## EL PELIGRO DEL IZQUIERDISMO

213. Debido a su necesidad por la rebelión y por ser
miembros de un movimiento, los izquierdistas o las personas
de tipo psicológico similar son a menudo atraídos por
movimientos de rebeldía o activistas cuyos objetivos y
miembros no son inicialmente izquierdistas. El resultado
de la entrada de izquierdistas puede, fácilmente, cambiar
un movimiento no izquierdista en uno izquierdista, por
lo que las finalidades izquierdistas reemplazan o cambian
los objetivos iniciales del movimiento.

214. Para evitar esto, un movimiento que exalta la
naturaleza y que se opone a la tecnología, debe tomar
un acuerdo contra los izquierdistas y debe evitar la
colaboración con estos. El izquierdismo está al fin
y al cabo en contradicción con la naturaleza salvaje,
con la libertad humana y con la eliminación de la
tecnología moderna. El izquierdismo es colectivista;
está buscando vincular el mundo entero (ambos, la
naturaleza y la raza humana) en un todo unificado. Pero
esto implica el manejo de la naturaleza y de la vida
humana por una sociedad organizada, y requiere tecnología
avanzada. No puedes tener el mundo unido sin medios de
transporte rápidos y sin comunicaciones, no puedes hacer
que todo el mundo se quiera sin técnicas psicológicas
sofisticadas, no puedes tener una «sociedad diseñada»
sin la base tecnológica necesaria. Además de todo, el
izquierdismo está conducido por la necesidad de poder,
y el izquierdista requiere el poder en bases colectivistas,
a través de la identificación con un movimiento de masas
o una organización. El izquierdismo es inverosímil que
nunca renuncie a la tecnología, porque la tecnología es
una fuente demasiado valiosa del poder colectivo.

215. El anarquista también busca el poder, pero lo busca
en bases individuales o de pequeños grupos; quiere que
estos sean capaces de controlar las circunstancias de sus
propias vidas. Se opone a la tecnología porque hace que
pequeños grupos dependan de grandes organizaciones. Esta
declaración se refiere a un determinado tipo de
anarquismo. Una amplia variedad de actitudes sociales
han sido llamadas «anarquistas», y puede ser que
muchos que se consideran anarquistas no acepten esta
declaración. Debe ser apuntado, por otra parte, que
hay un movimiento anarquista no-violento cuyos miembros
probablemente no aceptan a FC como anarquista y seguro
que no aprobarán nuestros métodos violentos..

216. Algunos izquierdistas podría parecer que se oponen
a la tecnología, pero sólo se opondrán mientras sean
intrusos y el sistema tecnológico esté controlado por
no izquierdistas. Si alguna vez el izquierdismo dominase
la sociedad, por lo que el sistema tecnológico se
convirtiera en una herramienta es sus manos, lo usarían
entusiastamente y promocionarían su crecimiento. Haciendo
esto estarían repitiendo el patrón que el izquierdismo
ha enseñado una y otra vez en el pasado. Cuando en
Rusia los bolcheviques eran intrusos, se oponían
vigorosamente a la censura y a la policía secreta,
defendían la autodeterminación de las minorías
étnicas, etc; pero tan pronto como tomaron el poder,
impusieron una censura implacable y crearon una policía
secreta más dura que ninguna de las que existiera bajo
los zares y oprimieron a las minorías étnicas al menos
tanto como lo hicieron estos. En los Estados Unidos, hace
un par de décadas cuando eran una minoría en nuestras
universidades, los profesores izquierdistas eran los que
proponían vigorosamente la libertad académica, pero hoy,
en aquellas universidades donde han pasado a ser mayoría,
se han visto preparados para quitar al resto la libertad
académica. (Esto es «corrección política»). Lo
mismo ocurrirá con los izquierdistas y la tecnología:
la utilizarán para oprimir a los demás si alguna vez
cae bajo su propio control.

217. En las revoluciones recientes, los izquierdistas más
hambrientos de poder, repetidamente, han colaborado primero
con los revolucionarios no izquierdistas, tanto como con
los izquierdistas de una inclinación más libertaria,
y más tarde los han engañado para agarrar ellos el
poder. Esto lo hizo Robespierre en la Revolución Francesa,
los bolcheviques en la Revolución Rusa, los comunistas lo
hicieron en la España de 1938 y Castro y sus seguidores
en Cuba. Dada la historia pasada del izquierdismo, sería
totalmente necio para los revolucionarios no izquierdistas
de hoy el colaborar con estos.

