Fuente:
http://charlatanes.blogspot.com/2004/05/homeopata-peticin-popular.html


  El retorno de los charlatanes

  Cuestionamientos al pensamiento magico, la irracionalidad comoda, el
  embuste paranormal
  y otras fantasias perjudiciales, a cargo de Mauricio-Jose Schwarz

mayo 23, 2004

Homeopatia a peticion popular

                    [Samuel_Christian_Hahnemann.jpeg]
                Samuel Hahnemann, creador de la homeopatia
                   (imagen D.P. via Wikimedia Commons)

  El servicio de conteo de visitas a este blog full-contact nos informa,
  entre otras cosas, de las palabras de busqueda en Google o Yahoo
  mediante las cuales los visitantes caen en las redes de nuestro
  influjo. En las ultimas semanas resulta que muchos llegan aca buscando
  datos sobre la homeopatia, patrana que hemos mencionado, pero sin
  profundizar en ella.
  En atencion a esta anonima peticion popular, responderemos ahora
  preguntas tan apasionantes como: ?por que los homeopatas van al
  medico?, ?que carajos es eso del efecto placebo?, ?por que no hacen
  investigacion cientifica los homeopatitas?, ?cual es la historia de
  este simpatico embuste? y cosillas similares.
  Vamos, pues, de vuelta a fines del siglo XVIII, cuando no existia la
  medicina con bases cientificas, cuando las chusmas morian como moscas
  en epidemias de peste (colera, vomito negro y cosas asi), cuando los
  medicos eran todavia practicantes mas bien magicos y cuando conceptos
  como la higiene simplemente no existian. La anatomia estaba en muchos
  aspectos donde la dejo Leonardo Da Vinci y, realmente, salvo algunos
  aspectos de la cirugia surgidos de la practica en el campo de batalla y
  algunos conocimientos de herbolaria, poco podia hacer la medicina para
  resolver problemas de salud, sin contar con que se realizaban practicas
  salvajes como el desangrado (en la creencia de que el "exceso de
  sangre" era causante de algunos males), ocasionandole graves danos a
  los enfermos. La sangre era considerada uno de los cuatro humores que
  movian al cuerpo.
  Toda forma de medicina se basa, evidentemente, en una "teoria de la
  enfermedad". Dicho de otro modo, segun la idea de lo que causa la
  enfermedad viene la forma de curarla. La teoria de la enfermedad
  todavia era, en el siglo XVIII, la de los humores.
  ?De mal humor y de buen humor?
  La forma cotidiana de hablar del buen y mal humor tiene sus origenes en
  la teoria de la enfermedad de Praxagoras popularizada por Hipocrates,
  que si bien fue un innovador en el siglo V antes de nuestra era,
  disponia de muy pocos datos reales sobre el funcionamiento del cuerpo
  humano.
  Nos dice el sitio Universo E
  Esta teoria bioquimica clasica considera que el cuerpo, como la
  personalidad, estan regidos por dos fuerzas principales, una es el
  calor y la otra es el frio. Estas actuan entre si moderandose
  mutuamente, manteniendo un equilibro dentro del cual el cuerpo se
  encuentra saludable y sin padecimiento alguno, pero una vez que se
  aisla una de estas fuerzas es cuando se presenta el dolor, cuando una
  de estas fuerzas se encuentra pura, por ejemplo, cuando sobreviene la
  fiebre. Pero incluso en esos momentos cuando aparece la fiebre, se
  presenta el frio para lograr un balance, ya que el enfermo siente
  escalofrios y la fiebre dura tan solo un corto periodo hasta que se
  alcanza el equilibrio.
  Dentro de esta teoria tambien se considera que, aunque las fuerzas
  principales son el frio y el calor, nunca se presentan solas,
  dependiendo del caso especifico, pero siempre estan mezcladas con lo
  seco y lo humedo, lo cual conforma los cuatro humores del cuerpo:
  sanguineo, flematico, colerico y melancolico que tienen repartidas
  estas propiedades, por ejemplo, el flematico es frio y humedo, mientras
  que el melancolico es frio y seco.
