, lo usarían
entusiastamente y promocionarían su crecimiento. Haciendo
esto estarían repitiendo el patrón que el izquierdismo
ha enseñado una y otra vez en el pasado. Cuando en
Rusia los bolcheviques eran intrusos, se oponían
vigorosamente a la censura y a la policía secreta,
defendían la autodeterminación de las minorías
étnicas, etc; pero tan pronto como tomaron el poder,
impusieron una censura implacable y crearon una policía
secreta más dura que ninguna de las que existiera bajo
los zares y oprimieron a las minorías étnicas al menos
tanto como lo hicieron estos. En los Estados Unidos, hace
un par de décadas cuando eran una minoría en nuestras
universidades, los profesores izquierdistas eran los que
proponían vigorosamente la libertad académica, pero hoy,
en aquellas universidades donde han pasado a ser mayoría,
se han visto preparados para quitar al resto la libertad
académica. (Esto es «corrección política»). Lo
mismo ocurrirá con los izquierdistas y la tecnología:
la utilizarán para oprimir a los demás si alguna vez
cae bajo su propio control.

217. En las revoluciones recientes, los izquierdistas más
hambrientos de poder, repetidamente, han colaborado primero
con los revolucionarios no izquierdistas, tanto como con
los izquierdistas de una inclinación más libertaria,
y más tarde los han engañado para agarrar ellos el
poder. Esto lo hizo Robespierre en la Revolución Francesa,
los bolcheviques en la Revolución Rusa, los comunistas lo
hicieron en la España de 1938 y Castro y sus seguidores
en Cuba. Dada la historia pasada del izquierdismo, sería
totalmente necio para los revolucionarios no izquierdistas
de hoy el colaborar con estos.

218. Diversos pensadores han señalado que el izquierdismo
es un tipo de religión. No lo es en el estricto sentido de
la palabra porque esta doctrina no postula la existencia de
ningún ser supranatural. Pero para los izquierdistas, su
doctrina juega el mismo papel psicológico que para mucha
gente la religión. NECESITAN creer en el izquierdismo,
juega un papel vital el su economía psicológica. Sus
creencias no son fácilmente modificables por la lógica
o por los hechos. Tienen una profunda convicción de que
es moralmente Correcto con una C mayúscula y que no sólo
tiene el derecho sino el deber de imponer su moral a todo
el mundo. (De todos modos, mucha de la gente a la que nos
referimos como «izquierdistas» no piensan en sí mismos
como tales y no describirían su sistema de creencias como
izquierdismo. Usamos este término porque no encontramos
uno más apropiado para designar el amplio espectro de
creencias que incluya a los movimientos feministas, a los
derechos de los homosexuales, a la corrección política,
etc., y porque estos movimientos tienen una fuerte afinidad
con la vieja izquierda). (Ver párrafos 227-230).

219. El izquierdismo es una fuerza totalitaria. Dondequiera
que esté en una posición de poder tiende a invadir
toda parcela privada y fuerza a todo pensamiento a
un molde izquierdista. En parte es por el carácter
casi religioso de este, todo lo que sea contrario a
sus creencias representa el Pecado. Más importante,
el izquierdismo es una fuerza totalitaria debido al
impulso por el poder de sus seguidores. Busca satisfacer
su necesidad por el proceso de poder a través de la
identificación con un movimiento social y trata de
atravesar el proceso de poder ayudando a perseguir y
conseguir las finalidades del movimiento (ver párrafo
83). Pero no importa lo lejos que llegue el movimiento
consiguiendo su objetivo, el izquierdista nunca está
satisfecho, porque su activismo es una actividad
sustitutoria (ver párrafo 41). Esto es, su verdadero
motivo no es conseguir las ostensibles finalidades del
izquierdismo; en realidad está motivado por el sentido
de poder que obtiene luchando por una finalidad social
y luego vomitarla. Muchos están motivados también por
la hostilidad, pero ésta probablemente resulta en parte
de una necesidad de poder frustrada. Consecuentemente,
no está nunca satisfecho con lo conseguido, su necesidad
por el proceso de poder le conduce siempre a perseguir
algún nuevo fin. Quiere igualdad de oportunidades para
las minorías. Cuando está conseguido insiste en igualdad
estadística de éxito para las minorías. Y mientras
alguien albergue en algún rincón de su mente una actitud
negativa hacia alguna minoría, tendrá que reeducarlo. Y
las minorías étnicas no son suficiente, a nadie se le
puede permitir el tener una actitud negativa hacia los
homosexuales, la gente discapacitada, gorda, vieja, fea,
etc. No es suficiente que el público esté informado sobre
los riesgos de fumar, tiene que ser estampado un aviso en
cada paquete de cigarrillos, tienen que restringirse o ser
prohibidos los anuncios de cigarrillos. Los activistas no
estarán nunca satisfechos hasta que el tabaco esté fuera
de la ley, y después de eso será el alcohol, después la
comida basura, etc. Han luchado contra los brutales abusos
a niños, lo que es razonable. Pero ahora quieren parar
todo castigo físico. Cuando hayan hecho eso querrán
prohibir alguna otra cosa que consideren malsana, luego
otra cosa y luego otra. Nunca estarán satisfechos hasta
que tengan control total sobre las prácticas de educación
de los niños. Y luego se moverán a alguna otra causa.