218. Diversos pensadores han señalado que el izquierdismo
es un tipo de religión. No lo es en el estricto sentido de
la palabra porque esta doctrina no postula la existencia de
ningún ser supranatural. Pero para los izquierdistas, su
doctrina juega el mismo papel psicológico que para mucha
gente la religión. NECESITAN creer en el izquierdismo,
juega un papel vital el su economía psicológica. Sus
creencias no son fácilmente modificables por la lógica
o por los hechos. Tienen una profunda convicción de que
es moralmente Correcto con una C mayúscula y que no sólo
tiene el derecho sino el deber de imponer su moral a todo
el mundo. (De todos modos, mucha de la gente a la que nos
referimos como «izquierdistas» no piensan en sí mismos
como tales y no describirían su sistema de creencias como
izquierdismo. Usamos este término porque no encontramos
uno más apropiado para designar el amplio espectro de
creencias que incluya a los movimientos feministas, a los
derechos de los homosexuales, a la corrección política,
etc., y porque estos movimientos tienen una fuerte afinidad
con la vieja izquierda). (Ver párrafos 227-230).

219. El izquierdismo es una fuerza totalitaria. Dondequiera
que esté en una posición de poder tiende a invadir
toda parcela privada y fuerza a todo pensamiento a
un molde izquierdista. En parte es por el carácter
casi religioso de este, todo lo que sea contrario a
sus creencias representa el Pecado. Más importante,
el izquierdismo es una fuerza totalitaria debido al
impulso por el poder de sus seguidores. Busca satisfacer
su necesidad por el proceso de poder a través de la
identificación con un movimiento social y trata de
atravesar el proceso de poder ayudando a perseguir y
conseguir las finalidades del movimiento (ver párrafo
83). Pero no importa lo lejos que llegue el movimiento
consiguiendo su objetivo, el izquierdista nunca está
satisfecho, porque su activismo es una actividad
sustitutoria (ver párrafo 41). Esto es, su verdadero
motivo no es conseguir las ostensibles finalidades del
izquierdismo; en realidad está motivado por el sentido
de poder que obtiene luchando por una finalidad social
y luego vomitarla. Muchos están motivados también por
la hostilidad, pero ésta probablemente resulta en parte
de una necesidad de poder frustrada. Consecuentemente,
no está nunca satisfecho con lo conseguido, su necesidad
por el proceso de poder le conduce siempre a perseguir
algún nuevo fin. Quiere igualdad de oportunidades para
las minorías. Cuando está conseguido insiste en igualdad
estadística de éxito para las minorías. Y mientras
alguien albergue en algún rincón de su mente una actitud
negativa hacia alguna minoría, tendrá que reeducarlo. Y
las minorías étnicas no son suficiente, a nadie se le
puede permitir el tener una actitud negativa hacia los
homosexuales, la gente discapacitada, gorda, vieja, fea,
etc. No es suficiente que el público esté informado sobre
los riesgos de fumar, tiene que ser estampado un aviso en
cada paquete de cigarrillos, tienen que restringirse o ser
prohibidos los anuncios de cigarrillos. Los activistas no
estarán nunca satisfechos hasta que el tabaco esté fuera
de la ley, y después de eso será el alcohol, después la
comida basura, etc. Han luchado contra los brutales abusos
a niños, lo que es razonable. Pero ahora quieren parar
todo castigo físico. Cuando hayan hecho eso querrán
prohibir alguna otra cosa que consideren malsana, luego
otra cosa y luego otra. Nunca estarán satisfechos hasta
que tengan control total sobre las prácticas de educación
de los niños. Y luego se moverán a alguna otra causa.

220. Supongamos que pides a un izquierdista hacer una
lista de TODAS las cosas que están mal en la sociedad
y luego supongamos que instituyes todos los cambios que
demandan. Es seguro que después de un par de años la
mayoría de los izquierdistas encontrarán algo nuevo
sobre lo que protestar, algún nuevo «mal» social
que.corregir porque, una vez más, están menos motivados
por la angustia de las enfermedades de la sociedad que
por la necesidad de satisfacer su impulso por el poder
imponiendo sus soluciones en esta.

221. Debido a las restricciones emplazadas en sus
pensamientos y comportamientos por su alto grado
de socialización, muchos izquierdistas del tipo
sobresocializado no pueden perseguir el poder de la manera
en que lo hace otra gente. Para ellos el impulso por el
poder sólo tiene una salida moral aceptable, y esa es la
lucha para imponer su moral a todo el mundo.