  La medicina de entonces, fundamentalmente no cientifica, creia que
  habia que sacar del cuerpo lo que estaba mal (sangre, bilis, etc.) para
  que con ello se fuera la enfermedad. Las lavativas y los vomitivos,
  junto con las sangrias, eran la base del curanderismo de entonces.
  Hahnemann y una nueva teoria de la curacion
  En estos tiempos, un medico de Sajonia (Alemania), Christian Firedrich
  Samuel Hahnemann, se dio cuenta inteligentemente de que con frecuencia
  los medicos mataban mas enfermos de los que curaban con sus practicas.
  Metido en esta preocupacion, cuando traducia el libro Materia Medica de
  Cullan al aleman, se encontro con la "explicacion" de que la quinina
  (que no se habia aislado, pero se conocia como corteza peruana o
  cinchona) actuaba por su "efecto tonico en el estomago". Evidentemente,
  tal explicacion es una tonteria que no explica nada.
  Hahnemann procedio a autoadministrarse una buena dosis de cinchona dos
  veces al dia para ver que efectos tenia, y descubrio admirado que a el
  le provocaba efectos similares a los de las enfermedades que
  supuestamente la cinchona ayudaba a curar. Y decimos que a el le
  provocaba estos efectos porque no se los causa a todas las personas
  sanas, ya que segun el doctor William E. Thomas Hahnemann tenia los
  sintomas de lo que se conoce hoy como hipersensibilidad a la quinina,
  una leve alergia.
  Basado en su observacion de que la quinina parecia producir en una
  persona aparentemente sana los mismos sintomas que, por otra parte,
  curaba en las personas enfermas, Hahnemann dio un salto cuantico
  desprovisto de toda logica cientifica y decidio que entonces "lo
  similar se cura con lo similar" o, como dicen los curanderos homeopatas
  cuando quieren sonar interesantes, similia similibus curantur, lo que
  quiere decir que en la creencia de Hahnemann con base en ese solo
  experimento sin control alguno, para curarse un sintoma cuando este
  enfermo, debe usted administrarse una sustancia que provoque
  precisamente esos sintomas en una persona sana. A esto le llamo "Ley de
  los similares".
  Tal tonteria equivale a recomendar echarse acido sulfurico en las
  quemaduras porque a las personas sin quemaduras el acido sulfurico les
  provoca los mismos sintomas (quemaduras, ardor, enrojecimiento y
  destruccion de tejidos).
  Don Samuel Hahnemann era un bienintencionado, pero de ciencia sabia mas
  bien poco. Sus seguidores por lo menos han heredado ese desprecio
  profundo por la ciencia.
  Con base en esa peregrina teoria sacada de una sola experiencia,
  Hahnemann procedio a desarrollar toda una terapeutica para curar lo
  similar con lo similar. Su teoria era que en lugar de sacar lo malo,
  para curar el cuerpo habia que ayudarlo a restablecer la "fuerza vital"
  del propio cuerpo.
  ?Cual fuerza vital? Pues la vis vitalis en la que se creia hasta que
  aprendimos la bastante fisiologia y quimica como para darnos cuenta de
  que tal cosa no existe. Pero Hahnemann no dejaba de creer en la teoria
  de los humores, simplemente le aplico otra terapia.