220. Supongamos que pides a un izquierdista hacer una
lista de TODAS las cosas que están mal en la sociedad
y luego supongamos que instituyes todos los cambios que
demandan. Es seguro que después de un par de años la
mayoría de los izquierdistas encontrarán algo nuevo
sobre lo que protestar, algún nuevo «mal» social
que.corregir porque, una vez más, están menos motivados
por la angustia de las enfermedades de la sociedad que
por la necesidad de satisfacer su impulso por el poder
imponiendo sus soluciones en esta.

221. Debido a las restricciones emplazadas en sus
pensamientos y comportamientos por su alto grado
de socialización, muchos izquierdistas del tipo
sobresocializado no pueden perseguir el poder de la manera
en que lo hace otra gente. Para ellos el impulso por el
poder sólo tiene una salida moral aceptable, y esa es la
lucha para imponer su moral a todo el mundo.

222. Los izquierdistas, especialmente del tipo
sobresocializado, son Verdaderos Creyentes en el sentido
del libro de Eric Hoffer, El Verdadero Creyente. Pero
no todos los Verdaderos Creyentes son del mismo tipo
psicológico que los izquierdistas. Presumiblemente, un
Verdadero Creyente nazi, por ejemplo, es psicológicamente
muy diferente al Verdadero Creyente izquierdista. Debido
a su capacidad de devoción a una sola causa, los
Verdaderos Creyentes son útiles, puede que un ingrediente
necesario, de todo movimiento revolucionario. Esto
presenta un problema que debemos reconocer no sabemos
como tratar. No estamos seguros de como aprovechar las
energías del Verdadero Creyente para una revolución
contra la tecnología. En el presente, todo lo que podemos
decir es que ningún Verdadero Creyente hará un buen
enganche a la revolución, a no ser que su compromiso sea
exclusivamente a la destrucción de la tecnología. Si
está comprometido también con otra idea, puede que quiera
usar la tecnología como una herramienta para perseguir
otro ideal (ver párrafos 220, 221).

223. Algunos lectores pueden decir, «este asunto sobre
el izquierdismo es un montón de mierda. Conozco a
Jhon y a Jane que son izquierdistas y no tienen todas
estas tendencias totalitarias». Es completamente
cierto que muchos, incluso posiblemente una mayoría
numérica, son gente decente que creen sinceramente en
la tolerancia de otros valores (hasta cierto punto) y
no quieren utilizar métodos arbitrarios para conseguir
sus finalidades sociales. Nuestras observaciones sobre
el izquierdismo no son por término medio aplicables a
toda persona izquierdista, pero sí sirven para describir
el carácter general del movimiento. Y este carácter
general no tiene que estar necesariamente determinado por
las proporciones numéricas de las distintas clases de
personas comprometidas en dicho movimiento.

224. La gente que asciende a una posición de poder en
los movimientos izquierdistas tienden a ser los más
ávidos de éste porque el tipo de personas deseosa de
poder son aquellas que luchan más duramente para llegar a
ellas. Cuando los ávidos de poder han tomado el control,
hay muchos izquierdistas de una ralea más moderada que
desaprue-ban interiormente muchas de las acciones de los
jefes, pero no pueden oponerse a ellas. NECESITAN su fe en
el movimiento, y por no poder.renunciar a ésta prosiguen
con los jefes. Es verdad, ALGUNOS izquierdistas tienen
el valor de oponerse a las tendencias totalitarias que
surgen, pero generalmente pierden, porque los ávidos de
poder están mejor organizados, son más despiadados y
maquiavélicos y se han ocupado de construirse una base
de poder sólida.