222. Los izquierdistas, especialmente del tipo
sobresocializado, son Verdaderos Creyentes en el sentido
del libro de Eric Hoffer, El Verdadero Creyente. Pero
no todos los Verdaderos Creyentes son del mismo tipo
psicológico que los izquierdistas. Presumiblemente, un
Verdadero Creyente nazi, por ejemplo, es psicológicamente
muy diferente al Verdadero Creyente izquierdista. Debido
a su capacidad de devoción a una sola causa, los
Verdaderos Creyentes son útiles, puede que un ingrediente
necesario, de todo movimiento revolucionario. Esto
presenta un problema que debemos reconocer no sabemos
como tratar. No estamos seguros de como aprovechar las
energías del Verdadero Creyente para una revolución
contra la tecnología. En el presente, todo lo que podemos
decir es que ningún Verdadero Creyente hará un buen
enganche a la revolución, a no ser que su compromiso sea
exclusivamente a la destrucción de la tecnología. Si
está comprometido también con otra idea, puede que quiera
usar la tecnología como una herramienta para perseguir
otro ideal (ver párrafos 220, 221).

223. Algunos lectores pueden decir, «este asunto sobre
el izquierdismo es un montón de mierda. Conozco a
Jhon y a Jane que son izquierdistas y no tienen todas
estas tendencias totalitarias». Es completamente
cierto que muchos, incluso posiblemente una mayoría
numérica, son gente decente que creen sinceramente en
la tolerancia de otros valores (hasta cierto punto) y
no quieren utilizar métodos arbitrarios para conseguir
sus finalidades sociales. Nuestras observaciones sobre
el izquierdismo no son por término medio aplicables a
toda persona izquierdista, pero sí sirven para describir
el carácter general del movimiento. Y este carácter
general no tiene que estar necesariamente determinado por
las proporciones numéricas de las distintas clases de
personas comprometidas en dicho movimiento.

224. La gente que asciende a una posición de poder en
los movimientos izquierdistas tienden a ser los más
ávidos de éste porque el tipo de personas deseosa de
poder son aquellas que luchan más duramente para llegar a
ellas. Cuando los ávidos de poder han tomado el control,
hay muchos izquierdistas de una ralea más moderada que
desaprue-ban interiormente muchas de las acciones de los
jefes, pero no pueden oponerse a ellas. NECESITAN su fe en
el movimiento, y por no poder.renunciar a ésta prosiguen
con los jefes. Es verdad, ALGUNOS izquierdistas tienen
el valor de oponerse a las tendencias totalitarias que
surgen, pero generalmente pierden, porque los ávidos de
poder están mejor organizados, son más despiadados y
maquiavélicos y se han ocupado de construirse una base
de poder sólida.

225. Este fenómeno apareció claramente en Rusia
y en otros países en los que tomaron el poder los
izquierdistas. De igual manera, antes del fracaso
del comunismo en la U.R.S.S., los izquierdistas de
occidente raramente criticaron ese país. Si se les
pincha admitirán que la U.R.S.S hizo muchas cosas mal,
pero después intentarán encontrar excusas para los
comunistas y empezarán a hablar sobre los errores del
oeste. Siempre se opusieron a la resistencia militar de
occidente a la agresión comunista. Los izquierdistas
de todo el mundo protestaron vigorosa-mente por la
acción militar de los EE.UU. en Vietnam, pero cuando
la U.R.S.S. invadió Afganistán no hicieron nada. No
porque aprobaran la acción soviética, sino por su fe
izquierdista, simplemente no pudieron resistir oponerse al
comunismo. Hoy en aquellas de nuestras universidades donde
la «corrección política» se ha convertido en dominante,
probablemente hay izquierdistas que desaprueban en privado
la supresión de la libertad académica, pero prosiguen
con ello de todas maneras.

226. Así el hecho de que muchas personas izquierdistas
sean personalmente moderadas y bastante tolerantes no
previene al izquierdismo como conjunto de tener tendencias
totalitarias.

