## AUTONOMÍA

42. La autonomía como parte del proceso
de poder puede que no sea necesaria para todas las
personas. Pero mucha gente necesita un grado mayor o menor
de autonomía al trabajar por sus finalidades. Su esfuerzo
debe ser tomado por su propia iniciativa y debe estar
bajo su propia dirección y control. Sin embargo mucha
gente no tiene que ejercer esta iniciativa, dirección
y control como personas individuales. Normalmente basta
con actuar como miembro de un grupo PEQUEÑO. Así
si media docena de personas discuten una finalidad y
hacen un esfuerzo exitoso unidas para alcanzarla, su
necesidad por el proceso de poder estará cumplida. Pero
si trabajan bajo órdenes rígidas que no les dejan
espacio para decisiones autónomas e iniciativa,
entonces su necesidad por el proceso de poder no estará
cumplida. Lo mismo ocurre cuando las decisiones están
tomadas en bases colectivas, si el grupo que toma las
decisiones es tan grande que el papel de cada persona
es insignificante. Se puede argumentar que la mayoría
de la gente no quiere tomar sus propias decisiones y
quieren jefes para pensar por ellos. Hay un elemento
de verdad en esto. La gente quiere.tomar sus propias
decisiones en pequeños asuntos, pero tomar decisiones en
problemas difíciles y fundamentales requiere encararse con
conflictos psicológicos, y la mayoría de la gente los
odia. Por consiguiente tienden a apoyarse en otros para
tomar decisiones difíciles. La mayoría de la gente son
seguidores naturales, no jefes, pero quieren tener acceso
directo y personal a sus jefes y participar en cierta
extensión en la toma de decisiones difíciles. Pero no
se sigue que les guste que les impongan decisiones sin
tener oportunidad de influir en ellas. Al menos a ese
nivel necesitan autonomía.

43. Es cierto que algunas personas parecen tener poca
necesidad de autonomía. Su impulso por el poder es
débil o lo satisfacen identificándose con alguna
organización poderosa a la cual pertenecen. Y entonces
hay irreflexivos, tipos de animal que parecen estar
satisfechos con un sentido puramente físico de poder (el
buen soldado de combate, que obtiene su sentido de poder
desarrollando habilidades de lucha que está bastante
contento de usar en obediencia ciega a sus superiores).

44. Pero la mayoría de la gente pasa a través del proceso
de poder teniendo una finalidad, haciendo un esfuerzo
AUTóNOMO y alcanzándola adquiere esa autoestima,
autoconfianza y un sentido de poder. Cuando uno no
tiene oportunidades adecuadas para pasar a través del
proceso de poder, las consecuencias son (dependiendo de
la persona y de la manera en que el proceso de poder se
ha desorganizado) aburrimiento, desmoralización, baja
autoestima, sentimientos de inferioridad, derrotismo,
depresión, ansiedad, culpabilidad, frustración,
hostilidad, abuso del cónyuge y de niños, hedonismo
insaciable, conducta sexual anormal, desórdenes del
sueño, desórdenes alimenticios, etc. Algunos de
los síntomas enumerados son similares a aquellos que
muestran los animales en cautividad. Para explicar como
surgen estos síntomas de la privación respecto al
proceso de poder: el sentido común del entendimiento
de la naturaleza humana le dice a uno que la falta de
finalidades cuyo logro requieren esfuerzo conduce al
aburrimiento y este, continuado largamente, a menudo
lleva a la frustración y a la depresión. El fracaso a
la hora de obtener finalidades conduce a la frustración
y a bajar la autoestima. La frustración lleva al enfado,
y este a la agresión, a menudo en la forma de abuso del
cónyuge o de niños. Se ha demostrado que la frustración
continuada comúnmente dirige a la depresión, y esta
tiende a causar ansiedad, culpabilidad, desórdenes del
sueño, desórdenes alimenticios y malos sentimientos sobre
uno mismo. Aquellos que tienden a la depresión buscan el
placer como un antídoto; en consecuencia recurriendo al
hedonismo insaciable y al sexo excesivo, con perversiones
queriendo significar conseguir diversiones nuevas. El
aburrimiento también tiende a causar excesiva búsqueda
del placer ya que, a falta de otras, la gente usa con
frecuencia éste como una finalidad. Ver diagrama. Lo
precedente es una simplificación, la realidad.es más
compleja y por supuesto la privación con respecto al
proceso de poder no es la ÚNICA causa de los síntomas
descritos. Por cierto, cuando mencionamos la depresión no
queremos decir necesariamente la que es lo suficientemente
severa como para ser tratada por un psiquiatra. A menudo
están comprometidas formas de depresión suaves. Y cuando
hablamos de finalidades no queremos decir necesariamente
que estas sean de periodo largo y muy pensadas. A través
de la larga historia de la humanidad para mucha o la
mayor parte de la gente, las finalidades precarias de la
existencia (simplemente proporcionarse a uno y a su familia
la comida del día a día) ha sido por completo suficiente.