225. Este fenómeno apareció claramente en Rusia
y en otros países en los que tomaron el poder los
izquierdistas. De igual manera, antes del fracaso
del comunismo en la U.R.S.S., los izquierdistas de
occidente raramente criticaron ese país. Si se les
pincha admitirán que la U.R.S.S hizo muchas cosas mal,
pero después intentarán encontrar excusas para los
comunistas y empezarán a hablar sobre los errores del
oeste. Siempre se opusieron a la resistencia militar de
occidente a la agresión comunista. Los izquierdistas
de todo el mundo protestaron vigorosa-mente por la
acción militar de los EE.UU. en Vietnam, pero cuando
la U.R.S.S. invadió Afganistán no hicieron nada. No
porque aprobaran la acción soviética, sino por su fe
izquierdista, simplemente no pudieron resistir oponerse al
comunismo. Hoy en aquellas de nuestras universidades donde
la «corrección política» se ha convertido en dominante,
probablemente hay izquierdistas que desaprueban en privado
la supresión de la libertad académica, pero prosiguen
con ello de todas maneras.

226. Así el hecho de que muchas personas izquierdistas
sean personalmente moderadas y bastante tolerantes no
previene al izquierdismo como conjunto de tener tendencias
totalitarias.

227. Nuestra discusión del izquierdismo tiene una
debilidad seria. Estamos aún lejos de aclarar lo que
queremos decir con la palabra «izquierdista». No parece
que podamos hacer mucho sobre esto. Hoy el izquierdismo
está fragmentado en todo un espectro de movimientos
activistas. Sin embargo, no todos tienen esta tendencia y
algunos movimientos (por ejemplo los medioambientalistas
radicales) parecen incluir ambas personalidades, del
tipo izquierdista y enteramente no izquierdistas, los
cuales deben discernir mejor antes que colaborar con
los primeros. Variedades de izquierdistas se convierten
gradualmente en variedades de no izquierdistas y nosotros
mismos estaríamos a menudo en dificultades para decidir si
una persona dada es o no un izquierdista. Hasta el punto de
que en absoluto está definida, nuestra concepción está
explicada por la discusión que hemos presentado en este
artículo, y sólo podemos aconsejar al lector que use su
propio juicio para decidir quién es un izquierdista.

228. Pero será de ayuda el catalogar algunos criterios
para diagnosticarlo. Estos no pueden ser aplicados de una
manera tajante. Algunas personas pueden reunir algunos de
los criterios sin ser izquierdistas, algunos izquierdistas
pueden no reunir ninguno de los criterios. De nuevo,
sólo tienes que usar tu juicio..

229. El izquierdista está orientado hacia un
colectivismo a gran escala. Enfatizamos la obligación
del individuo de servir a la sociedad y la obligación de
la sociedad de cuidar del individuo. Tiene una actitud
negativa hacia el individualismo. A menudo usa un tono
moralista. Tiende a estar por el control de armas,
la educación sexual y otros métodos psicológicos
de educación «ilustrada», por el planteamiento,
la acción afirmativa, el multiculturalismo. Tiende a
identificarse con las víctimas. Tiende a estar contra
la competición y la violencia, pero encuentra excusas
para aquellos izquierdistas que usan la violencia. Le
gusta mucho usar tópicos corrientes de la izquierda como
«racismo», «sexismo», «homofobia», «capitalismo»,
«imperialismo», «neocolonialismo», «genocidio»,
«cambio social», «responsabilidad social». Puede que
el mejor diagnóstico es la característica de tender a
simpatizar con los siguientes movimientos: feminismo,
derechos de los homosexuales, minorías étnicas y
discapacitados, derechos de los animales, corrección
política. Cualquiera que simpatice con fuerza con TODOS
estos movimientos es casi con certeza un izquierdista. Es
importante el entender que queremos decir alguien que
simpatice con estos MOVIMIENTOS tal y como existen hoy
en nuestra sociedad. Uno que crea que las mujeres, los
homosexuales, etc., deben tener derechos igualitarios no es
necesariamente un izquierdista. Los movimientos feministas,
por los derechos de los homosexuales, etc., que existen en
nuestra sociedad tienen un tono ideológico particular que
caracteriza al izquierdismo y, si uno cree, por ejemplo,
que la mujeres deben tener derechos igualitarios no se
sigue necesariamente que uno tiene que simpatizar con el
movimiento feminista tal y como existe en la actualidad.