227. Nuestra discusión del izquierdismo tiene una
debilidad seria. Estamos aún lejos de aclarar lo que
queremos decir con la palabra «izquierdista». No parece
que podamos hacer mucho sobre esto. Hoy el izquierdismo
está fragmentado en todo un espectro de movimientos
activistas. Sin embargo, no todos tienen esta tendencia y
algunos movimientos (por ejemplo los medioambientalistas
radicales) parecen incluir ambas personalidades, del
tipo izquierdista y enteramente no izquierdistas, los
cuales deben discernir mejor antes que colaborar con
los primeros. Variedades de izquierdistas se convierten
gradualmente en variedades de no izquierdistas y nosotros
mismos estaríamos a menudo en dificultades para decidir si
una persona dada es o no un izquierdista. Hasta el punto de
que en absoluto está definida, nuestra concepción está
explicada por la discusión que hemos presentado en este
artículo, y sólo podemos aconsejar al lector que use su
propio juicio para decidir quién es un izquierdista.

228. Pero será de ayuda el catalogar algunos criterios
para diagnosticarlo. Estos no pueden ser aplicados de una
manera tajante. Algunas personas pueden reunir algunos de
los criterios sin ser izquierdistas, algunos izquierdistas
pueden no reunir ninguno de los criterios. De nuevo,
sólo tienes que usar tu juicio..

229. El izquierdista está orientado hacia un
colectivismo a gran escala. Enfatizamos la obligación
del individuo de servir a la sociedad y la obligación de
la sociedad de cuidar del individuo. Tiene una actitud
negativa hacia el individualismo. A menudo usa un tono
moralista. Tiende a estar por el control de armas,
la educación sexual y otros métodos psicológicos
de educación «ilustrada», por el planteamiento,
la acción afirmativa, el multiculturalismo. Tiende a
identificarse con las víctimas. Tiende a estar contra
la competición y la violencia, pero encuentra excusas
para aquellos izquierdistas que usan la violencia. Le
gusta mucho usar tópicos corrientes de la izquierda como
«racismo», «sexismo», «homofobia», «capitalismo»,
«imperialismo», «neocolonialismo», «genocidio»,
«cambio social», «responsabilidad social». Puede que
el mejor diagnóstico es la característica de tender a
simpatizar con los siguientes movimientos: feminismo,
derechos de los homosexuales, minorías étnicas y
discapacitados, derechos de los animales, corrección
política. Cualquiera que simpatice con fuerza con TODOS
estos movimientos es casi con certeza un izquierdista. Es
importante el entender que queremos decir alguien que
simpatice con estos MOVIMIENTOS tal y como existen hoy
en nuestra sociedad. Uno que crea que las mujeres, los
homosexuales, etc., deben tener derechos igualitarios no es
necesariamente un izquierdista. Los movimientos feministas,
por los derechos de los homosexuales, etc., que existen en
nuestra sociedad tienen un tono ideológico particular que
caracteriza al izquierdismo y, si uno cree, por ejemplo,
que la mujeres deben tener derechos igualitarios no se
sigue necesariamente que uno tiene que simpatizar con el
movimiento feminista tal y como existe en la actualidad.

230. Los izquierdistas más peligrosos, que son,
aquellos que están más hambrientos de poder, están
frecuentemente caracterizados por la arrogancia o por
un enfoque dogmático de la ideología. No obstante,
los más peligrosos de todos pueden ser ciertos
tipos sobresocializados quienes evitan despliegues
irritantes de agresividad y se refrenan de hacer
publicidad de su izquierdismo, pero trabajan rápido y
discretamente promoviendo valores colectivistas, técnicas
psicológicas «ilustradas» para socializar a los niños,
la dependencia del individuo al sistema, y todo eso. Estos
*cripto-izquierdistas (como los podemos llamar) están
próximos a ciertos tipos burgueses en lo que ataña a
acciones prácticas, pero difieren de ellos en psicología,
ideología y motivación. El burgués corriente intenta
llevar a la gente bajo el control del sistema para proteger
su modo de vida, o lo hace simplemente porque sus actitudes
son convencionales. El cripto-izquierdista intenta llevar a
la gente bajo el control del sistema porque es un Verdadero
Creyente en una ideología colectivista. Se diferencia
del izquierdista medio del tipo sobresocializado por
el hecho de que su impulso de rebeldía es más.débil
y está más firmemente socializado. Se diferencia del
burgués corriente bien socializado por el hecho de que
hay una profunda carencia en su interior que le hace
necesario consagrarse a una causa y sumergirse en una
colectividad. Y puede que su impulso (bien subliminado)
por el poder sea más fuerte que aquel del burgués medio.