  Hahnemann desarrollo su terapia basado en sus puras ocurrencias. Por
  ejemplo, creia que cantidades minimas de una sustancia bastaban para
  curar enfermedades, y, de hecho, tenia la inexplicable conviccion de
  que mientras mas pequena fuera la cantidad de la sustancia, mas grande
  era su potencia curativa en el retablecimiento del equilibrio de los
  humores gracias a la fuerza vital. Otra creencia irracional de
  Hahnemann era que el poder curativo se intensificaba si se sometia a la
  sustancia, diluida en agua o liquido similar, a un vigoroso
  sacudimiento, que llamo "sucusion". La creencia ya supersticiosa de
  Hahnemann era que al sacudir la dilucion (o "sucusionarla") esta
  liberaba poderes inmateriales y espirituales responsables de la
  curacion. Por tanto, cada trocito de sustancia podia diluirse una
  enorme cantidad de veces sin que perdiera potencia, al contrario.
  Segun sus calculos, se podia, por ejemplo, hacer una tintura alcoholica
  de una planta y diluirla sucesivamente hasta que hubiera finalmente una
  parte de la tintura original por cada billon (un uno con doce ceros) de
  la dilucion final, o 1:1,000,000,000,000. Las diluciones son tales que
  no queda ni una sola molecula de la sustancia original en el remedio
  que se le administra al paciente. Pero segun Hahnemann, no importa,
  porque esta "el espiritu" del agente curativo.
  A esto le llamo, con tremenda pomposidad, la "Ley de infinitesimales".
  Si a alguien le interesa abundar sobre el proceso absolutamente
  anecdotico e incierto que uso Hahnemann para determinar que efectos
  supuestamente tenian algunas sustancias sobre personas supuestamente
  sanas, puede visitar en ingles la pagina de homeopatia del Skeptic's
  Dictionary o leer, tambien en ingles, Homeopathy in Perspective de
  Anthony Campbell. Baste decir que su sistema dependia de lo que
  "sentia" una persona con una sustancia, y que ni siquiera se ocupaba de
  repetir las pruebas para ver si era confiable.
  Y es que Hahnemann se concentraba en los sintomas y no en las causas de
  los sintomas, es decir, las enfermedades, porque creia firmemente que
  era "inheremente imposible conocer la naturaleza interna de los
  procesos de la enfermedad y, por tanto, era inutil especular sobre
  ellos o basar el tratamiento en teorias".
  Va de nuevo porque la frase es parte del dogma homeopatico, es
  "INHERENTEMENTE IMPOSIBLE CONOCER LA NATURALEZA INTERNA DE LOS PROCESOS
  DE LA ENFERMEDAD Y, POR TANTO, ERA INUTIL ESPECULAR SOBRE ELLOS O BASAR
  EL TRATAMIENTO EN TEORIAS".
  (Cuando un curandero homeopata del siglo XXI le cuente a usted la trola
  de que ellos "tratan el verdadero origen de la enfermedad", recuerdele
  esta bonita frase de su guru, a ver que contesta.)
  Como cientifico, el bienintencionado y supersticioso Hahnemann era un
  total impresentable.
  El caso es que enuncio sus creencias en el libro Organon de la medicina
  homeopatica (1810) y se quedo tan contento como un raton encima de un
  queso, tanto que se puso a escribir su segundo libro: Teoria de las
  enfermedades cronicas (1812). Tal es toda su obra.
  Quedarse en el pasado: un bonito negocio
  Hahnemann no era cientifico, cosa que no era su culpa, y ciertamente
  los demas sanadores, curanderos o medicos de principios del siglo XIX
  tampoco lo eran. De hecho, el gran exito inicial de las terapias de
  Hahnemann se debio a que, al no desangrar, hacer vomitar y aplicarle
  lavativas de mercurio a los pobres enfermos, les administraba
  cucharadas de nada que, cuando menos, no les jodian mas la salud. Esto
  permitia que los procesos curativos naturales de los enfermos pudieran
  funcionar sin interferencias.
  Ojo, la homeopatia no "causaba" la curacion, simplemente evitaba que
  otras practicas medicas tontas perjudicaran a los enfermos. Los
  remedios de Hahnemann eran mas humanitarios y menos peligrosos que la
  alternativa a principios del siglo XIX. Y eran inocuos.