230. Los izquierdistas más peligrosos, que son,
aquellos que están más hambrientos de poder, están
frecuentemente caracterizados por la arrogancia o por
un enfoque dogmático de la ideología. No obstante,
los más peligrosos de todos pueden ser ciertos
tipos sobresocializados quienes evitan despliegues
irritantes de agresividad y se refrenan de hacer
publicidad de su izquierdismo, pero trabajan rápido y
discretamente promoviendo valores colectivistas, técnicas
psicológicas «ilustradas» para socializar a los niños,
la dependencia del individuo al sistema, y todo eso. Estos
*cripto-izquierdistas (como los podemos llamar) están
próximos a ciertos tipos burgueses en lo que ataña a
acciones prácticas, pero difieren de ellos en psicología,
ideología y motivación. El burgués corriente intenta
llevar a la gente bajo el control del sistema para proteger
su modo de vida, o lo hace simplemente porque sus actitudes
son convencionales. El cripto-izquierdista intenta llevar a
la gente bajo el control del sistema porque es un Verdadero
Creyente en una ideología colectivista. Se diferencia
del izquierdista medio del tipo sobresocializado por
el hecho de que su impulso de rebeldía es más.débil
y está más firmemente socializado. Se diferencia del
burgués corriente bien socializado por el hecho de que
hay una profunda carencia en su interior que le hace
necesario consagrarse a una causa y sumergirse en una
colectividad. Y puede que su impulso (bien subliminado)
por el poder sea más fuerte que aquel del burgués medio.





## NOTA FINAL

231. A lo largo de este artículo, hemos hecho
declaraciones imprecisas, otras que debían tener toda
clase de calificaciones y salvedades adjuntas a ellas
y algunas otras, pueden ser terminantemente falsas. A
falta de suficiente información y por la necesidad de
la brevedad se nos hace imposible formular nuestras
afirmaciones más precisamente o añadir todas las
calificaciones necesarias. Y, por supuesto, en una
discusión de esta naturaleza uno tiene que confiar
excesivamente en un juicio intuitivo y eso algunas
veces puede estar mal. Por lo que no pretendemos que
este artículo exprese más que una ruda aproximación a
la verdad.

232. Con todo, estamos razonablemente seguros de que
el boceto general del cuadro que hemos pintado es más
o menos correcto. Hemos retratado al izquierdismo en su
forma moderna como un fenómeno peculiar de nuestro tiempo
y como síntoma del colapso del proceso de poder. Pero
posiblemente podemos estar equivocados sobre esto. Los
tipos sobresocializados que intentan satisfacer su
impulso por el poder imponiendo su moralidad a todo el
mundo ciertamente han estado dando vueltas desde hace
tiempo. Pero PENSAMOS que el papel decisivo jugado por
los sentimientos de inferioridad, la baja autoestima, la
impotencia, la identificación con las víctimas de gente
que no son víctimas, es una peculiaridad del izquierdismo
moderno. La identificación con las víctimas de gente que
no son víctimas se puede ver en cierta extensión en el
izquierdismo del siglo XIX y en el cristianismo primitivo
pero, hasta donde lo podemos explicar, los síntomas
de baja autoestima, etc., no eran casi tan evidentes en
estos movimientos, o en ningún otro, como lo son en el
izquierdismo moderno. Pero no estamos en una posición como
para alegar con seguridad que ninguno de dichos movimientos
haya existido antes junto al izquierdismo moderno. Esta
es una pregunta significativa a la que los historiadores
deberían prestar su atención.





NOTAS

1. «Chick» en el original.

2. «Broad» en el original.

3. Amish: movimiento que nació en Suiza en 1525 con
los menonitas, otro grupo religioso, bajo la influencia
de Martín Lutero. El nombre «amish» procede de Jacob
Amman, un líder religioso del siglo XVII, que señalaría
determinados preceptos concretos que marcarían las
diferencias entre amish y los demás cristianos. Llegaron a
América en 1720.

4. Existencialismo: doctrina filosófica
contemporánea que trata de fundar el conocimiento de toda
realidad sobre la experiencia inmediata de la existencia
propia. Sus problemas arrancan del ser humano mismo,
no de cuanto le envuelve. Algunos existencialistas son
Kierkegaard, Heidegger, Jaspers, Sartre, Marcel, etc.

5. Sistema de franquicia: exención total o parcial
que se concede a una persona para no pagar derechos
por las mercancías que introduce o extrae, o por el
aprovechamiento de algún servicio público.

6. Bridge: juego de cartas.

7. Kuomintang: en el dialecto chino de Pekín, partido popular
nacionalista.

8. Tautología: repetición de un mismo pensamiento expresado de
distintas maneras.

9. Eugenesia: aplicación de las leyes biológicas de la herencia
al «perfeccionamiento» de la especie humana.

10. Modus vivendi: modo de vivir, base o regla de conducta,
arreglo, ajuste o transacción entre dos partes.

11. Terapia de gen: tratamiento mediante la manipulación genética.

12. G.A.T.T.: siglas de General Agreement on Tariffs and Trade
(Acuerdo General sobre
Aranceles y Comercio).