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Cuando se trata de islas Malvinas, un nombre es más que un nombre para los argentinos [1]

['Global Voices Latin America']

Date: 2025-07-24

Cuando la serie argentina de ciencia ficción “El eternauta” se puso a disposición del público en la plataforma de Netflix, la traductora Daiana Estefanía Díaz publicó una explicación en su página de LinkedIn de por qué en todo el mundo se leería y escucharía islas Malvinas en vez de islas Falkland, en todos los idiomas, cuando se haga referencia al disputado archipiélago en el Atlántico sur.

Las islas son el centro de una disputada centenaria entre Reino Unido y Argentina, que llevó a una sangrienta guerra en 1982, que duró diez semanas y en el que hubo más de 900 muertos, de los que 649 eran argentinos. Sigue siendo una herida abierta para muchos en el país sudamericano, y también se convirtió en una actualización de la historia original de la novela gráfica que se adaptó en una serie.

La historia original de Héctor Germán Oesterheld con ilustraciones de Francisco Solano López, un clásico del mundo del cómic argentino, se escribió en 1957. Ahora, casi 70 años después, el creador Bruno Stagnaro decidió detalles locales más cercanos a la sociedad contemporánea en su nueva producción. Y así, Juan Salvo, el héroe eternauta que recorre líneas temporales para tratar de salvar su país de una amenaza alienígena, representado por Ricardo Darín, pasó a ser veterano del conflicto de las Malvinas.

Díaz explicó por qué optó por usar Malvinas en su traducción al inglés:

Era la única opción viable, no tuve la menor duda. No solo porque jamás se me ocurriría usar en ese contexto y en una producción argentina un nombre que no sea Malvinas, sino además porque sé que ningún argentino, sea real o ficcional, las llamaría de otro modo.

La traductora también sugirió que el nombre de las islas debería ser Malvinas en todos los demás idiomas en que la serie esté disponible. Díaz dijo que una cosa era explicar a otros traductores cómo trabajar con las palabras para el juego de truco (popular y tradicional juego de cartas en Sudamérica que aparece en el primer episodio), pero que Malvinas era un “asunto mucho más profundo”.

Les conté que allá también nevó en 1982, que ese avión del ejército peruano no aparece por casualidad, que cuando dicen “las islas’’ hablan de esas dos y muchísimas cosas más. Qué, quién, cuándo, cómo, dónde y por qué. Es un tema sensible y muy presente que nos atraviesa en el ámbito político, histórico, cultural y social… Nos asienta en un lado de la historia del que no nos vamos a mover.

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Antecedentes históricos

El 2 de abril de 2025, oficialmente el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, el discurso del presidente argentino Javier Milei marcó un cambio en la posición histórica del Gobierno argentino en el asunto, según la prensa local. Defendió el derecho a la autodeterminación de los habitantes de la isla, dijo que tenía la esperanza de que eligieran ser argentinos. Sin embargo, de acuerdo con la Constitución del país ya lo son.

Según Naciones Unidas, las islas Malvinas/Falklands tienen una población de 3662 habitantes en 12 173 kilómetros cuadrados (4700 millas cuadradas), administrados por el Reino Unido de la Gran Bretaña y el Norte de Irlanda. El Comité Especial de Naciones Unidas para la Descolonización ha debatido el asunto desde 1964 y emite resoluciones anuales.

La disputa por ese territorio ha durado casi 200 años. Los argentinos sostienen que es parte de su Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. El país sostiene que las Malvinas estuvieron gobernadas por España hasta 1816, cuando Argentina logró su independencia, que los argentinos sostienen que los llevó a heredar automáticamente las islas como parte de su territorio. Sin embargo, en 1833, los británicos empezaron a controlar el archipiélago, control que solo se vio interrumpido por la guerra en 1982.

En ese momento, la dictadura militar estaba presionada por una crisis económica y política, el entonces presidente, general Leopoldo Galtieri decidió iniciar una operación en un intento de revertir las cosas. Fue el único conflicto bélico internacional en el que Argentina fue una figura clave en el siglo XX, dice una publicación del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). Después de 74 días de guerra, 255 británicos, tres isleños y 649 argentinos murieron. Como escribió la periodista Leila Guerriero en un artículo publicado en el diario El País em 2020:

Muchos fueron enterrados en un cementerio de las islas y permanecieron allí sin identificar durante décadas.

En un artículo de 2021, Daniel Filmus, entonces secretario para las Malvinas y el sur del Atlántio, publicado en el sitio web del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Exterior y Culto de Argentina, dijo:

Argentina protestó inmediatamente frente al acto de fuerza británico y jamás renunció a su soberanía. Si la controversia existe hasta el día de hoy, es por la negativa británica a resolverlo.

Según un artículo de la BBC de 2007, el ex primer ministro de Reino Unido Tony Blair dijo una vez “ir a la guerra por las islas Malvinas requirió ‘coraje político’ y era ‘lo que había que hacer'”. En 2024, la cuenta oficial de X (antes Twitter) de la Oficina del Exterior, Commonwealth y Desarrollo publicó un video y dijo:

The Falkland Islands are a valued part of the British family. pic.twitter.com/QytW3zsxI6 — Foreign, Commonwealth & Development Office (@FCDOGovUK) February 21, 2024

Las islas Falkland son una parte valiosa de la familia británica.

Símbolo cultural

Cuando estalló la guerra en 1982, el reconocido escritor argentino Jorge Luis Borges dijo que era como que dos calvos se pelearan por un peine. Pero, como demuestra la explicación de Díaz, la traductora de El eternauta, para los argentinos, las islas son un asunto de identidad inserta en su cultura.

Durante años, el lema político “Las Malvinas son Argentinas” se difundió por todo el país en carteles públicos, camisetas, estadios de fútbol, música y se volvió una referencia cultural por cuenta propia.

El punto culminante se alcanzó cuatro años después del final del conflicto, cuando Argentina enfrentó a Inglaterra en los cuartos de final en el Mundial de Fútbol de 1986. Diego Armando Maradona, entonces de 25 años, anotó dos goles históricos en cuatro minutos: el primero fue el icónico “mano de Dios”, y el segundo es conocido como el “gol del siglo”. Argentina eliminó a Inglaterra y avanzó hasta alcanzar su segundo título de campeón del Mundial de Fútbol.

Aunque antes del partido dijo que era solo fútbol, para evitar el aspecto político del encuentro, Maradona declaró después:

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[1] Url: https://es.globalvoices.org/2025/07/24/cuando-se-trata-de-islas-malvinas-un-nombre-es-mas-que-un-nombre-para-los-argentinos/

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