  El problema vino a lo largo del siglo XIX, cuando la medicina se
  desarrollo en las lineas del conocimiento cientifico y la homeopatia
  opto por quedarse en el mundo medieval de los humores, la vis vitalis,
  las sucusiones, el "espiritu inmaterial" de las sustancias de Hahnemann
  y, sobre todo, la misma farmacopea del Organon de Hahnemann y el mismo
  sistema para investigar "curaciones".
  Mientras tanto, Pasteur postulaba una teoria de la enfermedad que
  sustituia satisfactoriamente a la teoria de los humores: la de los
  germenes patogenos. En resumen, esta teoria establece que muchas
  enfermedades son causadas por pequenos seres microscopicos (bacterias,
  protozoarios, virus). A diferencia de la anterior teoria de los
  humores, esta se pudo comprobar por muchos medios hasta que,
  efectivamente, sabemos con certeza que muchas enfermedades son causadas
  por agentes patogenos. Y aprendimos a tratar esas enfermedades.
  Y los homeopatas seguian en la teoria de los humores, las sucusiones,
  el "espiritu inmaterial" de las sustancias de Hahnemann y el mismo
  sistema para encontrar "curaciones".
  Luego la fisiologia nos fue ensenando que otras enfermedades se deben a
  desarreglos funcionales del cuerpo, funcionamientos incorrectos, falta
  de algunas sustancias (como la insulina, cuya falta es el origen de la
  diabetes), exceso de otras, etc. Y aprendimos a tratar muchas de esas
  enfermedades.
  Y los homeopatas seguian en la teoria de los humores, las sucusiones,
  el "espiritu inmaterial" de las sustancias de Hahnemann y el mismo
  sistema para encontrar "curaciones".
  La anatomia nos vino a explicar como muchas otras enfermedades son
  ocasionadas por problemas anatomicos, como una aorta bifurcada o una
  fistula rectal, y aprendimos a tratarlos.
  Y los homeopatas seguian en la teoria de los humores, las sucusiones,
  el "espiritu inmaterial" de las sustancias de Hahnemann y el mismo
  sistema para encontrar "curaciones".
  La genetica nos ha ensenado que muchas otras enfermedades o afecciones
  tienen su origen en alteraciones daninas de nuestro material genetico.
  La embriologia nos ha alertado de problemas en el desarrollo que va de
  la fecundacion del ovulo al nacimiento.
  Y los homeopatas seguian en la teoria de los humores, las sucusiones,
  el "espiritu inmaterial" de las sustancias de Hahnemann y el mismo
  sistema para encontrar "curaciones".
  El lector avezado habra percibido que hay un patron discernible aca. O
  sea, que los homeopatas no han avanzado un milimetro desde 1812.
  Ese es el problema.
  Y todo eso sin contar lo que sabemos que no es cierto de las propuestas
  de Hahnemann, es decir:
  a) Los efectos de una sustancia no aumentan al disminuir su cantidad,
  sino al reves,
  b) Sacudir cualquier cosa no aumenta sus efectos,
  c) Las sustancias quimicas no tienen espiritu curativo inmaterial, y
  d) Sin duda alguna, los sintomas no se curan con sustancias que causen
  los mismos sintomas para restablecer la armonia de los humores, sino
  que sino que los sintomas son indicaciones del verdadero origen de la
  enfermedad, que se cura con las acciones necesarias para eliminar la
  enfermedad: aparatos correctivos, medicamentos antibioticos,
  complementos nutritivos, sustitutos de sustancias (insulina, hormonas),
  intervenciones quirurgicas y un vasto arsenal medico que ha logrado lo
  que Hahnemann no pudo conseguir: aumentar la cantidad y calidad de vida
  de las personas donde quiera que se apliquen sus principios (vease en
  este mismo blog el tremendo efecto de la medicina con bases cientificas
  en China a guisa de ejemplo).
  De la esquizofrenia como modo de vida: como ser homeopata sin volverse
  loco
  Hay algunas partes de las afirmaciones actuales de la homeopatia que
  son verdaderamente alucinantes ya que contradicen sus creencias. Por un
  lado, los homeopatas niegan que la enfermedad tenga como causa los
  germenes patogenos, pero por otro lado aseguran que las vacunas
  (creadas precisamente para crear en nuestro organismo los anticuerpos
  necesarios para luchar con exito contra germenes patogenos como el
  virus de la viruela) son "como la homeopatia". No solo es mentira, sino
  que es doloso y esquizofrenico. ?Como es que las vacunas sirven para
  protegernos de algo que no existe?
  Los homeopatas suelen no responder ante esto, pero llevan
  religiosamente a sus hijos a vacunar. (Cuando lo hacen, nos envian el
  sutil mensaje de que al menos parte de su cerebrito sabe perfectamente
  que lo suyo es un embuste.)
  Los homeopatas dicen que todo es cuestion de que el cuerpo recupere el
  equilibrio de calor, frio, humedad y sequedad de los humores de la
  teoria de Praxagoras.
  Pero estos senores suelen llevar gafas. Es mas, llevan gafas en la
  misma proporcion que el resto de la humanidad. ?Por que no se curan
  devolviendose al equilibrio de los humores? ?Sera porque saben que su
  afeccion es un defecto anatomico para el que deben echar mano de los
  conocimientos de la ciencia?
  Cuando tienen apendicitis (causada por una infeccion del apendice a
  cargo de, lo adivino usted, germenes patogenos, en este caso
  bacterias), los homeopatas no se toman cuatro chochitos ni se meten un
  supositorio de belladona (parentesis: la belladona sirve para todo
  segun los homeopatas, no hay uno que no la recete en abundancia). Se
  van a que los medicos (de verdad) los anestesien (con sustancias que no
  causan que se despierten, sino que causan que se duerman), los abran y
  les saquen el apendice (con grandes protecciones contra infecciones,
  como es la higiene y la creacion de campos esteriles para la
  operacion), les receten antibioticos para que su herida no se infecte
  (con los "inexistentes" germenes patogenos) y los manden a casa, listos
  a seguir embaucando a otros miembros de su misma especie con latinajos
  de similia similibus curantur y otras cosas que, en estos tiempos,
  tienen un parecido notable con los conjuros de Harry Potter.
  Hay un desafio que solemos hacerle a los curanderos y medicos brujos
  que niegan la teoria de los germenes patogenos como causantes de
  enfermedades: ?estarian dispuestos a dejarse inocular el virus de la
  rabia, convencidos de que no se moriran porque los virus no causan
  enfermedades? O, para no irnos a lo terriblemente mortal: ?estarian
  dispuestos a dejarse inocular una buena infeccion intestinal?
  La respuesta es, por supuesto, que no.
  En mi pueblo decimos: "No hay borracho que coma lumbre".
  Naturaleza, atencion personal y placebos
  Cualquier medico avezado le dira a usted que la gran mayoria de las
  consultas que hacemos a los medicos son innecesarias. Es decir, vamos
  al medico buscando tratamiento para enfermedades y afecciones de los
  que puede encargarse perfectamente nuestro cuerpo sin necesidad de
  ayuda externa.
  En el caso de la gripa, por ejemplo, hay una maxima clasica: "con
  medicinas, siete dias, sin medicinas, una semana".
  Por supuesto, cualquier curandero, medico brujo, sanador, naturista,
  homeopata, cromatoterapeuta o cualquier miembro de la tribu de los
  charlatanes, tendra el mismo exito.
  Muchas veces vamos al medico para que atienda nuestros sintomas, y
  muchas veces ni eso puede hacer, como sabemos con tristeza quienes
  tenemos dos gripas al ano y a quienes los "antigripales" (medicamentos
  para controlar los sintomas de la gripa, principalmente el moqueo, con
  antihistaminicos, y el dolor de cabeza y generalizado, con analgesicos)
  no nos causan efectos perceptibles, con lo que debemos aguantar a pie
  firme los embates virales. En todo caso, los medicos nos dan algo para
  los sintomas y dejan que la naturaleza siga su curso.
  Pero cuando estamos enfermos necesitamos algo mas que antihistaminicos
  o analgesicos, necesitamos atencion humana, que nos hagan caso, que nos
  cuiden, y por desgracia, debido a los bajos presupuestos que nuestros
  gobiernos asignan a la salud, los medicos de los sistemas estatales de
  salud generalmente no pueden ofrecernos esa atencion personalizada. Su
  tiempo es limitado, trabajan en exceso, atienden a demasiados
  pacientes.
  Entonces, el frasquito con pildoritas o jarabe es flaco consuelo.
  Y alli es donde los charlatanes hienden sus garras en las carnes de sus
  victimas: les dan tiempo, les dan palabras amables (es su negocio), les
  dan consejitos, hacen todo lo que deberia hacer el medico familiar.
  Establecen una relacion personal con el paciente que siempre se
  agradece. No pueden curarnos, pero sicologicamente pueden apoyarnos
  como deberian hacerlo todos los medicos (y si no lo hacen no es, como
  quieren los charlatanes, culpa de los medicos, sino de los sistemas de
  salud que deberiamos ocuparnos en mejorar antes de acudir a pelamangos
  especializados en cobrar por no hacer nada).
  Finalmente, hay enfermedades reales sujeto de tratamientos reales cuya
  curacion puede acelerarse o producirse simplemente si el paciente cree
  que lo estan ayudando. Los estudios cientificos sobre medicamentos usan
  generalmente a dos grupos de pacientes, uno al que se le administra el
  medicamento en estudio y otro al que se le administra una sustancia
  inocua (azucar, agua de colores, capsulas con polvo de maiz) que en
  general se conoce con el nombre de placebo. Obviamente ni el medico que
  administra el tratamiento ni los pacientes saben a quien se le esta
  dando medicamento y a quien remedios de mentiritas (a este sistema se
  le conoce como "prueba de doble ciego").
  Lo interesante es que, en todos los estudios, algunas personas del
  grupo que recibe el placebo informan que se sienten mejor, y en algunos
  casos la mejoria se puede medir y observar.
  Actualmente, la ciencia seria esta estudiando esto, que se conoce como
  "efecto placebo", y los datos disponibles indican que parte el efecto
  placebo se debe precisamente al desarrollo natural de las afecciones,
  parte proviene de la interaccion humana con un cuidador en el que se
  confia y parte proviene de las creencias personales respecto de la
  efectividad del tratamiento, de modo que una determinada forma de
  pensar puede estar ayudando a controlar alguna enfermedad o sus
  sintomas.
  Estas tres cosas, el curso normal de la enfermedad, la atencion
  personalizada y el efecto placebo (que es en parte provocado por los
  dos anteriores) explica bastante claramente como es que tantas personas
  que visitan a homeopatas sienten alguna mejoria. No tiene nada que ver,
  por supuesto, con la eficacia de sus remedios, que como hemos visto son
  totalmente inocuos. Pero esto nos dice que sigue habiendo aspectos de
  los procesos de las enfermedades que deben seguirse estudiando.
  (Pero por supuesto la medicina con bases cientificas es la responsable
  de hacer estos estudios, las practicas supersticiosas de curacion no
  estudian, no investigan y, ciertamente, no avanzan.)
  ?Que tiene de malo entonces la homeopatia?
  Hasta cierto punto, en el mundo de las practicas supersticiosas
  relacionadas con la salud, la homeopatia es una de las menos peligrosas
  directamente. La herbolaria aplicada sin conocimientos
  farmacobiologicos adecuados puede administrarle a las personas
  sustancias daninas. La acupuntura puede causar danos neurologicos
  leves. Los quiropracticos dejan ocasionalmente a sus pacientes
  paraplejicos al manipular salvajemente el cuello. La homeopatia es, en
  ese sentido, bastante inocente, como lo era cuando se le ocurrio a
  Hahnemann hace casi dos siglos.
  Pero si hay peligros.
  Los tres peligros clave para quienes se hacen atender por homeopatas
  son el diagnostico incorrecto, la evitacion de un tratamiento medico
  efectivo y el ocultamiento de la verdad.
  Los homeopatas no cuentan con las baterias de estudios, analisis,
  experiencia clinica, datos estadisticos y conocimientos
  anatomofisiologicos que tienen los medicos para hacer diagnosticos
  acertados. Y todos sabemos que, pese a todo ese arsenal, los medicos
  pueden equivocarse. Ahora calcule usted cuanto pueden equivocarse
  quienes solamente pretenden hacer un diagnostico conversando con sus
  pacientes acerca de sus sintomas y haciendo algunas manipulaciones mas
  bien inutiles.
  Un diagnostico acertado y oportuno es indispensable para un tratamiento
  correcto. Alguien que se haga tratar por homeopatas o por cualquier
  otro charlatan del curanderismo disminuye sus posibilidades de curacion
  al retrasar o no acceder a un diagnostico claro. Muchas enfermedades
  avanzan, y por ello su deteccion a tiempo es clave. Un ejemplo
  clarisimo es el cancer, que cuando se diagnostica a tiempo tiene
  muchisimas posibilidades de tratamiento. Estando bajo el influjo de un
  homeopata, para cuando la victima reaccione puede ser demasiado tarde.
  La evitacion del tratamiento medico es tambien un peligro latente. Los
  homeopatas basan gran parte de su "prestigio" en el ataque constante a
  la medicina con bases cientificas (a la que llaman "alopata", palabra
  inventada por ellos con objeto de insultar a quienes no comparten sus
  creencias), y por tanto suelen desanimar a sus clientes a que visiten a
  medicos de verdad. El peligro de esto es clarisimo, ya que las
  enfermedades que nuestro cuerpo no puede curar por si mismo tienden a
  evolucionar y a complicarse, reduciendo la cantidad y calidad de
  nuestras vidas.
  Finalmente, aunque a veces lo nieguen en publico, los homeopatas creen
  en una serie de postulados demostrablemente falsos, sustentados en la
  magia y en las conclusiones sacadas muchas veces de la nada por parte
  de Hahnemann. Lo que creen es falso, y por tanto lo que le ofrecen a
  sus clientes, asi sea con la mejor de las intenciones, es mentira.
  Todos, sanos o enfermos, tenemos derecho a obtener la informacion mas
  completa, avanzada y certera acerca de nuestro cuerpo y mente, de
  nuestro estado de salud y de nuestras perspectivas de diagnostico y
  pronostico. Vivir menos y vivir peor es mucho mas danino cuando ademas,
  se vive en la mentira.
  Lo de Hahnemann fue una equivocacion, una teoria erronea, hija de la
  ignorancia de su tiempo como tantas otras. Lo de los homeopatas de hoy
  es totalmente imperdonable. Hahnemann propuso practicas menos daninas
  que las de la medicina de principios del siglo XIX, pero inutiles. En
  su momento, fueron beneficas, pero insistir en ellas desconociendo con
  tozudez de pollino los avances del conocimiento de casi doscientos anos
  solo puede ser producto de una profunda incapacidad mental o de una
  disposicion absoluta a mentir con todo descaro para mantener vivo un
  negocio que debio desaparecer al surgir Louis Pasteur y que hoy solo
  puede causar mas dano que beneficios a sus victimas.
  Escrito por MJS a las 3:39 a. m.